Vladimir Rothschuh
La presidenta Sheinbaum
ha logrado la inflación más baja de los últimos años. Enero de 2025
destaca por mantener controlados los precios que apenas el año pasado lindaban
en la deshonestidad del crimen organizado cobrando piso hasta por el cilantro y
el perejil. La presidenta Sheinbaum consigue gracias a su titular de Seguridad
Ciudadana, Harfuch, mantener a raya la inflación en 3.6 obligando este logro a revisar
su Gabinete y la disfuncionalidad heredada que comienza a afectar otras
dependencias frente a los éxitos de los cuadros que la acompañan desde CDMX.
Había prometido la Presidenta que al iniciar el año ajustaría su equipo de
trabajo y llevaría una reforma del gobierno hasta conseguir la eficiencia
requerida para destinar ese gasto burocrático hacia el bienestar social
prometido. Así que la deflación que hoy gozamos es más bien un tema de
seguridad pública no de manejo económico. Ni Hacienda y menos Economía pueden alzar la mano asegurando que a ellas se
debe que el Segundo Piso de la Transformación alcance a la brevedad indicadores
inflacionarios disminuidos cuando las presiones externas de la economía global afligen
a todos los países incluyendo el nuestro.
Es Harfuch el artífice de este logro palpable en cada hogar mexicano, ha
logrado el Secretario de Seguridad que el crimen organizado deje de cobrar piso
a los productores desde sus lugares de origen, ha protegido la red carretera reduciendo los
delitos a los transportistas y ha establecido a nivel de calle que ningún hijo
de vecino vuelva a pararse en un tianguis a cobrarles derecho de piso a los
comerciantes. Por vez primera en cinco años el aguacate se compra a treinta
pesos el kilo y a 12 pesos el kilo de limón, por vez primera se escucha en los
tianguis que ahora sí con Claudia comienza a declinar la cuesta de enero y
todos esos logros del bienestar social de las familias lo consigue la
Presidenta con las operaciones de inteligencia y policiales de Harfuch. Ese
dato del INEGI sobre una inflación en declive va más allá de cuatro años atrás
porque la corrupción del neoliberalismo hacía creer que la prostitución de las
instituciones era un mal congénito de nuestro país, Calderón se encargó de
internacionalizar la mexicanización del crimen arrebatándole a Colombia ese
puesto y Peña aseguraba en cada discurso lo irremediable de nuestra cultura
corrupta. La presidenta Sheinbaum demuestra a través de Harfuch que ese pasado
queda condenado en sus hechos y que sí es posible un México de prosperidad
compartida pues ha podido remediar el
descaro de las extorsiones a productores rurales, comerciantes y transportistas
como respuesta a sus primeros cien días de mandato con un enero deflacionario.