*Urzúa supera la prueba
*SEP y la educación financiera
*La bonanza del ISSSTE
*Sedebien sin exorcismos
*Prosperidad a Mesoamérica
VLADIMIR ROTHSCHUH
La forma en que el canciller
Ebrard le dio la vuelta al Muro anunciado por Trump días atrás, es que Estados
Unidos le pagará a México para crear prosperidad en el sur mexicano y sus
vecinos mesoamericanos expulsores de migrantes. Seis mil millones de dólares le
sacó el canciller Ebrard a un personaje agarrado con el dinero como es el
mandatario gringo; antes que discutir en redes sociales, optó el Secretario de
Relaciones Exteriores por una nueva estrategia semejante al aikido: usar la
energía de Trump contra él mismo a través de un muro invisible y poderoso
constituido de prosperidad en las naciones pobres sureñas que no requerirán más
sueños americanos. En caliente deberá el canciller Ebrard acelerar la promesa
de Washington porque algo semejante le ofreció Obama a Peña Nieto en el Pacto
de Toluca sin llegar a cumplirla para que México se quedara a medio camino con
las Zonas Económicas Especiales. Hay avances en el estilo diplomático del
canciller Ebrard, alejándose de las confrontaciones y diferencias insulsas de
un chovinismo que buscó demostrarle a los electores que ni el Presidente, ni
México estaban supeditados, no obstante la buena química de Videgaray con Trump, Jared e
Ivanka. El Plan Marshall para Mesoamérica es el nuevo Muro sin Muro que López Obrador ha
puesto a pagar a Trump.
Ningún Secretario de Hacienda que
ha comparecido ante el Congreso ha tenido días de campo y Carlos Urzúa no sería
la excepción. Y no tendría que haber sido tratado de forma distinta el titular
de las finanzas de López Obrador porque hasta donde la memoria alcanza, los
responsables de la hacienda pública son los pararrayos de la administración en
turno y el Congreso debe ser una caja de resonancia de las oposiciones como lo
fue el comportamiento de la izquierda llamada PRD o Morena en los anteriores
sexenios. Las conductas opositoras no
son novedosas en los legislativos sino los comportamientos de los Secretarios
de Hacienda frente a sus obligaciones de atender y resolver las exigencias de
sus oponentes y ahí destacó Carlos Urzúa sin tener en su bagaje carrera técnica
en las entrañas de las finanzas públicas como han sido los casos de la
tecnocracia de los últimos treinta años. Que el Presupuesto de Egresos no
satisface a los partidos opositores, no tendría por qué ser distinto ahora
cuando las polarizaciones poselectorales permanecen e intentan demostrar sus
Posverdades como siempre. Los dineros son temas delicados en lo privado y en lo
público, escasos mexicanos tienen educación financiera, menos los
legisladores, para considerar una
relación sana entre parejas, familia, sociedad y Estado; afortunadamente la
nueva educación prometida por Esteban Moctezuma contiene la educación emocional
y financiera que augura un país finlandés las próximas décadas y que deberá
secundar Carlos Urzúa para que los mexicanos entiendan el ABC de finanzas desde
la instrucción pública y sólo entonces se obtenga el co-gobierno social que no
haga más a sus autoridades culpables del entorno común. Los momentos vividos
por Carlos Urzúa en el Congreso parecieran de aprendizaje democrático, no
obstante que el mero hecho de ser el partido en el gobierno no transforma la
esencia del sectarismo partidista como lo demuestran las conductas de los ex
partidos que ya pasaron por Los Pinos, PAN y PRI.
El adelanto de Luis Ramírez de
hacer eficiente al ISSSTE con austeridad
y ahorros, se blinda con el aumento
presupuestal en el 2019. El ISSSTE junto con el IMSS en la universalización de
servicios, compensan para Urzúa lo que a primera vista resalta una disminución
del 3.2% al sector salud pero que de manera agregada se muestra creciente en
más del 5% con más dinero al ISSSTE e IMSS. Las dos últimas visiones administrativas y la
actual en el organismo social de los trabajadores del Estado, se diferencian en
que su último ex titular llegó a exigir más recursos al Congreso, en cambio
Luis Ramírez detalló a la Comisión legislativa el esquema de eficientar
servicios, ampliar infraestructura, mejorar salarios a través de una
reingeniería en licitaciones, pensiones, retenciones estatales, prevención,
digitalización y exaltando derechos sociales por otro lado con Segalmex y
Sedebien. Ciertamente que la palabra ahorro está mal expuesta en la Cuarta
Transformación, porque no se trata de carestías o achicar las obligaciones del
ISSSTE con sus derechohabientes y trabajadores, sino de expandirlo por encima
de su mejor época hace cuarenta años como lo reconoció Joel Ayala en la línea
de justicia social con el incremento de salario a las bases trabajadoras. Con
Ramírez Pineda el ISSSTE equilibra la relación directiva con la SHCP, siendo
que las últimas titularidades fueron designaciones desde Bucareli.
La rectitud de María Luis Albores
han buscado torcerla cuestionando qué hará la nueva titular de Sedebien contra
Rosario Robles. La insistencia es sobrada cuando la directriz la señaló tiempo
atrás el presidente López Obrador para mirar al futuro y evitar empantanarse en
el pasado. Voltear la brújula de
Sedebien hacia el ayer erraría el devenir de los grupos vulnerables del país en
un galimatías que tiene ejemplos nefastos contra los pobres: el conflicto entre
políticos impone el olvido a las tareas del bienestar. No todo está podrido en
Sedebien y una cacería de brujas haría suponer que Albores carece de proyecto y
por ende hurga en el pasado que puede prolongarse este sexenio e ir más allá
con un show que no enriquece a los que menos tienen. A falta de futuro sobran
los pretextos para juzgar los legados
como los de Nestlé, Pepsi y American Express en Sedesol ayudando a los pobres y
que de culparlas evitaría que esas transnacionales
ofrezcan sus apoyos a la Cuarta Transformación como la empresa suiza hará entre
pequeños productores cafetaleros. Si el bulto de Sedesol bajo la alfombra de
Sedebien hace tropezar a María Luisa Albores, la Secretaria no se andará con
remilgos para seguir ocultando lo que compromete el desarrollo de sus
programas.
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