LAS UTOPÍAS DE BRUGADA

 



 

Vladimir Rothschuh

 

Clara Brugada estudió economía en la Universidad Autónoma Metropolitana, entre sus cursos llevó Materialismo Dialéctico, ahí tuvo que descubrir lo que Marx llamaba utopismo acerca del socialismo francés de Proudhon, Saint-Simon y Fourier que fomentaban para bien de la clase trabajadora  la abolición de las formas de esclavitud perpetradas por la propiedad. El Materialismo Dialéctico como lo estudió Brugada desde la perspectiva marxista iba en sentido opuesto al humanismo de los socialistas galos.  Si para ser socialista se requería tener algo de amor por el prójimo o filantropía, obviamente Marx careció de habilidad empática demostrada en la correspondencia que mantuvo con Proudhon, en las actitudes hacia su suegro, la penosa historia de su criada y la heredada vivencia de su yerno cubano. La filantropía del socialismo francés  tenía semejanzas con un nuevo humanismo distinto al acuñado por Cicerón y siglos después por Erasmo de Rotterdam y que en el primero apuntaba a la civitas y en el segundo al cristianismo primitivo. Utopía, humanismo, filantropía son transformaciones (República platónica) que van en la misma dirección, pero es la Escuela de Frankfurt en el siglo pasado y radicalmente de izquierda quien le da un giro al Materialismo Dialéctico señalando que éste no es lo opuesto al utopismo sino la identidad de la ideología: lo que el hombre jamás podrá concretar es la ideología, lo alcanzable es la utopía que es un  lugar en ninguna parte como lo asimiló Thomas Moore a partir del nuevo mundo vespuciano que como Colón iba tras la Tierra Prometida para los judíos perseguidos en la Península. La economista Clara Brugada acentuó ese aquí y ahora de la Utopía en un programa social que cambió radicalmente el rostro de una de las demarcaciones más pobres de la Ciudad de México, lo distópico ante la alcaldesa de Iztapalapa era la invisibilidad, la deshumanización y la carencia de empatías provocadoras de un modelo socioeconómico con marcada violencia. Marx se vanagloriaba de haberle dado vuelta a Hegel para ponerlo con los pies en la tierra cuando ciertamente la disputa contra el utopismo fermentaba su propia descompensación con la ideología que caracterizó  al estalinismo y sus promesas, siempre promesas de que en algún futuro el socialismo sería alcanzado en la URSS valiendo su sacrificio. El presidente López Obrador habló tiempo atrás en la coyuntura de la economía moral,  de los errores de los gobiernos de izquierda que perdieron el perfil humano de sus ejercicios públicos logrando economías del malestar y no del bienestar o de la felicidad. Con una docena de utopías consiguió en Iztapalapa la economista Brugada horizontalizar la cultura, el deporte, el entretenimiento, la movilidad, ahí donde la pobreza social jalaba hacia abajo, logró detener el flujo gravitacional hacia un horizonte común para todos y sin distingos. Hoy dice Brugada “el Humanismo Mexicano es el modelo de gobierno que nos guía para construir el segundo piso de la 4T, con una sociedad igualitaria, donde todas y todos ejerzan sus derechos en libertad”. La Ciudad de México se concibió como una utopía conforme los modelos del Renacimiento: Europa podrida por su religión, sus Reyes y sus latifundistas, echó a perder el origen del cristianismo. México simbolizaba la Utopía alcanzada y así lo vivió bajo los erasmistas flamencos que llegaron y se rebautizaron como Gante, como Ayora, como Tecto, como Motolinía, fundando espacios para las artes y la educación de los naturales, dejando atrás la pobreza espiritual europea. La Ciudad de México no fue reconocida como esa Atlántida de Platón porque los relatos de los portugueses que llegaron primero a Sudamérica obviamente no atendían entre los naturales del Orinoco lo que simbolizaba la “venezia mexicana” con agua dulce y salada sumada la magnificencia de su arquitectura. De ahí que el topo de Moros sea esa isla de ninguna parte, idealizando otra Inglaterra, pero que en realidad ya existía y se llamaba Tenochtitlán. El utopismo de Proudhon, Saint-Simon y Fourier como filantropía, como humanismo, cuaja de una manera novedosa en México del siglo XXI sumando tres transformaciones previas traicionadas, pero esencialmente tópicas a ´partir del cristianismo primitivo de  1524 emprendido por los franciscanos erasmistas y aniquilado en 1572 por el clero secular católico. Las utopías de Clara Brugada testimonian el humanismo mexicano que el presidente López Obrador pudo edificar y que Claudia Sheinbaum denomina el basamento o primer piso para la subsecuente transformación nacional.

Sheinbaum, la Crisis Hídrica

 



 

Vladimir Rothschuh


El primero de marzo Claudia Sheinbaum dará a conocer su proyecto de país destacando la protección ambiental en la defensa de los derechos de los animales. En las 20 reformas lanzadas por el presidente López Obrador, el tema hídrico está sumado en  el derecho de los demás seres sintientes que forman parte de la visión global transformadora de nuevo siglo. La bioética es el eje para un medioambiente sano, a partir de ella México contará con más bosques,  más recursos hídricos, más alimentos, más salud física, menos gasto sanitario y más empatía social. Todos los fenómenos antes apuntados se eslabonan en la industria cárnica y láctea subsidiada con recursos públicos a costa de una degradación masiva del medioambiente, sociedad y economía. La escasez de agua forma parte de una homeostasis con  lo que mal denominamos desastres naturales ocasionados por huracanes como en Acapulco y terremotos como la falla de Plateros Mixcoac,  reflejos unos de otros, sin que el neoliberalismo volteara a mirar la sobreexplotación ganadera, avícola, porcina y láctea. México se queda sin agua, el planeta también y la ONU juega con un reloj del fin del mundo sin atender sus causas que dieron una pandemia mundial en el mercado de carnes exóticas de Wang. La inclusión del presidente López Obrador de los derechos animales podrá mitigar colateralmente la crisis hídrica nacional debido a que obligará a la industria alimenticia a moverse hacia entornos amables que pongan fin al maltrato y esclavismo animal. Los recientes datos del INEGI merecen ser considerados por Sheinbaum en  su Plan Nacional de Gobierno: el 76% del agua que se consume en México es para cubrir la industria cárnica y láctea;  15 mil litros de agua se requieren para un kilo de carne y mil para un litro de leche. Lentamente México ha avanzado en su pirámide alimenticia, ya no se fomenta el consumo de carne, leche y huevo como a mediados del siglo pasado con el famoso Plato del Buen Comer de la FAO que excluía frutas, verduras, agua, legumbres y granos. En los derechos de última generación, las mujeres, homosexuales, niñez, fenotipos, etnias y colores de piel, adquieren garantías sobre siglos pasados de abusos  sexistas y racistas, siendo los animales hoy un gran segmento del finiquito hacia  la supremacía especista. El INEGI ofrece estadísticas de las causas ganaderas que tienen a México en los límites del desabasto de agua,  siendo que actualmente el maíz que comemos no lo producimos sino que se importa de otras naciones, echando abajo el lema de que sin maíz no hay país. Tenemos forrajes y agua para enriquecer el latifundismo virreinal aún vigente, mientras que corre a la par  pobreza y hambre de 69 millones de mexicanos. La industria ganadera sin embargo es pujante y desafiante al sentido común que los neoliberales (Bunge, Cargill) fomentaron tras su mercantilismo que pauperizó a México. El plan de país contenido en esas 20 reformas proyecta un segundo piso de la 4T para el sexenio de Sheinbaum recuperando así, el esplendor de aquella grandeza del nuevo mundo a través de ojos y acciones de una posmodernidad en nuestros orígenes, no en Monsanto, no en el Glifosato. La crisis ambiental, hídrica, alimentaria y sanitaria de México puede llegar a su fin cuando Sheinbaum imprima su estilo personal a un ejercicio del poder público afable con los otros seres sintientes.  

 

ESPEJO DE OBSIDIANA



Vladimir Rothschuh 


Amor con amor se paga es la sentencia cristiana que el presidente López Obrador invoca de vez con vez cuando la gratitud del Pueblo se expresa en el espejo de obsidiana. Amor con amor se paga era el badajo como el latido de bronce de la Iglesia de México hoy 18 de febrero desde el corazón del Zócalo de la CDMX: muchas gracias presidente López Obrador, decían los carrillones metropolitanos, por restituirnos miles de templos que los falsos políticos de golpe en pecho, ignoraron y abandonaron luego de los sismos del 2017. Son 2,340 santuarios que hoy están en pie con una inversión de diez mil millones de pesos, como otra obligación moral de López Obrador con los mexicanos de la fe cristiana y católica. Esta fe dio  gratitudes tañendo los bronces de la Catedral Metropolitana, mientras el orador del inframundo de la corrupta democracia, hacía ceremonia en monserga conservadora para regresar a 1988 y 2006 cuando instauraron “nuestra democracia”. Amor con amor se paga es la respuesta del clero católico redoblando las campanas por el sepelio de “nuestra democracia” vacía de pueblo, de sentimientos, de solidaridad cuyo estertor pide sostener lo insostenible del procaz reformismo neoliberal. Arqueaban las campanas pagando con amor los gestos amorosos del presidente López Obrador que regresaba en ese mismo instante en Tlaxcala y en Puebla, el patrimonio cultural rehabilitado en sus templos religiosos dañados menos por los sismos que por la cruel abulia tecnócrata. Sin un Primer Mandatario apasionado de la historia nacional habría sido imposible encontrarle valor cultural a esta cruzada  de rehabilitación del patrimonio virreinal y que ha generado confianza internacional para repatriar miles de bienes.  Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Morelos, Oaxaca, como Tlaxcala y Puebla, también sufrieron esa doble catástrofe en el 2017 para que la justicia divina llevara de la mano siete años después su formidable reconstrucción acompañada por autoridades, clérigos, feligreses, arquitectos y obreros. En esa rehabilitación emergieron obras virreinales de incalculable valor artístico permitiéndole a Alejandra Frausto abrir museos de sitio ahí mismo o devolverlas al seno redivivo del estuco como las figuras protectoras asomadas en las altas torres de la Catedral Metropolitana de la CDMX. ¿Fueron estos ídolos posesos los que apagaron el vacuo  discurso de la procacidad de la democracia zombi? Amor con amor se paga fue declarado públicamente por la Iglesia de México a su Jefe de Estado. Hoy 18 de febrero de 2024 el conservadurismo se ha quedado sin cruz, sin iglesia, sin altar, sin púlpito y lo más grave, sin santos óleos penando en el limbo. Amor con amor se paga.

FONDO SEMILLA

 



Vladimir Rothschuh

 

El presidente López Obrador confirmó el anuncio que días atrás hiciera Pedro Zenteno frente a las bases magisteriales en Acapulco: el ISSSTE aportará al Fondo Semilla, los adeudos que tienen con él varias entidades, así como el dinero de la venta de algunos predios. El Instituto muchas veces saqueado por los neoliberales vuelve a tener peculio propio gracias al programa anticorrupción de la Cuarta Transformación, pero sobre todo, al nuevo humanismo mexicano capaz de solidarizarse con las víctimas de las dos reformas tecnocráticas que privaron a los jubilados del setenta por ciento de su retiro. El presidente López Obrador  señaló que los aportes del nuevo ISSSTE al Fondo Semilla,  incluirán los acervos obtenidos por los  terrenos de las ex tiendas Superissste y de los 90 mil millones que adeudan gobiernos estatales y municipales. Si se percibe, lo que le deben los estados y municipios al ISSSTE supera al Fondo Semilla de 64 mil millones de pesos, embarneciendo la bolsa invernadero mucho más que lo proyectado por  Ramírez de la O con el Fideicomiso de la SCJN y los organismos autónomos. El Fondo Semilla es un almácigo  contraviniendo la percepción nefasta de los negacionistas del conservadurismo. El organismo social de los trabajadores del Estado hoy es el reflejo de la vitalidad de la Cuarta Transformación, consiguió el presidente López Obrador un operador eficaz con Pedro Zenteno pues en cuanto llegó a Buenavista imprimió el sello de la honrada medianía juarista  amputando la corrupción vigente en diversidad de ámbitos. Auxiliado por Rosa Icela Rodríguez, restituyó las jornadas laborales completas que ahora brindan atención y satisfacción a  los derechohabientes. El robo hormiga fue sanado con terapia intensiva, llevarse agujas, medicinas, drogas, sábanas, uniformes, gasolinas y subrogar servicios eran uso y costumbre. Fue acertado el presidente López Obrador en designar a un médico al frente de ese organismo cuando su historia había sido de abogados, bachilleres y economistas, que llegaron a saquearlo pues en eso consistían los premios de  consolación entre panistas y priístas. Hoy el ISSSTE tiene números negros, dinero propio, construye y renueva su infraestructura, y lo logró un médico, no un tecnócrata. Pedro Zenteno pudo hacer química en Palacio Nacional con el presidente López Obrador y con Ramírez de la O para que lo inimaginable sucediera: llevar la tecnología de punta a la servicios básicos del ISSSTE, digitalizar su atención y productos,  contar con almacenaje fármaco y  edificar seis nuevos grandes hospitales regionales,  más otros cinco proyectados en el segundo piso de la Cuarta Transformación. Coahuila, Tamaulipas, Guerrero, Jalisco, Baja California Sur y Chiapas, conforman ese primer gajo hospitalario que suman doce mil millones de pesos y más de dos mil empleos locales por cada uno de ellos. La gangrena heredada por los neoliberales era patente hace unos años, entre más se adentraba el presidente López Obrador durante la pandemia en el sistema de salud, más desastres encontraba: faltaban 50 mil médicos, hospitales, clínicas, medicamentos, el seguro popular era una estafa; en la salud de tres niveles ni al primero tenían acceso gratuito todos los mexicanos. Habilitar nuevamente la infraestructura hospitalaria, contratar un ejército de galenos, reconstruir clínicas en abandono, significaba una nueva epopeya social.  Mientras los neoliberales repetían que no hay, el humanismo de López Obrador replica, hay y de sobra confirmando lo que en décadas pasadas no  hicieron los tecnócratas.  La nueva enmienda del presidente López Obrador a las dos reformas antisociales que desplumaron a los pensionados para que hoy se les haga justicia y devuelva lo robado, la abraza Pedro Zenteno a través del Fondo Semilla donde el nuevo ISSSTE aportará recursos debido a que “las 20 iniciativas de reforma a la Constitución presentadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sentencia Zenteno Santaella, están encaminadas a mejorar el Estado de bienestar y la soberanía nacional”.

JUNIO PLEBISCITARIO

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

El proyecto de nación de Claudia Sheinbaum sumará las reformas constitucionales recién proyectadas por el presidente López Obrador y las hará patentes cuando lance su programa de país. Abrazar dichas transformaciones laborales, electorales, judiciales, pensiones, derechos animales, medioambiente, etnias, sanitaria, habitacional, jóvenes, movilidad, campo, drogas  y presupuestal, harán de la campaña electoral de Sheinbaum un sano ejercicio plebiscitario. Es volver a consultar a los mexicanos cuál proyecto de nación desean. Tercera consulta popular ulterior al 2018 y 2022, ahora con una proyección transexenal. El primer ensayo de plebiscito ocurrió después de muchas décadas que los mexicanos demandaron una garantía democrática para poder deshacerse de lo que no dio resultados sin nadie de la partidocracia los escuchara, sin que nadie de la clase gobernante atendiera esa exigencia  moral de que un producto fallido asume garantía y puede devolverse. En el 2022 el presidente López Obrador rompe esa abominación antidemocrática y ofrece su mandato a una consulta popular para que los mexicanos dijeran si respaldaban las transformaciones emprendidas, entre ellas once constitucionales, o si debía irse a su casa. Los partidos opositores negados históricamente a cumplir esa garantía democrática a los mexicanos, lucharon por obstruir el proceso de consulta porque veían un ejercicio venezolano para instaurar una dictadura; con ese aval popular López Obrador no se marcharía de Palacio Nacional. Hubo una campaña negra que envolvió penosamente al INE, pero quince millones de mexicanos salieron a sufragar para que el 92 por ciento de los votantes dijera que la Cuarta Transformación de López Obrador merecía continuar en la Presidencia de la República transfigurando a México. Las oposiciones conservadoras muy dueñas de su verdad absoluta fueron el esperpento público y  de una ingrata soberbia para emprender la autocrítica de sus derrotas. El remache final llegó cuando López Obrador imprimió su ejemplaridad acabando con el tapadismo para renovar el estilo sucesorio por uno terso entre las corcholatas que podrían sucederlo una vez concluido su sexenio. La vuelta de hoja democrática se tornó de pánico entre los conservadores: ninguna de sus hipótesis contra López Obrador habían acertado, sin que sus dirigencias empresariales y partidistas tuvieran humildad, optando por la altivez autodestructiva. Ningún partido político, ninguna cámara empresarial, ningún consejero electoral, ningún ministro de la Corte, llamó al orden  enmendando equívocos. En el 2024 el aliancismo conservador que no vio una en los comicios estatales, ni en la intermedia legislativa,  redunda en su auto execración con los idénticos personajes y las equivalentes impericias. La expresión del desacierto es denominar al presidente López Obrador candidato en todas alcaldías, en todas las diputaciones, en todas senadurías, en todas las gubernaturas y en la presidencial, porque el paquete de reformas sociales lo ponen en el centro del sumario, obviando que a esto se le conoce como plebiscito: la democracia testea el mandato del Jefe de Estado y facilita a los ciudadanos decidir el rumbo. En el 2000 los mexicanos votaron contra Zedillo, en el 2006 Fox y Calderón cometieron fraude para sostener lo insostenible frente a Peña Nieto y que en el 2018 los electores sancionaron como procaz corrupción prianista. El 2024 lo plebiscitario volverá como en los pasados ejercicios presidenciales, debido a que  los mexicanos harán un  recuento en las urnas del mandato de López Obrador a través de una de sus mejores figuras, Claudia Sheinbaum, que encarna  honradez, educación, continuidad, innovación y profundización de la Cuarta Transformación. Tan es así que la candidata presidencial de Morena apadrinó las reformas constitucionales adelantando que serán parte del proyecto de nación que presentará el 1 de marzo, cuando inicie su campaña en el Zócalo de la Ciudad de México.

 

SCJN Y EL INTERÉS PRIVADO

 


 




Por Vladimir Rothschuh

 

La sentencia doble del ministro Pérez Dayán a favor de lo particular en un bien público, es el fallo que el Pleno de la SCJN debió aplazar un tiempo debido a que se avecinaba un paquete de reformas que incluía la enmienda al comportamiento del Poder Judicial sobre la legalidad de sus fallos pero lo injusto de sus secuelas. El ministro Pérez Dayán acentuó el Garantismo de que las leyes reformadas por Peña Nieto para privatizar un bien de los mexicanos, son más leyes que las emanadas por López Obrador a favor de la mayoría de los mexicanos sobre los negocios de particulares. Desde los liberales Rejón y Otero, hasta las reformas calderonistas del 2011, el Amparo ha sido una figura que se ha moldeado conforme a la modernidad de los tiempos; hoy mismo a pesar que existen leyes  federales y de la CDMX a favor del derecho animal, la figura del Amparo pasa por encima de ellas a partir de la resolución de los tres niveles judiciales destacando la ministra Yasmín Esquivel. Importa poco lo que diga contra las corridas de toros un marco legal superior. Curiosamente al ministro Pérez Dayán no se le imputa de violentar la equidad fundamental que en otras naciones del mundo maniata a los impartidores de justicia frente al constituyente: en diversos países la Corte carece de facultades creativas que solamente compete al Legislativo. Al acentuar el ministro Pérez Dayán que la SCJN es un órgano paralelo al Parlamento y que los ministros son iguales o valen más que un legislador, apuntala la reforma constitucional del presidente López Obrador, que saca del factismo a los impartidores de justicia y los coloca en la tabla rasa de la democracia electiva para saber a quiénes se deben y comportarse conforme ese espíritu original del Soberano. Sin embargo, no se le cuestiona por el manoseo del Garantismo sino que se le cuestiona al ministro Pérez Dayán su voto de calidad, alabado en unos casos y sancionado en otros, cuyo valor a todas luces es omiso en numerosos sentidos de la mini democracia que se debe vivir entre los once ministros y a la cual consultar, pero que por sobrecarga laboral es la puerta lateral al chanchullo. Los liberales yucatecos replicaron el Garantismo europeizante evitando carnicerías partidistas  de maten al rey y que hoy se desdobla conque maten a Pérez Dayán sobre épocas superadas, al menos en las diversas reformas que han expandido la cobertura derechohumanista para protegernos de los excesos no del presidencialismo sino del Estado que suma a los ministros de la SCJN responsables de su incredulidad al haber prostituido la maravillosa figura de la Judicatura. Los ministros opositores a la reforma del presidente López Obrador para erradicar 500 años de una tradición leguleya que ha dejado insípida la impartición de justicia, han dado luz verde a ese paquete de transformaciones cuando el impolítico ministro Pérez Dayán privilegió lo particular sobre el bien común, aduciendo un galimatías de que las leyes neoliberales del salinismo vía Peña Nieto son superiores a las reformas progresistas del juarismo vía López Obrador, licitando así, la fatua equidad de que la SCJN debe respetar el marco constitucional pero irrespetar a la vez a los constituyentes que echaron abajo los negocios de unos cuantos  y devolviendo a los mexicanos sus Derechos Humanos de Nueva Generación a gozar de electricidad barata y eficiente en sus hogares.  Démosle las gracias al ministro Pérez Dayán que lució a una Justicia tuerta y de espaldas al pueblo mexicano, exaltando su doble laudo el interés particular por el nacional. A la afición constituyente de jueces, magistrados y ministros, la elección democrática propuesta por el presidente López Obrador a través del voto popular, es la retroalimentación sensata de que no provienen del dedazo de un partido, empresario o gobierno, sino que cuentan con la legítima autoridad cedida por el pueblo quedando a la par de los electos legisladores y Jefe de Estado.

 

LOPEZ OBRADOR: REFORMAS DE CINCO SIGLOS

 




Por Vladimir Rothschuh


Las herencias del  partido de Estado y las acciones neoliberales serán enmendadas por un paquete de reformas anunciado por el presidente López Obrador en el aniversario de nuestra Carta Magna. Las enmiendas apuntan a ajustar las desviaciones, excesos, tribulaciones y eufemismos de nuestra democracia mexicana, su Estado y su Pueblo. El principio de estas reformas radica en el extinto partido de mayoritario que  alargó su permanencia como el ogro filantrópico que otorgaba migajas electorales a una oposición necesaria para su dictablanda. Nuestra larga tradición novohispana, independentista, liberal, conservadora, dictatorial, revolucionaria y tecnócrata, traza este mapa que ahora redibuja  el presidente López Obrador.  En ese altruismo corporativo reside la pluralidad legislativa a cuenta gotas, graduada luego con  el INE desde Gobernación como IFE y que institucionalizó el  reparto de dinero y curules a sus opositores, llegando a tener sobrerrepresentación de diputados y senadores, nuevos congresos y nuevas entidades tal sucede  en la capital del país. El progresismo democrático saltó de curules a alcaldías a gubernaturas hasta alcanzar la Presidencia de la República. La alternancia y transición en el poder político se tranzó,  incumpliendo los partidos sus funciones. Es lo que José Rubén Romero denominó "Cuando engorda el Quijote", refiriéndose a los ideales traicionados por los herederos de la Revolución Mexicana. El sistema de partidos tutelado por el IFE/INE se sumó a esa abyección de ideales conformando una partidocracia parasitaria del dinero del pueblo. Aumentaron prebendas  financieras, ejércitos burocráticos, seudo partidos,  posverdades ideológicas y cuasi líderes políticos, en suma, una proxeneta partidocracia.  El partido de Estado confiaba, como nuestra historia nacional, en el maiceo de sus adversarios institucionales ya de derecha, ya de izquierda. Los nuevos Científicos neoliberales que privatizaron todo, dejaron intacto el paradigma del INE, replicándolo. Este modelo lo extendieron a la CNDH, INAI, CRE, SCJN, Senado, CNDH, COFECE, IFT,  para refugiar a sus amigos, entenados, concubinas,  familiares y claque política. Aquel Estado mínimo thatcherista que les indujo a obsequiar a sus testaferros los bienes del pueblo para que al fin México se modernizara y escalara el primer mundo, mereció para muy poco, porque el gen corporativista del Partido de Estado y de nuestra historia, pervivía como idiosincrasia nativa. Si no había nada más qué saquear quedaba la audacia de añadirle al Estado sobrecargas de burocracias doradas en los denominados organismos autónomos, alcanzando su prostitución con Felipe Calderón que fue más allá, negándose a abandonar el poder público, instalando a sus cuates a perpetuidad  con su malévolo servicio civil de carrera. El presidente López Obrador cree que es enmendable el curso desviado desde Juárez, Madero y Cárdenas a través de un paquete de reformas al Poder Judicial, Legislativo y de la rama ejecutiva: impartidores de justicia electos, achicar la sobrerrepresentación parlamentaria y extinguir, entre otros, las duplicadas actividades de los organismos autónomos. Estás reformas en perspectiva transformadora,  atraerán sobriedad y decoro en la simetría del Estado y del Pueblo.  Dichas iniciativas tocan los muchos intereses de partidos, camarillas, facciones y grupos enquistados en el dinero de los mexicanos, alegando entre ellos, razones  indecorosas a favor de su statu quo.  

SHEINBAUM Y LA CRUELDAD ANIMAL

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

Mientras Claudia Sheinbaum fue Jefa de Gobierno se privilegió el bienestar animal en la Ciudad de México y se elevaron las acciones de gobierno y legislativas en la Capital del País a favor del garantismo animalista. Aumentó Sheinbaum la protección y mejora del Suelo de Conservación con Altépetl Bienestar, que facilitó la aparición de especies que se creían extintas en el área, como  zorros, linces, coyotes, venados, teporingos, cacomixtles, peces, colibríes y aves migratorias norteamericanas que volvieron a los humedales de Cuemanco y de Fuentes Brotantes. Definió su administración una creciente biodiversidad promovida por la mística medioambiental, en una de las ciudades  más pobladas del mundo y depredadora  en tiempos neoliberales, cuyo símbolo es Plaza Telmex en las entrañas de Cuicuilco. Conforme a su estilo personal, Sheinbaum abrió en su podcast de todas las semanas el debate acerca de los animales: su maltrato, violencia, cuidados, marco legal, tutelas, registro, en implicaciones de doble carril tanto por la autoridad pública como la privada. El legado en la CDMX es inmenso. Ella y su equipo adoptaron una perrita inspirando el ejemplo a seguir en el bienestar de los seres sintientes. Sheinbaum esencialmente ambientalista es amante de los animales, pero hay otras como Clara Brugada y Delfina Gómez reconocidas por el amor a sus perros y los cuidados responsables de los seres de compañía. A un mes  que de inicio la corrida de toros en el Coso de Insurgentes, el podcast de Sheinbaum sobre lomitos y michis pone su sello acerca la bioética urgente que en pleno siglo XXI aún se cuestiona sobre la insensibilidad de los animales para resistir la crueldad y divertimento de personajes como Gabriel Quadri, Manlio Fabio Beltrones, Diego Fernández de Cevallos y Ricardo Salinas Pliego entre otros. Patricios del especismo que asomarán la testa en la plaza de toros gracias al fallo de Yasmín Esquivel y otros ministros que alzaron las manos en pro del retorno de la violencia animal sancionado en el articulado constitucional de la CDMX y derivados. El fallo de la SCJN, solamente confirma lo que el presidente López Obrador ha venido expresando de las sentencias judiciales presuntamente legales pero injustas. Mientras Claudia Sheinbaum fue Jefa de Gobierno la defensa animal también se caracterizó por las áreas protegidas CDMX que se sumaron y enaltecen al gobierno del presidente López Obrador por ser el mandatario que más decretos de protección natural ha emitido en la historia nacional, glorificando a México entre las naciones con más superficies verdes que escuetamente supera la amazonia brasileña. Igualmente Sheinbaum como Jefa de Gobierno  reformuló y amplió las   clínicas veterinarias gratuitas, esterilizaciones y vacunación masivas, nuevas leyes tutelares que penan el maltrato, registro global de mascotas para un censo e iniciativas que se quedaron en el escritorio  prohibiendo la venta de mascotas para a acabar con las tiendas de animales, responsables del segundo  tráfico ilegal de seres en el mundo  que supera el humano. En la convención del PVEM Sheinbaum volvió a memorizar los logros del Programa Ambiental y de Cambio Climático de la Ciudad de México. Son los verdes, aliados de Sheinbaum, quienes retomaron el triste fallo de la ministra Esquivel dándole una vuelta política, social y jurisprudencial para que la SCJN pueda salir de la indecorosa circunstancia decimonónica. Legaloide dice el presidente López Obrador, pero inmoral.

DEMOCRACIA SIN AGRAVIOS

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

El profesor Carlos Hank tenía una frase que se adelantaría por décadas al advenimiento de los tecnócratas al poder presidencial: “lo que se compra con dinero sale barato”.  Quizá sea una expresión intimista del Conde de Calimaya comerciada por su primo el Marqués del Valle  que alcanzó a Atlacomulco y que el general Obregón inmortalizaría más tarde cuando mejores eran los cañonazos de 50 mil pesos que morir en caliente. Los neoliberales se ufanaron en  torcer los términos, acabaron abaratando a México con elevados costos sociales. El presidente López Obrador ha criticado la compra de votos por Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto   en el Congreso para esquilmar  los bienes del pueblo. Las grandes reformas de la tecnocracia las señaló el líder de la 4T como fruto de la corrupción; porque para su conciencia no es lo mismo devolverle al pueblo lo robado que robarle al pueblo. Cuando es en las alturas de las élites políticas y empresariales, el sonido metálico resulta un badajo a exequias; cuando es en el nivel medio como el Consejo General del INE, el ruido de los críticos del Instituto se confunde con las emanaciones de Periférico y Arenal. El legado de Córdova y Murayama a la nueva presidente Guadalupe Taddei fue maniatarla en las áreas ejecutivas bajo acuerdo del Consejo General, dificultándole operatividad por nueve meses hasta que rompió el hechizo con el fallo judicial que autorizó transitoriamente designar nuevos responsables como encargados. El respaldo del TEPJF incomodó a los consiglieres que suponían esclavizada a Taddei. La incomprensión del veredicto judicial descalabraría a varios del Consejo, permeando en las estrenadas titulares de las encargadurías. La  ahora responsable  de la Secretaría Ejecutiva, conforme a sus allegados, al verse menospreciada por varios consejeros optó por secundar una de nuestras viejas tradiciones, novohispana, porfiriana,  obregonista y neoliberal, a través de un denominado Bono Democrático: cada viejo  consejero recibirá medio millón de pesos por fatiga comicial en 2024. Si esos  consiglieres creyeron tener una adversaria en la Secretaría Ejecutiva, finalmente entendieron apropiadamente la generosidad de su titular que los aceitó con el elíxir económico que invocaba con estilo el profesor Hank. Entre los excluidos de la indemnización, por fortuna,  aparece borrada  quien creyó en la licenciada Suárez y luchó hasta elevarla a Secretaria Ejecutiva, es decir, Guadalupe Taddei.  La sonorense si algo ha tenido en pulcritud, es ajustarse su salario y acciones a las nuevas disposiciones juaristas de la honrada medianía y distanciarse del parecido cordovés. Inculpar a la Secretaría Ejecutiva de pecar sola en este abordaje financiero, sería obviar a los demás miembros que se agasajaron  agarrando las patas de la res pública. El bono nada ilegal estaba destinado al ejército de piso que atiende sexenalmente las exhaustas  jornadas electorales.  Los sobrantes consejeros que pueden optar por ese cañonazo mitigante, son los tres miembros desamparados por las medidas judiciales de Murayama y Córdova a la Ley Juarista de emolumentos similares o menores al presidente López Obrador. Con medio millón de pesos los consejeros fatigados y opositores al ejercicio de la licenciada Suárez, quedaron aplacadas sus reticencias debido a que elementalmente aprobaron la conjetural irregularidad ausente a lo largo de la historia del IFE y del INE, como en las anuencias presupuestales del Legislativo. Los  gachupines, los porfiristas, los obregonistas y los tecnócratas, utilizaron los bonos políticos con fines “públicos”, todo era, en beneficio de la Nación, certificaban. Quizá eso mismo esté ocurriendo en el INE, siendo que para otros este Bono Democrático raya su espíritu en los desafectos y emociones de beneplácito entre una persona malmirada por un grupo poco merecedor de los nuevos tiempos transformadores que corren en México. La moraleja del INE tiene diversos ángulos: los consiglieres que reprobaban los méritos de la licenciada Suárez bien optan por decir que se equivocaron con su talento aplaudiéndola o bien proceden a ratificar sus críticas devolviendo los bonos de medio millón de pesos. Porque dejarle toda el fardo a  Claudia Suárez bajo el mutis consejal, es procacidad. Tras la virtud probada de Guadalupe Taddei, queda templado el beneficio de las encargadurías con  la temporalidad que les permite acreditar bien o mal el desempeño ejercido. A diferencia de la máxima del Conde de Calimaya, en los tiempos vigentes no a todos se les da por agradar sin agraviar o recibir sin escupir.

 

BEISBOL, TOROS Y JAZMINES

 



 

Por Vladimir Rothschuh 

 

Los activistas defensores de los animales tildan de prevaricato a la ministra Yasmín Esquivel, añadiendo un conflicto de interés más a su currícula en la SCJN: como ministra ponente acerca de las corridas de toros en la CDMX, según los activistas, debió excusarse y rechazar el caso debido a su afición a las corridas de toros. Generacionalmente la única ministra joven del Pleno es Lenia Batres, los restantes responden a un siglo donde el maltrato animal, los sobrenombres, la homosexualidad, la misoginia y el racismo eran tolerados y fomentados. Hoy está  mal visto decirle retrasado mental a una persona con capacidades diferentes. Inclusive un auto de ocho cilindros era cool en el siglo pasado y el medioambiente poco importaba con los combustibles fósiles. A esa generación pertenecen los miembros del Pleno de la Suprema Corte. Dichos eventos son horrorosos para los Millennials y  éstos han hecho conciencia contra las desviaciones sociales, morales y económicas de lo mal llamado “usos y costumbres”.  Los defensores del derecho animal,  imputan a la ministra Esquivel, en un nuevo momento sobre su tesis y un nuevo amparo a favor de la UNAM, sin embargo, no pueden culparla por ser carnívora y no vegetariana, por usar autos grandes, por disfrutar de la  pasión  del Rey Minos que Teseo puso fin para liberar al Mediterráneo de un tirano. En todo su juicio está  la ministra Esquivel de gozar las nuevas libertades políticas, como rechazar la propuesta del presidente López Obrador para que a los impartidores de justicia, el pueblo los designe por votación abierta. También está en su lícita conveniencia la ministra y los nueve restantes miembros del Pleno de cobrar 700 mil pesos mensuales y no ajustarse su salario conforme a la novedosa Ley juarista que tasa a todo servidor público a la justa medianía del presidente López Obrador, siendo la excepción  la ministra Lenia Batres. ¿Cuántos defensores de los derechos animales han dejado de comer animales o bien cuántos repudian la tauromaquia pero disfrutan  filetes de animales brutalmente estresados para satisfacer sus apetitos culinarios? El primer redondel taurino de México fue en la Plaza del Volador en 1529, donde la santa inquisición empalaba y mandaba a quemar a los indios antropófagos siendo que el clero y los españoles juraban y se emborrachaban comiendo la carne y bebiendo la sangre de Cristo.  La ministra Esquivel no es responsable total de que vuelvan las corridas de toros a la CDMX, hay cuatro ministros más que alzaron la mano, tambien son corresponsables las autoridades municipales, legisladores, gobernantes y activistas, por permitir que el Coso de Insurgentes no fuera destruido para convertirlo  en un espacio deportivo, unidad habitacional o un mall,  tal sucedió inversamente con los neoliberales en el ahora Parque Delta y para desgracia del béisbol que sí disfruta sanamente el presidente López Obrador.  Para esa vieja generación de ministros de la SCJN va esta añeja copla de Carlos Castellanos: 

"Y ese toro enamorado de la luna

Que abandona por las noches la maná

Es pintado de amapola y aceituna

Y le puso campanero el mayoral

Los romeros de los montes le besan la frente

Las estrellas y luceros lo bañan de plata

Y el torito que es bravío y de casta valiente

Abanicos de colores parecen sus patas..."

¡Vaya tío, qué potestad gozamos nosotros para arruinarle la vida al lindo animal!

Los tiempos de los derechos de última generación marchan contra ese reloj conservador de esclavismo y maltrato especista. ¡Cuántos no se opusieron a que las mujeres votaran, cuántos que fueran electas y cuántos a que ocuparan encargos públicos! La ministra Esquivel es el resultado feminista del presidente López Obrador que ha llevado el mayor número de mujeres a la Suprema Corte y a construir el primer Gabinete de paridad de género en la historia nacional, así como orientar a una mujer como primera Jefa del Estado Mexicano.

 

LOS FUSIBLES DEL PRESIDENTE

 

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

El presidente López Obrador mantuvo una comunicación fluida entre su gobierno y la SCJN mientras  el ministro presidente y el consejero  jurídico de la Presidencia de la República sostenían comunicación de dos vías. El jefe del Estado Nacional  y le país disfrutaban del diálogo positivo. Una vez que el responsable jurídico, Julio Scherer, dejó los nervios del gobierno con el Poder Judicial y Arturo Zaldívar cumplió sus tiempos en la presidencia del máximo tribunal, quedó incomunicado Palacio Nacional con su vecino. Percibieron mal los responsables jurídicos  en Bucareli sus funciones favorecedoras de los objetivos del Gobierno de México con los impartidores de justicia. Cualquier jurista pondera mejor los acuerdos regulares que los estupendos pleitos. En un país señoreado por la violencia neoliberal, un moderado izquierdista es tabla de salvación en un océano de desavenencias.  La situación se agudizó cuando las nuevas ministras propuestas por el ejecutivo federal incumplieron sus funciones transformadoras en el seno de la Suprema Corte. Alguien dirá que traicionaron los principios por los que fueron propuestas ante el Senado, pero la cuestión era saber si contaban en sus haberes  con algunos valores de cambio hacia el desmejorado Poder Judicial. Esas ministras zalameras  granjeándose el favor de Palacio Nacional y de la bancada de senadores morenos, prometieron todo e incumplieron todo. Las ex morenistas privilegiadas por el presidente López Obrador en la Corte, pronto se prostituyeron adaptándose felizmente al conservadurismo virreinal de la nueva Audiencia. Desmemoriadas ahora van a contracorriente de la democratización del Poder Judicial, comparten las visiones neoliberales de una justicia con distingos de clase. Sin la efectividad de Julio Scherer sabiendo comunicar los objetivos de país del presidente López Obrador, comenzó  Segob a evidenciar dificultades  ampliando desequilibrios con los impartidores de justicia debido a que sustentaba la relación entre ambos Poderes sobre  las discrepancias y no en las harmonías. Recuperar la simbiosis que alguna vez tuvo el presidente López Obrador con la Suprema Corte se muestra promisorio con la ministra Lenia Batres, restituyendo ella los fusibles de diálogo, perdidos una vez  sin Zaldívar en la Corte  y sin  Scherer en la Consejería. Recuperar el coloquio es posible a través de la ministra Batres ya que ha habido sororidad de parte de la ministra presidenta Norma Piña y gran parte del Pleno también, acogiéndola con los brazos abiertos. La identidad de la ministra Batres hacia la Cuarta Transformación es honesta, identificarse con mejores mecanismos de diálogo entre Poderes permitirá al Gobierno de México remontar la anomalía comunicativa que permea en el equipo de Luisa Alcalde y que el equipo de Ackerman no promete instalándose como asesor de Lenia  en la SCJN, pues lo  que acabó mal en la sucesión de Guerrero, no debe volverse a repetir entre quienes usaron el fatuo feminismo para incriminar al presidente López Obrador yendo a  pintarrajear y quemar las puertas de Palacio Nacional. Nadie desea y menos el Ejecutivo Federal, una agenda judicial cafeínada por los halcones surianos cuya altanería dejo ingratos sinsabores en la agenda de género.  La restitución del diálogo desde el seno mismo de la Suprema Corte, no obstante necesaria, es factible.

LÓPEZ OBRADOR: HAMÁS DE LOS JAMACES

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

El presidente López Obrador atajó los manoseos de la cancillería chilena que hizo parecer que el acompañamiento  del Estado Mexicano en la Corte Internacional era un respaldo a Hamás. López Obrador percibió letargo o maledicencia camachista en Relaciones Exteriores y tuvo que salir a explicar personalmente que México no apoya ningún genocidio como el de la extrema terrorista, (que no el pueblo de Palestina) masacrando niños, violando mujeres y secuestrando ancianos, en el peor exterminio judío luego de Ramsés II y Hitler. Amparaba menos el presidente López Obrador a la extrema derecha gobernante de Netanyahu (que no el pueblo de Israel) en su ojo por ojo de tierra arrasada que complace al terrorismo de Hamás y sus pares en Irán o Yemen. El presidente mexicano desaprobó las acciones bélicas de Putin en Ucrania, propuso un plan de paz sumando al Papa y Narendra, donde cuestionaba a la ONU por su pasividad y que Zelensky rechazó por quebrar su histrionismo de actor venido a estadista. Los vínculos del líder de la Cuarta Transformación con Chile los confundieron en el equipo de Boric, México descree de una izquierda asesina cuyos cabecillas son unos fantoches dándose la gran vida en Catar y Dubái  mientras el pueblo de Gaza pone a los muertos. El presidente mexicano desacreditó las mentiras de la prensa gringa y europea que formó parte de la masacre del 7 de octubre y, de ninguna manera otorgó beneplácito a la incapaz Corte Internacional,  habiendo prestado la ONU  hospitales, ambulancias y escuelas en Palestina para el terrorismo. El Jefe de Estado número dos en el mundo,  difícilmente ofrecería cobijo por ética propia a las infamias políticas que dominan los Señores de la Guerra en Rusia, en Estados Unidos, en la Unión Europea, en Israel, en Palestina o en Irán. El documento de la canciller Bárcena entregado a la Corte Internacional pide un alto al sinsentido de la guerra mutua y también que se condene la masacre de mil 500 judíos inocentes perpetrada por Hamás. Penosamente los chilenos hicieron de las suyas tergiversando el acompañamiento superior y moral del mejor gobierno del mundo que encabeza la Cuarta Transformación. Tristemente es el estilo de la administración de Boric, inestable, desorganizado, malqueriente: invitado por Ebrard a México perdió las maneras y dijo que estaba en el país feminicida por excelencia de América, y hoy que los capos del narco dominan Chile como lo hacen en Ecuador, culpa a los aztecas de la falta de seguridad  pública. La cortesía mexicana no ameritaba, ni amerita en adelante, buscar mancuernas en la ONU para exigir lo que en los hechos diarios López Obrador ejemplifica con su administración gubernamental. Boric se ha cobijado  a la sombra del segundo mejor estadista del mundo, también las izquierdas latinoamericanas se arropan con López Obrador como lo hace Biden e hizo el derechista Trump. Para todos hay, dice el Jefe del Estado Mexicano: poquito pero bendito. El equívoco es imaginar que son pares y de eso se encarga él mismo atajando los manoseos diplomáticos.

 

SHEINBAUM: CIERRE Y APERTURA

  


 

 Por Vladimir Rothschuh

 

Monumental cierre de precampaña de Claudia Sheinbaum alumbrando de rosa el espacio fundado sobre los fracasos del porfiriato y del callismo: la frustrada sede del congreso y esperpento del saqueo post revolucionario. Ahí Sheinbaum personificaba bajo el cabalístico uno más ocho, el cierre oficial de su precampaña, pero sobre todo el cierre de cinco siglos de sexismo, clasismo y tristemente, racismo en un país multi étnico. También significó la apertura ojalá feliz de reconciliación de nuestro México hacia su origen como Estado Nacional fincado en la desconfianza mutua azuzado por la conquista militar y espiritual. Porque en nuestra inmadurez histórica solemos culpar a las mujeres de nuestras incapacidades inherentes de machos, siendo una mujer la que hizo posible la amalgama de las etnias contra el imperialismo mexica, siendo una mujer la que fecunda y libera a México de la Nueva España, siendo una mujer el estandarte de la unidad nacional y de todas esas mujeres patriotas que como Jefa de Gobierno entronó Sheinbaum en bronce  a lo largo del Paseo de la Reforma. Ha sido difícil en México como en el mundo, la restitución del derecho matriarcal a quienes una vez gobernaron con Gaia las latitudes del planeta. Hoy predicen los chinos con su almanaque de ciento ochenta años, un periodo de crecimiento, fertilidad, bajo el dominio de las mujeres en los restantes veinte años. EI I-Ching lo llama verano, mujer, Li, nueve; sin embargo,  una mujer no proyecta un asiento en el buró comunista de Xi Jinping y menos éste ha decidido cederle su cargo a una matrona de la política asiática para los futuros lustros. Este es nuestro cierre y nuestro estreno con Sheinbaum  imantando esos cinco siglos en naturaleza propia o como atajara cuando le interrogaron sobre su logro personal de alcanzar la máxima magistratura, que no era un tema de ego sino de la visibilización de las mexicanas y de las niñas que pueden y deben asumir sus derechos por encima de los roles establecidos en la jerarquía de sexos. La inmensa mayoría de asistentes al cierre de su precampaña en el Monumento a la Revolución, eran chicas adolescentes y mujeres de mediana edad provenientes de todas partes del país e identificadas con la nueva época que avizoran para ellas y México. En la plenitud física exaltada por de Beauvoir, ha discurrido Sheinbaum con una madurez inusitada porque remisos y extraños se inclinan a su paso como lo evidenciaron todos los precandidatos que compitieron con ella por la continuidad del proyecto transformador del país, como lo son las mesas de proyecciones con personajes diversos. La habilidad innata de sumar visiones opuestas bajo el concierto de su munificencia, permiten aventurar la reconciliación con nuestros orígenes políticos y de Estado Nación. La unidad y la paz en los senos familiares siempre las tutelan las madres y son las mexicanas las que han formado generaciones y han sacado a los suyos y a los nuestros del abandono apuntalando una hombría pública soportada por las enaguas de la casa. Estabilidad emocional, formación intelectual, trayectoria ideológica, mujer del principio al cabo, Sheinbaum es el cierre y el estreno acertado de una nueva administración política con expresión holística propia de su género. En la sinuosa confianza está la inauguración sedosa de la primera mujer Jefa del Estado Mexicano.

RUBÉN DARÍO EN MÉXICO

 



 

 

Por Vladimir Rothschuh

 

 

Rubén Darío es invitado a los festejos del centenario de la Independencia por Justo Sierra a sugerencia de Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes; su hermano Max, lo recibiría en La Habana a su llegada de Francia y en tránsito hacia Veracruz. Las frases elogiosas de Max, más musicólogo que experto en poesía como su hermano Pedro, así como las atenciones de Alfonso Cravioto, como representante del Ateneo de la Juventud, enmarcan la visión e influencia del dominicano en el albor cultural del México moderno: como apostó por Rubén Darío en los festejos del siglo, igual apostaría por Salomón de la Selva, recomendado suyo ante José Vasconcelos y de inmensos frutos literarios para esas generaciones volcadas como Alfonso Reyes, nieto de un arriero nicaragüense. Es el sino de Henríquez Ureña en el ceñido de las formas grecorromanas y de ese muralismo cuyas paredes públicas cedería Vasconcelos y que más tarde cuestionaría en los términos de la visión de los vencidos que plasmarían Rivera y Orozco. Los hados quisieron el propósito de la historia invertida para Nicaragua y México: los conservadores de allá fraguaron el golpismo con los gringos contra el general Zelaya y los progresistas mexicanos depusieron aquí el conservadurismo del general Díaz. Entrambos tiempos Rubén Darío literalmente navega de Francia a México y Nicaragua: quien lo apoyaba para representar las letras castellanas en el centenario de Independencia, fue depuesto y el que lo recibiría es echado bajo la consigna revolucionaria de no reelección maderista, donde figuraba el poeta Solón Argüello, un leonés nicaragüense como Darío que siendo secretario particular de Madero ejercería influencia decisiva y cuya semblanza rescatada lleva el mérito de Beatriz Gutiérrez Müller. En Nicaragua Solón es la figura del soldado desconocido: revolucionario mexicano y fusilado junto al demócrata Madero. Este soldado desconocido se muestra ignorado en los nichos de la Catedral de León que resguardan los restos de Rubén y Salomón.  Es una pena que la Biblioteca Solón Argüello ofrecida por el gobierno del presidente López Obrador para Nicaragua, haya sido inadvertida. El peso cultural de Pedro Henríquez Ureña y de Alfonso Reyes sobre el general Reyes y Justo Sierra, era notorio, no  el político; de lo contrario no habría sido desairado Rubén Darío en las costas veracruzanas donde soltaría una sentencia monárquica sobre Hernán Cortés, las naves quemadas y el corazón sembrado en México. Henríquez Ureña no se apersonó  a recibir al Príncipe de las Letras Hispanas, envió a Cravioto a endulzarle las horas con la generosidad de Justo Sierra tasada con quinientos dólares en aras del desagravio, felizmente aceptados por Rubén para derrocharlos en La Habana. Las horas incumplidas de Darío en la Región más Transparente, las acicaló como Alexander von Humboldt en Xalapa que también enamoró a Pedro Henríquez Ureña exaltando su aroma, colorido y temperatura, según refiriera en su correspondencia privada a Alfonso Reyes.