¿NUEVO ESTABLISHMENT?


 

¿NUEVO ESTABLISHMENT?

 

Vladimir Rothschuh

 

La penúltima sentencia del pleno del TEPJF avalada por Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, así como el reciente dictamen del magistrado de la Mata sobre el disciplinario judicial, discurren en una democracia abierta cuya resonancia mueve los sentimentalismos políticos que el derecho electoral positivo des-cuantifica ante la pureza de la ley electoral y la plenitud mayoritaria de la sala superior. Aun así la subjetividad del sectarismo partidista se desfigura en la carencia de autoridad de sus líderes, así redunda la fractura entre gobernadores y sus dirigencias nacionales de PRI, MC y PAN cuando se volcaron estatalmente con sus candidatos a cargos del Poder Judicial, usando los instrumentos validados por el INE, es decir, los acordeones, cuestionados parcialmente ahí por las dirigencias; siendo lo general unos comicios descalificados  con menos argumentos que sus epítetos; siendo lo particular que ni Marko, Álvarez  Máynez, mucho menos Alito, tiznaron a sus mandatarios estatales por haber legitimado el proceso transformador morenista. En los estados donde gobiernan PAN y PRI, no hubo ninguna mancha de putrefacción asociada a las críticas de sus comités ejecutivos; el show se estandarizó entre los consejeros afines del INE y magistrados identificados con ellos en el TEPJF. Desde el territorio, es decir, desde donde gobiernan y desde donde son oposición, las coordenadas no han variado, si no era Córdoba en el INE, era Piña en la SCJN y ahora Reyes Rodríguez en el TEPJF, logrando flotar entre arengas, medios y uno que otro aliado con salario público, tristemente, sin construir piso. Tanto Alito como Marko son los mejores opositores que pueden tener la Cuarta y Quinta Transformación, como también sus gobernadores y gobernadoras que construyen oportunos proyectos políticos transexenales a los que ya están sometidos sus comités ejecutivos ensayándoles el 2027. Sin los ínfimos ruidos de las dirigencias  nacionales albiazul y tricolor, sería imposible exaltar la cromática guinda y que a la presidenta Sheinbaum no le atrae mucho dialécticamente por no haber formado parte del viejo orden partidista y ahora busca acabar retirándoles a dichos personajes, falsas representaciones legislativas y falsos liderazgos con dinero público. La duda está en que si el establishment pueda resetearse por decreto siendo que los actores son y seguirán siendo los mismos.