*Transparencia poblana
*Rescate cuicuilca
*Agenda comercial
*Más de lo mismo
VLADIMIR ROTHSCHUH
En el Hospital Rural San Juanito en la
localidad de Bocoyna, el presidente López Obrador entendió que los cambios de
gobierno son insuficientes cuando la sed de poder simplemente sustituye
ambiciones como en Chihuahua, donde Javier Corral no resultó ser mejor
gobernante que César Duarte pues en Bocoyna la miseria de los tarahumaras
escupe sangre por esa enfermedad del minero que se creía erradicada en México
pero está vigente en una entidad gobernada por el PAN. En el enésimo recorrido
del Presidente de México por la red hospitalaria de IMSS Bienestar ratificó lo
explicado por Jorge Alcocer en la prevención sanitaria de alimentación –
ejercicio porque los padecimientos urbanos de diabetes, hipertensión, cáncer y
Alzheimer, no forman parte del cuadro de la Secretaría de Salud entre los tarahumaras
que caminan mucho, pero que sufren de otros cuadros clínicos de la pobreza
generados por el hambre como la tuberculosis, aunados a la corrupción de las
autoridades estatales y municipales que cínicamente intentaron hacer culpable
al gobierno federal de los errores crónicos en la sierra chihuahuense. La
pobreza genera además de problemas de salud, problemas de violencia, esa región
tarahumara está controlada por el crimen organizado y así como el presidente
López Obrador y Alfonso Durazo no creen en la violencia para combatir la
violencia sino en los factores económicos, la oferta real del Gobierno de
México es que junto con la Salud preventiva, también se acompañará de la
economía moral a través del programa de María Luisa Albores, Sembrando Vida:
duplicó el presidente López Obrador la inversión de Bienestar y Sader en
maderables y frutales a 50 mil hectáreas, donde el mismo número de personas
serán beneficiadas, para superar el paradigma neoliberal de los capitales
golondrinos que pauperizan a Chihuahua con las maquiladoras. Lo que en las
zonas urbanas de México falta en la salud y lo que sobra entre los ejercitados
tarahumaras, el presidente López Obrador distinguió que la Cuarta Transformación
atraviesa rutas disímiles y que la otra peor enfermedad que viven los chihuahuenses
es la miseria transformadora de sus gobernantes que llegaron en alternancia
para seguir siendo más de lo mismo.
En Nueva York mostró Graciela Márquez Colín el
amplio abanico de relaciones comerciales de la Cuarta Transformación, destacando
que el devenir de la economía
internacional mexicana trasciende la bilateralidad con Donald Trump. La agenda
comercial mexicana no quedó atascada en los compromisos de las migraciones y
fronteras seguras, cuando Márquez Colín atestiguó en NY la Declaración Conjunta de la Alianza del
Pacífico (AP) y la Unión Europea, participó en el Foro “Estándares para la
Digitalización Incluyente y Cadenas de Valor Sustentables”, se reunió con sus
pares de Comercio de la Alianza para
evaluar la 4ª Revolución Industrial de
Latinoamérica, así como su encuentro con mujeres empresarias de la Cámara de
Comercio Estados Unidos-México, sin omitir en paralelo las negociaciones con
China en comercio e inversión como con los japoneses en temas mineros. Suscribir
la agenda económica mexicana a Estados Unidos sería un equívoco imperdonable en
un planeta donde la realidad internacional impone al retorno de la
multipolaridad con los actorajes de China y Rusia. Desenganchar el porvenir de
México a lo que suceda en los vaivenes electorales gringos o los altibajos
emocionales de la administración Trump, es la conclusión de la gira de Graciela
Márquez a Nueva York cumpliendo una agenda comercial diversa con nuestros
socios del Pacífico. La nueva era de la Cuarta Revolución Industrial que
curiosamente coincide con la Cuarta Transformación mexicana, como los procesos globales de digitalización en los que el Primer Sexo no puede quedar al margen
en la incorporación de la mujeres a las cadenas productivas, fue otro de los compromisos contraídos por Márquez Colín en Nueva York.
Hasta donde el marco legal le permite exigirle
cuentas al pasado, alzó la mira Miguel Barbosa contra tres gobernadores
inmediatos, inclusive sobre uno al que la muerte no lo exime de nada. La
rendición de cuentas contra Moreno Valle, Tony Gali y Pacheco Pulido, ahí se
detiene y por obviedad jurídica no llega al Precioso Marín sobre el que Sánchez
Cordero provocó raspones con las disculpas del Estado a los excesos de esa
mafia poblana contra Lydia Cacho, revictimizada ahora con el robo a su
propiedad sin que Segob fincara sospechas políticas. Una transparencia sin lugar a ningún tipo de
dudas obligó al gobernador Barbosa a remover al equipo de Función Pública
vinculado a ese pasado y colocar operadores ajenos a la política transexenal
como es el caso de Laura Villaseñor Rosales, con experiencia en el Colegio de Contadores de la Ciudad de
México. Las opacidades heredadas por el morenovallismo se eslabonan en un
rosario de excesos y hay quienes tratan de vincular la salida de Karen Berlanga como un machucón
a los panistas que traen corto al titular de la CFE con filtraciones mediáticas
intentando dañar colateralmente al presidente López Obrador. Gobierno que
llega, llega con su equipo y el que se va debería hacer lo mismo, pero desde el
calderonismo los vicios fueron implantar una burocracia dorada de la que Puebla
no se escapó y ahora Miguel Barbosa remedia con el ajuste en Función Pública. A
nivel federal Arturo Herrera destinó una partida especial en el Presupuesto
2020 para deshacerse de las direcciones adjuntas acaparadas por albiazules
desde hace veinte años en una especie de basificación ilegal dispuesta a
dinamitar la transformación de México, errores a los que Barbosa tampoco está
dispuesto en incurrir para detrimento de su sexenio.
El neoliberalismo
y la izquierda afín tuvieron poco respeto por la historia precolombina;
tecnócratas e izquierda guadalupana aceleraron la destrucción de la zona
arqueológica de Cuicuilco durante las administraciones de Zedillo y Cuauhtémoc
Cárdenas, validando la edificación comercial sobre ese legado hídrico y cultural,
más el desorden urbanístico en Perisur y Autopista a Cuernavaca. Ahora con la
Cuarta Transformación, Alejandra Frausto a través de Diego Prieto emprende la
recuperación del espacio histórico signando convenios con la alcaldesa Patricia
Aceves para preservar, rehabilitar y promocionar la franja arqueológica de
Cuicuilco y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), con una
inversión de 36.5 millones de pesos. En el mencionado convenio no se habla de
los ojos de agua en San Fernando, ni las pirámides invadidas por la siembra
absurda de eucaliptos. Sin embargo hay que resaltar que de las desviaciones
administrativas de la izquierda en la Ciudad de México, no solamente de las
correcciones de Irma Sandoval con Rosario Robles se tiene recado, sino de este
proceso interventor de Frausto, Prieto y Aceves en la más horrenda
desnaturalización comercial del neoliberalismo con Electra y Telmex sobre uno
de los legados más valiosos del Valle de México en el sur del Altiplano y que
comprende lamentablemente la otra destrucción acometida con el Segundo Piso del
Periférico que taladró en aras de la privatización de la vía pública, la gran
parte oculta de las pirámides de Cuicuilco. La Cuarta Transformación ha
comenzado a hacer justicia histórica al legado cultural de los cuicuilcas.