*El segundo cerebro
*Sanación mexicana
*Células inmunitarias
VLADIMIR ROTHSCHUH
El presidente López Obrador es la clave para que todos los mexicanos de una vez entendamos que la pandemia yace en un problema de nutrición: el sistema inmunitario está en nuestras células digestivas. La confesión del presidente López Obrador de que aceptó formar parte de una investigación del Instituto de Nutrición con buenos resultados, evidencia lo señalado mucho tiempo atrás sobre los cuerpos ácidos y los alcalinos. Hoy día es extrema la invasión del hombre a las barreras naturales de los biosistemas, tal lo pronosticó David Quammen acerca del Covid19: surgirá en China por comer animales, lo que no supo especificar Quammen era cuándo. El Sida llegó al hombre por los monos, todas las gripas provienen de las aves, la lepra convive bien con el armadillo, a los pangolines no les afecta el Covid19, el cisticerco cumple su ciclo en los porcinos, el cerebro espongiforme, el ébola, las viruelas, la sífilis, hasta las enfermedades modernas llamadas obesidad, cáncer y diabetes, emanan de lo que Quammen denomina ‘derrame’, o sea cuando un ser (animal) contamina a otro. El sentido de Jorge Alcocer tratando al presidente López Obrador a través de modelos del Instituto de Nutrición coloca al sistema nacional de salud en la aceptación del mercantilismo neoliberal con sus industrias farmacéutica y alimentaria, frente a su negación con la cura naturalista que nos remite al México precolombino. De ahí que el presidente López Obrador ahondara a su regreso a las Mañaneras proponiendo ‘comer sano, no comer productos chatarra. Tenemos que mejorar la salud comiendo de manera nutritiva, productos naturales, no azúcares, no grasas y el ejercicio; eso es medicina preventiva’. Hoy mismo en los informes de los lunes sobre los avances de los programas estructurales, le tocó dar recado al Cencalli o Museo del Maíz, definido una celebración de nuestra cultura alimentaria de México para el mundo, como parte sustancial del proyecto de la 4T, Bosque de Chapultepec, Naturaleza y Cultura. Porque nuestra cultura originaria era vegetariana, hoy en rebeldía con la herbolaria y sus sanaciones en millones de familias, según sentencian los festejos por los 500 años de resistencia indígena.
El proyecto de Jorge Alcocer hacia ahí se dirige, comiendo sanamente los mexicanos, prevendrían los daños colaterales de los alimentos procesados y el Estado ahorraría billones de pesos en obesidad, cáncer y diabetes. ¿Por qué el Instituto de Nutrición dio al presidente López Obrador la respuesta al Covid19? En el silencio de la OMS sobre el mercado de carnes en Wuhan sigue estando la ominosa opacidad del mercantilismo neoliberal en la salud pública del planeta. Sobre esa industria del tráfico ilegal de animales que supera al de humanos, la ONU es omisa, como lo es al ocultar el Covid19 en los pangolines y murciélagos de la alimentación china. Tratar a la pandemia el Instituto de Nutrición como un asunto alimentario redunda en que nuestro sistema digestivo sea llamado ‘segundo cerebro´ por su autonomía nerviosa y debido a que el 89 por ciento del aparato inmune se localiza ahí, sin excluir las emociones que no nacen del corazón sino del hígado, asiento del alma. La clave del presidente López Obrador a la cura del Covid19 está en nuestro sistema inmune confinado desde nuestra boca hasta el intestino grueso, no está en los negocios de las farmacéuticas. El presidente López Obrador es el referente mayúsculo en esta pandemia, podemos cerrar los ojos y fomentar el viejo modelo neoliberal en la salud pública que hace de cada enfermo un negocio, por no parafrasear los crímenes de esta élite que ya señalaba Balzac.
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