*ECONOMÍA MORAL *CAMBIO CLIMÁTICO

 



Vladimir Rothschuh

 

Los casi 23 millones de puestos de trabajo registrados en el Seguro Social son el vértice laboral  más alto de la historia de México y que la presidenta Sheinbaum fundamenta en la Economía Moral de la Cuarta Transformación. El primer rastro de la economía moral de las multitudes lo registra México en la hambruna  y rebeldía de 1629 hasta la matización interpretativa del presidente López Obrador tras el lema “por el bien de todos, primero los pobres”. Poner a las “multitudes” a empujar coloquialmente la carreta extremó en México la degradación modernizadora neoliberal. La paradoja para los economistas influenciados por la Inglaterra Thatcheriana de un Estado mínimo y socialmente desobligado, fue que la teoría del inglés Thompson cuajara en un México anhelante de un giro ético en el desempeño gubernativo. Sin vinculación alguna la economía moral mexicana con Marx,  Lenin o cualquier otra teoría socialista alcanzó esplendor con la guía moral de López Obrador, éste hablaba del humanismo mexicano y de centrar a las familias en el eje de sus políticas de bienestar. Como heredera de ese triunfo popular, la presidenta Sheinbaum reconoce que la cifra más alta de empleo en México proviene de los dos pilares del Segundo Piso: Economía Moral y Humanismo Mexicano... 


El impuesto verde a las industrias que operan en la CDMX es otro de los acuerdos alcanzados por la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, con el sector empresarial en el contexto de la sustentabilidad y que abarca una amplia agenda,  desde movilidad sustentable, basura cero, revegetación del campo y la ciudad, calidad del aire, hasta ciudad solar y agua. Este impuesto a la huella de carbono por combustibles fósiles viaja en sentido innovador cuando la preocupación del país la detona la guerra comercial de Trump quien cree hacer grande a Estados Unidos volviendo al carbón y al petróleo cambiándole el nombre al Golfo de México con pretendidos de extracción fósil. Los 60 millones que espera recaudar Brugada en ese impuesto industrial por CO2, será reinvertido en electromovilidad, energías renovables, ciclovías y tratamiento hídrico. Para junio, tanto el gobierno capitalino como los empresarios, acordaron presentar juntos un plan de mitigación climática.