*Once años son demasiados
*Basificados de confianza
*Honrada medianía de servicios
*Magisterio evaluado
*Calidad de los Súperdelegados
*Calidad de los Súperdelegados
VLADIMIR ROTHSCHUH
El prevaricato de los ministros,
magistrados y jueces, negándose a la honrada medianía, promueve otra reforma radical del Poder
judicial como la de los noventas que
creó la Judicatura y se frustró intentando separar las cuestiones
laborales, salariales y financieras de la SCJN. Bajo la Cuarta Transformación
la Judicatura puede reasumir sus funciones originales apartando a los ministros
de sus decisiones para que como en la Ley de Salarios Máximos no sean jueces y
parte. El presidente López Obrador cuestionó al INAI como a la infinidad de
organismos autónomos creados no para hacer eficaz al Estado sino para
multiplicar la parasitosis salarial, ocurriendo lo mismo en la Judicatura al instalarse
el Ministro Presidente de la SCJN como autoridad máxima de órgano
administrativo. El reciente referéndum peruano votó a favor de la reforma de la
Judicatura con tal de acabar con la corrupción que llevó a la renuncia de
Kuczynski y no a los impartidores de justicia; la Cuarta Transformación tiene
legitimidad con ambas mayorías legislativas para tener que ir a un referéndum a
consultarle a los mexicanos, como sucedió este fin de semana en Perú, sobre los
salarios de 600 mil pesos de los ministros de la SCJN y su movilidad cuando el
Senado ya aprobó la ley de remuneraciones y está en ciernes la Ley Monreal que
abreviará los tiempos de los impartidores de justicia que excesivamente rayan
los once años fomentando la corrupción de sus funciones. La Ley
Monreal debería atraerla el presidente López Obrador para extenderla a los tres
Poderes del Estado con tal de airear las constipaciones burocráticas y origen
de corruptelas: si nadie debe ganar más que el Jefe del Estado Mexicano, nadie
debería estar más tiempo en un encargo público que el del Presidente de la República.
La Ley Monreal es atractiva porque Lázaro Cárdenas representa al último
gobernante transformador debido a que modificó la rutina cuatrienal implementando los mandatos presidenciales de
seis años, y que a la postre perdieron novedad siendo tiempos excesivos que
frustraron la creatividad del mandato como la tolerancia de los gobernados. Los
cuatrienios presidenciales representaban muy bien la movilidad política y
profesional de los actores y que conforme la experiencia de los últimos
sexenios queda claro que un Presidente es popular, respetado y eficiente en sus
primeros tres años de gobierno, luego viene un declive atroz que arrastra y
destruye en la caída su bono democrático y sus reformas políticas. La Ley Monreal debe hacerla suya el
presidente López Obrador para ir más allá de los ministros, magistrados y
jueces y extender sobre legisladores, alcaldes y ejecutivos, esa certidumbre de
movilidad democrática debido a que los mexicanos no pueden jugar a la suerte de
eternidad en los servidores públicos. Una ley de salarios
para la honrada medianía, merece una ley de temporalidad en los funcionarios
públicos.
Carlos Urzúa corta de tajo la
otra revuelta contra la honrada medianía en el mal llamado servicio profesional
de carrera. Cientos de altos funcionarios públicos prefirieron pasar al retiro
antes que ajustarse sus salarios para ganar lo mismo o menos que el Presidente
de la República. Hay otros centenares de basificados de confianza negándose a
renunciar a sus encargos porque se dicen merecedores del obsequio panista que violentó el orden legal con un decretazo de Martínez Cázares. El titular de
la SHCP, Carlos Urzúa, conforme a esas
presiones de quienes le robaron por
primera vez Los Pinos a López Obrador, ha ordenado ‘suspender la
contratación de personal y fijar criterios aplicables al ejercicio del gasto
público en el pago de indemnizaciones laborales de los servidores que sean
separados de sus cargos, empleos o comisiones’. Bajo la rutina transexenal de
encargados del despacho, los basificados de confianza de la derecha panista
aguardan a quedarse en los mismos encargos como lo vienen haciendo desde hace
dieciocho años. Entre esos abusos que se enfrenta Urzúa, están los que han
prestado a sus familiares una plaza de base en una dependencia, mientras ocupan
otra de confianza en una dependencia distinta. Los encargados de despacho resisten irse si no les indemniza la SHCP sus años de sacrificio cuando bien
puede Carlos Urzúa mandar a llamar a su subordinado del IMSS, para que le
explique el entramado del fraude laboral cometido cuando fue titular de la
Secretaría de la Función Pública cometiendo esa ilegalidad contra las arcas
públicas. Podría ahorrarse cientos de millones Carlos Urzúa poniendo a Martínez
Cázares a deshacer su entuerto de la basificación de los funcionarios de
confianza panista y que hoy insisten en reclamar sus ilegítimos derechos. Debe ser
regla de hoy en adelante que gobierno que llega se acompaña de los suyos y
gobierno que se marcha se va con los suyos con tal de vacunar el boicot
burocrático a las transformaciones que cada administración emprende.
Esteban Moctezuma lanzó una
advertencia inesperada para el magisterio ocioso, asentó el titular de la SEP
que maestro que no se presente a dar clases perderá el empleo. Mas no así
aquellos mentores flojos en su formación académica y que sean reprobados en la
Evaluación Educativa. Le resulta paradójico a Esteban Moctezuma que el sistema
educativo mexicano se base en premios y castigos a los buenos y malos alumnos,
pero la examinación no rija al magisterio.
Conforme la tesis de Moctezuma de que las evaluaciones no serán
punitivas, ello lo conduce a actualizar el sistema escolar de mediciones pues
es la fecha y a los alumnos se les sigue calculando sus conocimientos conforme las
épocas porfiristas. Después del fracaso encontrado en las mediciones del IQ en
los años setenta, México permanece estancado en darles calificaciones a los
estudiantes que no los preparan para la vida.
El fenómeno del aula-fábrica y de los premios y castigos, se expone en la
frustración de las reformas educativas que han tenido lugar en México sexenio
tras sexenio. La Cuarta Transformación se enfrenta con las absurdas prioridades del
magisterio que hace ruido por volver a los controles del factismo perdiendo de
vista lo esencial del alumnado.
En la Conago evidenció el
Presidente de la República que es flexible cediendo ante los gobernadores con
los temas de los Súperdelegados. Cuauhtémoc Blanco a diferencia de Orozco y
Silvano tiene qué celebrar con Hugo Eric Flores como Delegado del presidente
López Obrador para Morelos. Y lo mismo ha de suceder con los mandatarios de
Veracruz, Tabasco, Chiapas y CDMX que forman parte de la militancia del
gobierno en el poder. Para la gente del titular de Banobras, el Súperdelegado
para Morelos será muy cercano a Cuauhtémoc Blanco pero no del Gabinete
presidencial moreno como de Yeidckol Polevnsky, así que los recursos federales
fluirán a cuenta gotas para mal de los morelenses. Las insidias persisten en los ‘rabinos’ no
obstante que el Presidente de la República haya instruido seguir su ejemplo en
la buena química con Cuauhtémoc Blanco.
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