Vladimir
Rothschuh
Regresando
de Beijing el canciller Juan Ramón de la Fuente y acudiendo al diálogo circular
de la presidenta Sheinbaum para moderar los ánimos sobre el gravamen a las
remesas. El canciller ha demostrado que por cada bullicio montado desde acá con
la agenda México - Estados Unidos, se presenta la ocasión para abrir un mostrador
en donde se sientan especialmente los conservadores y convierten la
circunstancia en faroleo de politiquerías. Porque ya lo habrán notado la
presidenta Sheinbaum, Paulina Silva, Jesús Ramírez Cuevas y Alfonso Suárez del
Real, que las oposiciones zombis se trepan a lo que pueden: que si el jitomate,
que si el cupo de agua, que si el gusano barrenador, que si el operativo ICE, que si el 5% a las remesas, que si los
candidatos judiciales corruptos y un largo etc. Y desde la comodidad parasítica descalifican
las oposiciones moralmente vencidas, los procesos diplomáticos, políticos,
electorales, sanitarios, hídricos, porque ahora resulta que sin ningún talento
llegan después los conservadores a cuestionar y ofrecer acciones contrarias a
su ideología entreguista, de corruptelas y fraudes: la derecha mexicana tiene
un arsenal verborreico posterior y hasta más radical que la izquierda. Los resultados
exitosos entre México y Estados Unidos emanan de un diálogo entre dos, entre la
presidenta Sheinbaum y el presidente Trump. Tanto aquí como allá sobran las
zancadillas y los ruidos inútiles que desconfiguran agendas. Si la Presidenta
pusiera a opinar a todos acerca de las medidas arancelarias, México
estaría en crisis como ocurre con numerosas
naciones. El canciller De la Fuente regresa de esa cumbre de la multipolaridad
que China y Rusia promueven ante la aparente pérdida de liderazgo de Estados
Unidos. Para darle sensatez al tema de hoy sobre las remesas, el ex rector de
la UNAM explicó que no se trata de una medida contra México sino que es global
porque de la economía gringa viven muchos pueblos y hasta gobiernos que han
dolarizado sus economías. De esa China que retornó el secretario De la Fuente
podría alzar un poco su voz para que en Washington deliberen sobre el actual
panorama de las remesas asiáticas que los narcos mexicanos traducen en otro negocio
ilícito en su Costa Oeste. Impidiendo el gobierno comunista mandar dinero a
familiares en USA, se ha creado una trama de casas de cambio para que los
narcos aztecas paguen las remesas chinas en dólares a cambio de recibir ellos los
yenes que requieren para sus operaciones en Asia. Aunque sin ese 5% ya pululan en
México canales de remesas ilegales a menor costo que nuestra usura bancaria, sería
más prudente de este lado ajustar las comisiones elevadas que la banca
extranjera, ni siquiera mexicana, esquilma aquí a nuestros paisanos. La
presidenta Sheinbaum podría imaginar las tontearías que irán a hacer esos
legisladores que intentaron plagiar a Ariadna Montiel para que les otorgara a
ellos el coyotaje de los Programas del Bienestar. Todo el descrédito del
proceso judicial lo montó Fernández Noroña para deleite de la derecha que se
desgalillaba pidiendo impartidores de justicia
probos. Cada semana con cada tema abundan los expertos: el Vaticano y la
sucesión papal; en el reparto de agua
fronterizo se enfrascaban sobre los tratados; con el gusano barrenador, cuatreros
y arrieros acusaban a Julio Berdegué con eso de que podría llegar a la
gubernatura de Sinaloa. Justo o injusto el presidente López Obrador fue tácito,
no es cuestión de legalidad. Y la presidenta Sheinbaum ha sabido en diversos
momentos, descafeinar la agenda.