SCJN: DE LIBERALES A CONSERVADORES

 



SCJN: DE LIBERALES A CONSERVADORES

 

Vladimir Rohschuh

 

Hugo Aguilar inauguró en la Huasteca Hidalguense la primera defensoría pública de perspectiva racial; esto es, atenderá a las comunidades étnicas de la zona, así como las afromexicanas. La defensoría de los indígenas dio comienzo con los 12 apóstoles flamencos que envió Carlos V como primeros misioneros a la Nueva España, modificándose la defensoría a lo largo de los siglos, siendo actual pública institucionalizada en 1998 por la reforma judicial de Zedillo y  adscrita a la Judicatura; el órgano de control innovador que más tarde la Suprema Corte pervertiría porque el ministro presidente se adueñaría de la Judicatura dando pie a la perversión centenaria del que partía, también repartía y compartía en la figura máxima del pleno. La enmienda a esos orígenes de autonomía en la administración judicial y de cumplimiento a los deberes de jueces, magistrados y ministros, hoy quedó dividida entre Bernardo Bátiz y Néstor Vargas, uno del órgano disciplinario y el otro del administrativo. Las vigentes defensorías públicas se esparcieron por las 32 entidades y conforman municipalmente medio millar, faltando en el resto del mosaico; es decir, dos mil defensorías se quedaron a deber con sus otros déficits, pues no representaban a los ofendidos, sino a la autoridad política. Tampoco se contaba con traductores para los indígenas detenidos y castigados las más de las veces por falta de entendimiento y comunicación, cuyos referentes históricos pro indígenas,  lo expresan  dos figuras conservadoras, el invasor Maximiliano y el dictador Díaz. A la fecha hay empresarios, como Carlos Slim, que crearon con sus recursos sus propias defensorías para indígenas que pagaban cárcel por no hablar español y cometer las más de las veces delitos de hambre. En Huejutla el ministro presidente de la SCJN inauguró la primera defensoría con perspectiva indígena que salda el triste legado de los liberales transformadores y reformistas que instauraron el español como idioma de modernidad, pues, México no debería seguir hablando más lenguas nativas si buscaba un futuro flamante: hay de indios a indios en la historia de la máxima magistratura del Poder Judicial y en los hechos el mixteco Hugo Aguilar corrige el error afrancesado del zapoteco Juárez.