Ni biológicas, ni
medioambiente, ni arquitectura, ni ciencias de la tierra, ni historia, son las
áreas de la UNAM que se dieron a la tarea de rastrear, comparar, verificar y
digitalizar el mapa de los parques y jardines de la Ciudad de México desde el
siglo XVI hasta el XXI. Lo hizo el Instituto de Investigaciones Bibliográficas,
logrando un inventario geo espacial de las áreas verdes cuales huertos y umbrías,
cabalmente dirigido por Isabel Pérez Bertruy. La big data de IIB, llega a unos
días que Clara Brugada extendiera sus festejos gubernamentales por el Día del
Árbol a muchas actividades y acciones futuras de su agenda verde, tal un censo
de los árboles de la CDMX conforme los trabajos que la UAM Xochimilco
emprendiera tiempo atrás sobre los árboles citadinos y sus efectos en
banquetas, drenajes, lluvias, limpieza del aire y del que Anita Lomelí tuvo
referencias inmediatas. El trabajo de Bibliográficas UNAM está digitalizado y
es un mapa de consulta abierta, sin que forme parte de los convenios que firmó
el rector Lomelí con Brugada, pero que exaltan las investigaciones peculiares y
silenciosas que la Máxima Casa de Estudios hace día con día, donde resultan
agraviantes los recortes presupuestales o las imposiciones de austeridades
políticas ajenas al quehacer de la Universidad ‘Autónoma’ de México. El maravilloso
mapa de los parques y jardines de la Ciudad de México a lo largo de cinco
siglos recreará otra forma de turismo ecológico urbano a desarrollar por la
acuciosidad de Alejandra Frausto sin demérito de las chinampas o suelos de
conservación que también aparecen reflejados en esa geolocalización de investigaciones
Bibliográficas de la UNAM. Mediante
esta herramienta detallada, dinámica y amigable, puntualiza Pérez
Bertruy: “las personas usuarias conocerán, por ejemplo: cuáles son los
parques y jardines de la alcaldía Tlalpan, o aquellos que existían en el siglo
XVI, en 1929, o en una demarcación específica”.