SCJN EN LOBBY
MAÑANERA CULTURAL
NI AUTORIDAD, NI PARIDAD
Por Vladimir Rothschuh
La pasarela de los futuros ministros del pleno de la SCJN por diversos medios de comunicación que demonizaron primero la reforma del Poder Judicial o bien apoyaron otros proyectos partidistas y finalmente los calificaron de farsantes, cumple una cuota innecesaria del desconcierto que prevalece en ministros y ministras. Tras la búsqueda, no de la Presidencia de la SCJN que por mayoría de votos encabezará Hugo Aguilar, sino del reparto de las Salas y otras áreas conforme la costumbre de la putrefacción inmediata, se eslabona la secuencia y la ruptura en búsqueda del reparto pastelero afín a la promiscuidad sancionada en el reciente proceso electoral. Los medios de comunicación en que hacen pasarela los ministros y ministras obvian que la corrupción del viejo orden judicial se fincaba en esa prensa que volvió empleados suyos a jueces, magistrados y ministras, siendo su vértice escandalosamente visible, los amparos multimillonarios de Azteca en adeudos al fisco. El restante cuerpo sumergido del iceberg, lo representan esos cubículos por donde hacen pasarela los nuevos ministros y ministras anunciando más de lo mismo del lobby de manteles largos que los cooptan excitantes guantes y cuellos blancos.
II- Así como suele haber martes de la salud, miércoles de seguridad pública o lunes de quién es quién en los combustibles, los diálogos circulares de los viernes de la presidenta Sheinbaum suelen ser culturales. Mujeres en la historia, concursos de música, premios a museos, rescate de parques, respeto a espacios de contracultura, promociones identitarias o repatriaciones internacionales, suele exponerlos Claudia Curiel como parte de la agenda enriquecida de las Mañaneras del Pueblo. Antes de partir la presidenta Sheinbaum a sus giras de territorio por el interior del país, el sabor del cierre en viernes endulza de colores, saberes y olores una semana agitada o un fin de semana entre pueblos y etnias. Claudia Curiel encarna la confianza desde el gobierno de la CDMX configurando y enriqueciendo la agenda informativa de la presidenta Sheinbaum de su segundo piso cultural.
III- La historia del espionaje político en México fue de la mano de la represión social y la detentó el conservadurismo, siendo sus principales víctimas los progresistas sociales y políticos. La equiparación de la reforma en telecomunicaciones de la presidenta Sheinbaum con los legados priístas y panistas, maximizan la consunción opositora de que somos iguales, cuestionándose el paralelismo de la presidenta Sheinbaum con Salinas o Calderón, cuyo origen político de ambos perpetraba el fraude de su ascenso presidencial y brutalmente legitimado en la violencia. La censura y el espionaje del pasado, lo sentenció la presidenta Sheinbaum, ni se replica y menos se duplica en la nueva ley de telecomunicaciones. Los estándares del viejo Estado policial aún con expedientes abiertos en La Haya por crímenes de lesa humanidad de priístas y panistas, exaltan en las oposiciones legislativas ese pasado que no volverá y que menos se justifica en parentescos criminales auto exaltados en fatuas consonancias.