Vladimir
Rothschuh
El bosque cultural más grande del mundo, visitado por 30 millones de personas al año y en una superficie de 900 hectáreas, es la obra emblemática del presidente López Obrador y de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum. Lo que antes fue la sede de la corrupción presidencial, fue transformada en la Casa del Pueblo de México dando inició al proyecto de Chapultepec Naturaleza y Cultura. Transformó también una zona militar en espacio de recreación escénica, porque con el presidente López Obrador el Ejército dejó de ser el reflejo de la violencia política que lo utilizó con fines ajenos a su origen revolucionario. Es curioso el tránsito de la Cuarta Transformación desde la Tercera, pues Lázaro Cárdenas abandona el Castillo de Chapultepec para volverlo museo y el presidente López Obrador abandona la residencias oficial Los Pinos, para volverla museo y espacio de convivencia cultural del Pueblo de México. Alejandra Frausto es la mano que operó en tiempo y forma la obra emblema de la 4T en la Ciudad de México, como lo hizo en el Gabinete cumpliendo con la descentralización administrativa de la Secretaría de Cultura en Tlaxcala. La paradoja del cumplimiento e incumplimiento de las obras asignadas es que los que culminaron sus tareas con Chapultepec Naturaleza y Cultura, el Tren Maya y Dos Bocas, tuvieron luz verde para la Presidencia de la República, Tabasco y para Veracruz, a los incumplidos el presidente López Obrador los amarró a su silla y Chiapas ahora tiene a Eduardo Ramírez de mandatario electo. Con el 95 por ciento de la obra acabada en Chapultepec Naturaleza y Cultura, Alejandra Frausto y el arquitecto Gabriel Orozco, rindieron cuentas claras en la Mañanera Presidencial, en septiembre el Bosque Cultural Más Grande del Mundo será inaugurado por el Jefe de Estado de iguales dimensiones globales. Las cifras de los recursos invertidos, de los nuevos espacios, de las nuevas obras, del empleo generado, de los visitantes, de los nuevos espacios recuperados, de los ámbitos ambientales y culturales intervenidos, son realmente brutales: es una danza de millones. Alejandra Frausto le cumplió al presidente López Obrador, le cumplió al pueblo de México, le cumplió a la cultura nacional. Hoy la Ciudad de México cuenta con el superlativo espacio ambiental y cultural, para que la nueva Jefa de Gobierno, Clara Brugada, desate otra utopía, ahora mundial volviendo a la capital del país competidora de Frankfurt, Bolonia, Madrid, Bogotá, Sidney, Tokio, Singapur, Calgary, Buenos Aires, Nueva York y París.