*Mafias farmacéuticas
*Burocracias doradas
*Metotrexato para todos
VLADIMIR ROTHSCHUH
Los huachicoleros inauguraron el juego a las
vencidas contra la Cuarta Transformación y no pudieron doblegar al presidente
López Obrador; enseguida pulularon otros chantajes como el intermediarismo de
los fertilizantes de Sader o los policías federales y lo más reciente, las
farmacéuticas dueñas del mercado anticancerígeno, a las que venció el
presidente López Obrador comprando el medicamento en Francia para devolverle a
Salud, IMSS e ISSSTE la normalidad en sus clínicas y nosocomios. La alopática de los placebos asistencialistas forman parte del legado neoliberal sabiéndose que el cáncer es una respuesta emocional (Ley
de Hamer), ya que en un futuro como anunció López-Gatell México entrará en una
dinámica social sobre la salud con los etiquetados que abonarán un mejor
conocimiento de lo que comen los mexicanos y que lógicamente derivará en el
bienestar sanitario colectivo. Las tres
farmacéuticas monopolizadoras del Metotrexato las calificó el presidente López
Obrador de fake, se trataba de intermediarias pues ‘ni siquiera producían los medicamentos, que
ni siquiera eran laboratorios, distribuidoras eso sí, con influencias, con
agarraderas, muy vinculados a los poderosos’. Este triunfo de la 4T sobre las
mafias batas blancas que hicieron de la enfermedad un negocio criminal,
involucra a la industria alimentaria que va de la mano con la bioquímica
procreadora de casi todos los males que postran al sistema de sanitario
nacional y que de alguna forma será superado en el sector agrícola como anunció su transformación Víctor
Villalobos ante el efecto invernadero ocasionado por la industria cárnica.
Alcanzar la soberanía alimentaria comiendo lo que producimos para reducir
exportaciones, aunado a las estrategias de Jorge Alcocer con los etiquetados
alimenticios, provocarán un salto cuántico en el bienestar de todos los
mexicanos si es que la Economía Moral y su Constitución consiguen también
enraizar en el ethos colectivo. Todos los fenómenos de transformación se
eslabonan y no es casualidad que el Metotrexato desnudara la red criminal de la
mafia bata blanca que durante muchos sexenios fue juez y parte de la enfermedad
como lucro.
Nuestro provincialismo en México se mide con
los festejos de la UNAM, Cultura CDMX y la editorial Siglo XXI, lisonjeando a
Alexander von Humboldt en francés con la exposición abierta en las rejas de
Chapultepec. Teniendo la esposa del
presidente López Obrador, ascendentes alemanes (Müller) y siendo la Jefa de
Gobierno un árbol brillante (Sheinbaum), obviamente que a Cultura de la CDMX le dieron gato por liebre, no a Suárez del
Real, con esa celebración del segundo descubridor de México, con festejos en francés y no en alemán. "Traduttore, traditore" repetía
Ezra Pound desde el vigente lema romano que en nuestra tradición nadie podía
menos que reconocer a José Juan Tablada vertiendo en mexicano los haikus desde
el francés y no desde los dialectos chinos. Los festejos a Humboldt entre la UNAM, Siglo XXI y
Cultura de la CDMX se remiten a los presuntos acuerdos que Jaime Labastida
celebró con su cuñada cuando dirigía Cultura en la Máxima Casa de Estudios,
pero qué tan vigentes pueden seguirlo siendo con Jorge Volpi que reemplazó por
decisión del rector Graue a la esposa del excandidato presidencial priísta,
pues con Joaquín Díez-Canedo había iniciado la restitución de Humboldt desde la
traducción directa del alemán y cuyos objetivos se truncaron con el arribo de
Socorrito Venegas a Libros Unam una vez que su equipo decidió no publicar las
Ideas para una Geografía de las Plantas. En el siglo pasado curiosamente el
abuelo de Joaquín Díez-Canedo bautizó la casa de Alfonso Reyes como ‘La Capilla
Alfonsina’ y de otros fue inmortalizar que ‘en un país de ciegos, el tuerto era
Reyes’, parafraseándolo en este siglo XXI con los festejos a Humboldt en
francés, pues aquí el tuerto es Labastida y los ciegos son algunos de
Cultura de la CDMX, como ‘algotros’ de Libros Unam.
El biólogo poeta Víctor Toledo ha tomado a pie
juntillas la instrucción del presidente López Obrador a la transformación
de Semarnat, pues los pasados catorce mil incendios de la temporada de estiaje a nivel
nacional no fueron los únicos negativos acumulados por Josefa González Blanco,
como tampoco los dilatados impactos ambientales de Dos Bocas y de Santa Lucía
que retrasaron los dos grandes proyectos de la Cuarta Transformación. Víctor
Toledo ha descubierto que no es la falta de recursos el principal problema de
la Semarnat sino la falta de creatividad en su reingeniería y que para el
presupuesto 2020 de Arturo Herrera se contempla resolver los pendientes de la
costosa burocracia dorada. Un elefante blanco que no tocó González Blanco y
sobre el que ha puesto la mirada Toledo Manzur es la Conabio, un organismo creado
en la sobre-representación administrativa neoliberal para responder a los
desafíos de la biodiversidad allá con el salinismo y que para sus críticos no
ha funcionado mucho en sus casi tres décadas, toda vez que se le considera una
casa de retiro del ex rector Sarukhán. Otros Secretarios del Gabinete, como
Miguel Torruco y Graciela Márquez, no se anduvieron con rodeos en el sobrepeso
burocrático y financieros que representaban Proméxico y el Consejo de Promoción
Turística, los transformaron y asimilaron con Marcelo Ebrard en las viejas
tareas que tenía Relaciones Exteriores atendiendo turismo y comercio desde sus
embajadas. Los que intentan frenar la decisión de Víctor Toledo en Conabio
apelan a un recurso político, aduciendo que se tratará de una venganza contra Vicente
Fox por formar parte la familia Sarukhán
del círculo íntimo del entonces mandatario de la Transición transada por su
sexenio y hoy cabecilla impúdico de la reacción conservadora.