SHEINBAUM Y LA CRUELDAD ANIMAL

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

Mientras Claudia Sheinbaum fue Jefa de Gobierno se privilegió el bienestar animal en la Ciudad de México y se elevaron las acciones de gobierno y legislativas en la Capital del País a favor del garantismo animalista. Aumentó Sheinbaum la protección y mejora del Suelo de Conservación con Altépetl Bienestar, que facilitó la aparición de especies que se creían extintas en el área, como  zorros, linces, coyotes, venados, teporingos, cacomixtles, peces, colibríes y aves migratorias norteamericanas que volvieron a los humedales de Cuemanco y de Fuentes Brotantes. Definió su administración una creciente biodiversidad promovida por la mística medioambiental, en una de las ciudades  más pobladas del mundo y depredadora  en tiempos neoliberales, cuyo símbolo es Plaza Telmex en las entrañas de Cuicuilco. Conforme a su estilo personal, Sheinbaum abrió en su podcast de todas las semanas el debate acerca de los animales: su maltrato, violencia, cuidados, marco legal, tutelas, registro, en implicaciones de doble carril tanto por la autoridad pública como la privada. El legado en la CDMX es inmenso. Ella y su equipo adoptaron una perrita inspirando el ejemplo a seguir en el bienestar de los seres sintientes. Sheinbaum esencialmente ambientalista es amante de los animales, pero hay otras como Clara Brugada y Delfina Gómez reconocidas por el amor a sus perros y los cuidados responsables de los seres de compañía. A un mes  que de inicio la corrida de toros en el Coso de Insurgentes, el podcast de Sheinbaum sobre lomitos y michis pone su sello acerca la bioética urgente que en pleno siglo XXI aún se cuestiona sobre la insensibilidad de los animales para resistir la crueldad y divertimento de personajes como Gabriel Quadri, Manlio Fabio Beltrones, Diego Fernández de Cevallos y Ricardo Salinas Pliego entre otros. Patricios del especismo que asomarán la testa en la plaza de toros gracias al fallo de Yasmín Esquivel y otros ministros que alzaron las manos en pro del retorno de la violencia animal sancionado en el articulado constitucional de la CDMX y derivados. El fallo de la SCJN, solamente confirma lo que el presidente López Obrador ha venido expresando de las sentencias judiciales presuntamente legales pero injustas. Mientras Claudia Sheinbaum fue Jefa de Gobierno la defensa animal también se caracterizó por las áreas protegidas CDMX que se sumaron y enaltecen al gobierno del presidente López Obrador por ser el mandatario que más decretos de protección natural ha emitido en la historia nacional, glorificando a México entre las naciones con más superficies verdes que escuetamente supera la amazonia brasileña. Igualmente Sheinbaum como Jefa de Gobierno  reformuló y amplió las   clínicas veterinarias gratuitas, esterilizaciones y vacunación masivas, nuevas leyes tutelares que penan el maltrato, registro global de mascotas para un censo e iniciativas que se quedaron en el escritorio  prohibiendo la venta de mascotas para a acabar con las tiendas de animales, responsables del segundo  tráfico ilegal de seres en el mundo  que supera el humano. En la convención del PVEM Sheinbaum volvió a memorizar los logros del Programa Ambiental y de Cambio Climático de la Ciudad de México. Son los verdes, aliados de Sheinbaum, quienes retomaron el triste fallo de la ministra Esquivel dándole una vuelta política, social y jurisprudencial para que la SCJN pueda salir de la indecorosa circunstancia decimonónica. Legaloide dice el presidente López Obrador, pero inmoral.

DEMOCRACIA SIN AGRAVIOS

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

El profesor Carlos Hank tenía una frase que se adelantaría por décadas al advenimiento de los tecnócratas al poder presidencial: “lo que se compra con dinero sale barato”.  Quizá sea una expresión intimista del Conde de Calimaya comerciada por su primo el Marqués del Valle  que alcanzó a Atlacomulco y que el general Obregón inmortalizaría más tarde cuando mejores eran los cañonazos de 50 mil pesos que morir en caliente. Los neoliberales se ufanaron en  torcer los términos, acabaron abaratando a México con elevados costos sociales. El presidente López Obrador ha criticado la compra de votos por Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto   en el Congreso para esquilmar  los bienes del pueblo. Las grandes reformas de la tecnocracia las señaló el líder de la 4T como fruto de la corrupción; porque para su conciencia no es lo mismo devolverle al pueblo lo robado que robarle al pueblo. Cuando es en las alturas de las élites políticas y empresariales, el sonido metálico resulta un badajo a exequias; cuando es en el nivel medio como el Consejo General del INE, el ruido de los críticos del Instituto se confunde con las emanaciones de Periférico y Arenal. El legado de Córdova y Murayama a la nueva presidente Guadalupe Taddei fue maniatarla en las áreas ejecutivas bajo acuerdo del Consejo General, dificultándole operatividad por nueve meses hasta que rompió el hechizo con el fallo judicial que autorizó transitoriamente designar nuevos responsables como encargados. El respaldo del TEPJF incomodó a los consiglieres que suponían esclavizada a Taddei. La incomprensión del veredicto judicial descalabraría a varios del Consejo, permeando en las estrenadas titulares de las encargadurías. La  ahora responsable  de la Secretaría Ejecutiva, conforme a sus allegados, al verse menospreciada por varios consejeros optó por secundar una de nuestras viejas tradiciones, novohispana, porfiriana,  obregonista y neoliberal, a través de un denominado Bono Democrático: cada viejo  consejero recibirá medio millón de pesos por fatiga comicial en 2024. Si esos  consiglieres creyeron tener una adversaria en la Secretaría Ejecutiva, finalmente entendieron apropiadamente la generosidad de su titular que los aceitó con el elíxir económico que invocaba con estilo el profesor Hank. Entre los excluidos de la indemnización, por fortuna,  aparece borrada  quien creyó en la licenciada Suárez y luchó hasta elevarla a Secretaria Ejecutiva, es decir, Guadalupe Taddei.  La sonorense si algo ha tenido en pulcritud, es ajustarse su salario y acciones a las nuevas disposiciones juaristas de la honrada medianía y distanciarse del parecido cordovés. Inculpar a la Secretaría Ejecutiva de pecar sola en este abordaje financiero, sería obviar a los demás miembros que se agasajaron  agarrando las patas de la res pública. El bono nada ilegal estaba destinado al ejército de piso que atiende sexenalmente las exhaustas  jornadas electorales.  Los sobrantes consejeros que pueden optar por ese cañonazo mitigante, son los tres miembros desamparados por las medidas judiciales de Murayama y Córdova a la Ley Juarista de emolumentos similares o menores al presidente López Obrador. Con medio millón de pesos los consejeros fatigados y opositores al ejercicio de la licenciada Suárez, quedaron aplacadas sus reticencias debido a que elementalmente aprobaron la conjetural irregularidad ausente a lo largo de la historia del IFE y del INE, como en las anuencias presupuestales del Legislativo. Los  gachupines, los porfiristas, los obregonistas y los tecnócratas, utilizaron los bonos políticos con fines “públicos”, todo era, en beneficio de la Nación, certificaban. Quizá eso mismo esté ocurriendo en el INE, siendo que para otros este Bono Democrático raya su espíritu en los desafectos y emociones de beneplácito entre una persona malmirada por un grupo poco merecedor de los nuevos tiempos transformadores que corren en México. La moraleja del INE tiene diversos ángulos: los consiglieres que reprobaban los méritos de la licenciada Suárez bien optan por decir que se equivocaron con su talento aplaudiéndola o bien proceden a ratificar sus críticas devolviendo los bonos de medio millón de pesos. Porque dejarle toda el fardo a  Claudia Suárez bajo el mutis consejal, es procacidad. Tras la virtud probada de Guadalupe Taddei, queda templado el beneficio de las encargadurías con  la temporalidad que les permite acreditar bien o mal el desempeño ejercido. A diferencia de la máxima del Conde de Calimaya, en los tiempos vigentes no a todos se les da por agradar sin agraviar o recibir sin escupir.

 

BEISBOL, TOROS Y JAZMINES

 



 

Por Vladimir Rothschuh 

 

Los activistas defensores de los animales tildan de prevaricato a la ministra Yasmín Esquivel, añadiendo un conflicto de interés más a su currícula en la SCJN: como ministra ponente acerca de las corridas de toros en la CDMX, según los activistas, debió excusarse y rechazar el caso debido a su afición a las corridas de toros. Generacionalmente la única ministra joven del Pleno es Lenia Batres, los restantes responden a un siglo donde el maltrato animal, los sobrenombres, la homosexualidad, la misoginia y el racismo eran tolerados y fomentados. Hoy está  mal visto decirle retrasado mental a una persona con capacidades diferentes. Inclusive un auto de ocho cilindros era cool en el siglo pasado y el medioambiente poco importaba con los combustibles fósiles. A esa generación pertenecen los miembros del Pleno de la Suprema Corte. Dichos eventos son horrorosos para los Millennials y  éstos han hecho conciencia contra las desviaciones sociales, morales y económicas de lo mal llamado “usos y costumbres”.  Los defensores del derecho animal,  imputan a la ministra Esquivel, en un nuevo momento sobre su tesis y un nuevo amparo a favor de la UNAM, sin embargo, no pueden culparla por ser carnívora y no vegetariana, por usar autos grandes, por disfrutar de la  pasión  del Rey Minos que Teseo puso fin para liberar al Mediterráneo de un tirano. En todo su juicio está  la ministra Esquivel de gozar las nuevas libertades políticas, como rechazar la propuesta del presidente López Obrador para que a los impartidores de justicia, el pueblo los designe por votación abierta. También está en su lícita conveniencia la ministra y los nueve restantes miembros del Pleno de cobrar 700 mil pesos mensuales y no ajustarse su salario conforme a la novedosa Ley juarista que tasa a todo servidor público a la justa medianía del presidente López Obrador, siendo la excepción  la ministra Lenia Batres. ¿Cuántos defensores de los derechos animales han dejado de comer animales o bien cuántos repudian la tauromaquia pero disfrutan  filetes de animales brutalmente estresados para satisfacer sus apetitos culinarios? El primer redondel taurino de México fue en la Plaza del Volador en 1529, donde la santa inquisición empalaba y mandaba a quemar a los indios antropófagos siendo que el clero y los españoles juraban y se emborrachaban comiendo la carne y bebiendo la sangre de Cristo.  La ministra Esquivel no es responsable total de que vuelvan las corridas de toros a la CDMX, hay cuatro ministros más que alzaron la mano, tambien son corresponsables las autoridades municipales, legisladores, gobernantes y activistas, por permitir que el Coso de Insurgentes no fuera destruido para convertirlo  en un espacio deportivo, unidad habitacional o un mall,  tal sucedió inversamente con los neoliberales en el ahora Parque Delta y para desgracia del béisbol que sí disfruta sanamente el presidente López Obrador.  Para esa vieja generación de ministros de la SCJN va esta añeja copla de Carlos Castellanos: 

"Y ese toro enamorado de la luna

Que abandona por las noches la maná

Es pintado de amapola y aceituna

Y le puso campanero el mayoral

Los romeros de los montes le besan la frente

Las estrellas y luceros lo bañan de plata

Y el torito que es bravío y de casta valiente

Abanicos de colores parecen sus patas..."

¡Vaya tío, qué potestad gozamos nosotros para arruinarle la vida al lindo animal!

Los tiempos de los derechos de última generación marchan contra ese reloj conservador de esclavismo y maltrato especista. ¡Cuántos no se opusieron a que las mujeres votaran, cuántos que fueran electas y cuántos a que ocuparan encargos públicos! La ministra Esquivel es el resultado feminista del presidente López Obrador que ha llevado el mayor número de mujeres a la Suprema Corte y a construir el primer Gabinete de paridad de género en la historia nacional, así como orientar a una mujer como primera Jefa del Estado Mexicano.

 

LOS FUSIBLES DEL PRESIDENTE

 

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

El presidente López Obrador mantuvo una comunicación fluida entre su gobierno y la SCJN mientras  el ministro presidente y el consejero  jurídico de la Presidencia de la República sostenían comunicación de dos vías. El jefe del Estado Nacional  y le país disfrutaban del diálogo positivo. Una vez que el responsable jurídico, Julio Scherer, dejó los nervios del gobierno con el Poder Judicial y Arturo Zaldívar cumplió sus tiempos en la presidencia del máximo tribunal, quedó incomunicado Palacio Nacional con su vecino. Percibieron mal los responsables jurídicos  en Bucareli sus funciones favorecedoras de los objetivos del Gobierno de México con los impartidores de justicia. Cualquier jurista pondera mejor los acuerdos regulares que los estupendos pleitos. En un país señoreado por la violencia neoliberal, un moderado izquierdista es tabla de salvación en un océano de desavenencias.  La situación se agudizó cuando las nuevas ministras propuestas por el ejecutivo federal incumplieron sus funciones transformadoras en el seno de la Suprema Corte. Alguien dirá que traicionaron los principios por los que fueron propuestas ante el Senado, pero la cuestión era saber si contaban en sus haberes  con algunos valores de cambio hacia el desmejorado Poder Judicial. Esas ministras zalameras  granjeándose el favor de Palacio Nacional y de la bancada de senadores morenos, prometieron todo e incumplieron todo. Las ex morenistas privilegiadas por el presidente López Obrador en la Corte, pronto se prostituyeron adaptándose felizmente al conservadurismo virreinal de la nueva Audiencia. Desmemoriadas ahora van a contracorriente de la democratización del Poder Judicial, comparten las visiones neoliberales de una justicia con distingos de clase. Sin la efectividad de Julio Scherer sabiendo comunicar los objetivos de país del presidente López Obrador, comenzó  Segob a evidenciar dificultades  ampliando desequilibrios con los impartidores de justicia debido a que sustentaba la relación entre ambos Poderes sobre  las discrepancias y no en las harmonías. Recuperar la simbiosis que alguna vez tuvo el presidente López Obrador con la Suprema Corte se muestra promisorio con la ministra Lenia Batres, restituyendo ella los fusibles de diálogo, perdidos una vez  sin Zaldívar en la Corte  y sin  Scherer en la Consejería. Recuperar el coloquio es posible a través de la ministra Batres ya que ha habido sororidad de parte de la ministra presidenta Norma Piña y gran parte del Pleno también, acogiéndola con los brazos abiertos. La identidad de la ministra Batres hacia la Cuarta Transformación es honesta, identificarse con mejores mecanismos de diálogo entre Poderes permitirá al Gobierno de México remontar la anomalía comunicativa que permea en el equipo de Luisa Alcalde y que el equipo de Ackerman no promete instalándose como asesor de Lenia  en la SCJN, pues lo  que acabó mal en la sucesión de Guerrero, no debe volverse a repetir entre quienes usaron el fatuo feminismo para incriminar al presidente López Obrador yendo a  pintarrajear y quemar las puertas de Palacio Nacional. Nadie desea y menos el Ejecutivo Federal, una agenda judicial cafeínada por los halcones surianos cuya altanería dejo ingratos sinsabores en la agenda de género.  La restitución del diálogo desde el seno mismo de la Suprema Corte, no obstante necesaria, es factible.

LÓPEZ OBRADOR: HAMÁS DE LOS JAMACES

 



 

Por Vladimir Rothschuh

 

El presidente López Obrador atajó los manoseos de la cancillería chilena que hizo parecer que el acompañamiento  del Estado Mexicano en la Corte Internacional era un respaldo a Hamás. López Obrador percibió letargo o maledicencia camachista en Relaciones Exteriores y tuvo que salir a explicar personalmente que México no apoya ningún genocidio como el de la extrema terrorista, (que no el pueblo de Palestina) masacrando niños, violando mujeres y secuestrando ancianos, en el peor exterminio judío luego de Ramsés II y Hitler. Amparaba menos el presidente López Obrador a la extrema derecha gobernante de Netanyahu (que no el pueblo de Israel) en su ojo por ojo de tierra arrasada que complace al terrorismo de Hamás y sus pares en Irán o Yemen. El presidente mexicano desaprobó las acciones bélicas de Putin en Ucrania, propuso un plan de paz sumando al Papa y Narendra, donde cuestionaba a la ONU por su pasividad y que Zelensky rechazó por quebrar su histrionismo de actor venido a estadista. Los vínculos del líder de la Cuarta Transformación con Chile los confundieron en el equipo de Boric, México descree de una izquierda asesina cuyos cabecillas son unos fantoches dándose la gran vida en Catar y Dubái  mientras el pueblo de Gaza pone a los muertos. El presidente mexicano desacreditó las mentiras de la prensa gringa y europea que formó parte de la masacre del 7 de octubre y, de ninguna manera otorgó beneplácito a la incapaz Corte Internacional,  habiendo prestado la ONU  hospitales, ambulancias y escuelas en Palestina para el terrorismo. El Jefe de Estado número dos en el mundo,  difícilmente ofrecería cobijo por ética propia a las infamias políticas que dominan los Señores de la Guerra en Rusia, en Estados Unidos, en la Unión Europea, en Israel, en Palestina o en Irán. El documento de la canciller Bárcena entregado a la Corte Internacional pide un alto al sinsentido de la guerra mutua y también que se condene la masacre de mil 500 judíos inocentes perpetrada por Hamás. Penosamente los chilenos hicieron de las suyas tergiversando el acompañamiento superior y moral del mejor gobierno del mundo que encabeza la Cuarta Transformación. Tristemente es el estilo de la administración de Boric, inestable, desorganizado, malqueriente: invitado por Ebrard a México perdió las maneras y dijo que estaba en el país feminicida por excelencia de América, y hoy que los capos del narco dominan Chile como lo hacen en Ecuador, culpa a los aztecas de la falta de seguridad  pública. La cortesía mexicana no ameritaba, ni amerita en adelante, buscar mancuernas en la ONU para exigir lo que en los hechos diarios López Obrador ejemplifica con su administración gubernamental. Boric se ha cobijado  a la sombra del segundo mejor estadista del mundo, también las izquierdas latinoamericanas se arropan con López Obrador como lo hace Biden e hizo el derechista Trump. Para todos hay, dice el Jefe del Estado Mexicano: poquito pero bendito. El equívoco es imaginar que son pares y de eso se encarga él mismo atajando los manoseos diplomáticos.

 

SHEINBAUM: CIERRE Y APERTURA

  


 

 Por Vladimir Rothschuh

 

Monumental cierre de precampaña de Claudia Sheinbaum alumbrando de rosa el espacio fundado sobre los fracasos del porfiriato y del callismo: la frustrada sede del congreso y esperpento del saqueo post revolucionario. Ahí Sheinbaum personificaba bajo el cabalístico uno más ocho, el cierre oficial de su precampaña, pero sobre todo el cierre de cinco siglos de sexismo, clasismo y tristemente, racismo en un país multi étnico. También significó la apertura ojalá feliz de reconciliación de nuestro México hacia su origen como Estado Nacional fincado en la desconfianza mutua azuzado por la conquista militar y espiritual. Porque en nuestra inmadurez histórica solemos culpar a las mujeres de nuestras incapacidades inherentes de machos, siendo una mujer la que hizo posible la amalgama de las etnias contra el imperialismo mexica, siendo una mujer la que fecunda y libera a México de la Nueva España, siendo una mujer el estandarte de la unidad nacional y de todas esas mujeres patriotas que como Jefa de Gobierno entronó Sheinbaum en bronce  a lo largo del Paseo de la Reforma. Ha sido difícil en México como en el mundo, la restitución del derecho matriarcal a quienes una vez gobernaron con Gaia las latitudes del planeta. Hoy predicen los chinos con su almanaque de ciento ochenta años, un periodo de crecimiento, fertilidad, bajo el dominio de las mujeres en los restantes veinte años. EI I-Ching lo llama verano, mujer, Li, nueve; sin embargo,  una mujer no proyecta un asiento en el buró comunista de Xi Jinping y menos éste ha decidido cederle su cargo a una matrona de la política asiática para los futuros lustros. Este es nuestro cierre y nuestro estreno con Sheinbaum  imantando esos cinco siglos en naturaleza propia o como atajara cuando le interrogaron sobre su logro personal de alcanzar la máxima magistratura, que no era un tema de ego sino de la visibilización de las mexicanas y de las niñas que pueden y deben asumir sus derechos por encima de los roles establecidos en la jerarquía de sexos. La inmensa mayoría de asistentes al cierre de su precampaña en el Monumento a la Revolución, eran chicas adolescentes y mujeres de mediana edad provenientes de todas partes del país e identificadas con la nueva época que avizoran para ellas y México. En la plenitud física exaltada por de Beauvoir, ha discurrido Sheinbaum con una madurez inusitada porque remisos y extraños se inclinan a su paso como lo evidenciaron todos los precandidatos que compitieron con ella por la continuidad del proyecto transformador del país, como lo son las mesas de proyecciones con personajes diversos. La habilidad innata de sumar visiones opuestas bajo el concierto de su munificencia, permiten aventurar la reconciliación con nuestros orígenes políticos y de Estado Nación. La unidad y la paz en los senos familiares siempre las tutelan las madres y son las mexicanas las que han formado generaciones y han sacado a los suyos y a los nuestros del abandono apuntalando una hombría pública soportada por las enaguas de la casa. Estabilidad emocional, formación intelectual, trayectoria ideológica, mujer del principio al cabo, Sheinbaum es el cierre y el estreno acertado de una nueva administración política con expresión holística propia de su género. En la sinuosa confianza está la inauguración sedosa de la primera mujer Jefa del Estado Mexicano.

RUBÉN DARÍO EN MÉXICO

 



 

 

Por Vladimir Rothschuh

 

 

Rubén Darío es invitado a los festejos del centenario de la Independencia por Justo Sierra a sugerencia de Pedro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes; su hermano Max, lo recibiría en La Habana a su llegada de Francia y en tránsito hacia Veracruz. Las frases elogiosas de Max, más musicólogo que experto en poesía como su hermano Pedro, así como las atenciones de Alfonso Cravioto, como representante del Ateneo de la Juventud, enmarcan la visión e influencia del dominicano en el albor cultural del México moderno: como apostó por Rubén Darío en los festejos del siglo, igual apostaría por Salomón de la Selva, recomendado suyo ante José Vasconcelos y de inmensos frutos literarios para esas generaciones volcadas como Alfonso Reyes, nieto de un arriero nicaragüense. Es el sino de Henríquez Ureña en el ceñido de las formas grecorromanas y de ese muralismo cuyas paredes públicas cedería Vasconcelos y que más tarde cuestionaría en los términos de la visión de los vencidos que plasmarían Rivera y Orozco. Los hados quisieron el propósito de la historia invertida para Nicaragua y México: los conservadores de allá fraguaron el golpismo con los gringos contra el general Zelaya y los progresistas mexicanos depusieron aquí el conservadurismo del general Díaz. Entrambos tiempos Rubén Darío literalmente navega de Francia a México y Nicaragua: quien lo apoyaba para representar las letras castellanas en el centenario de Independencia, fue depuesto y el que lo recibiría es echado bajo la consigna revolucionaria de no reelección maderista, donde figuraba el poeta Solón Argüello, un leonés nicaragüense como Darío que siendo secretario particular de Madero ejercería influencia decisiva y cuya semblanza rescatada lleva el mérito de Beatriz Gutiérrez Müller. En Nicaragua Solón es la figura del soldado desconocido: revolucionario mexicano y fusilado junto al demócrata Madero. Este soldado desconocido se muestra ignorado en los nichos de la Catedral de León que resguardan los restos de Rubén y Salomón.  Es una pena que la Biblioteca Solón Argüello ofrecida por el gobierno del presidente López Obrador para Nicaragua, haya sido inadvertida. El peso cultural de Pedro Henríquez Ureña y de Alfonso Reyes sobre el general Reyes y Justo Sierra, era notorio, no  el político; de lo contrario no habría sido desairado Rubén Darío en las costas veracruzanas donde soltaría una sentencia monárquica sobre Hernán Cortés, las naves quemadas y el corazón sembrado en México. Henríquez Ureña no se apersonó  a recibir al Príncipe de las Letras Hispanas, envió a Cravioto a endulzarle las horas con la generosidad de Justo Sierra tasada con quinientos dólares en aras del desagravio, felizmente aceptados por Rubén para derrocharlos en La Habana. Las horas incumplidas de Darío en la Región más Transparente, las acicaló como Alexander von Humboldt en Xalapa que también enamoró a Pedro Henríquez Ureña exaltando su aroma, colorido y temperatura, según refiriera en su correspondencia privada a Alfonso Reyes.