Vladimir
Rothschuh
Hasta
Boca del Río se apersonó la secretaria de energía de la presidente Sheinbaum
para conversar de cerca con Rocío Nahle de la cartografía que le deja en Sener.
Luz Elena González solamente ha recibido elogios del sector empresarial por su
perfil ambientalista, comercial y financiero y que facilitará el desempeño de
Alicia Bárcena en Semarnat prometiendo ésta desde ya, insertar a México en la agenda verde planetaria comprometida
en París y de cara al 2030; secundará Luz Elena las promesas de Marcelo Ebrard
en Economía a los inversionistas asiáticos y europeos en energías limpias cuyas
cifras de IED superan los 40 mil millones de dólares y aligerará la carga
fiscal de Rogelio Ramírez de la O en Pemex y en la CFE. La presidenta electa
Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno privilegió la electromovilidad, achicó
el consumo de energías sucias, creó granjas solares únicas en Latinoamérica
como transformó la basura en electricidad, señalando que su visión de futuro
justificaba el respaldo del Premio Nobel. La tarea de Luz Elena González fluirá
transversalmente de manera cómoda con el
respaldo de la presidenta Sheinbaum, de los miembros del Gabinete, de los
tiempos límites del G-20 a la industria aérea y automotriz, como de los
compromisos climáticos signados por México ante la ONU, sin confundir los fines
sociales de las energías con los negocios particulares de la tecnocracia que
comprometieron la soberanía nacional en Pemex y la CFE. Debilitar la industria
petrolera y eléctrica nacional no correspondió con ningún fin ambientalista
sino de pillaje neoliberal: gasolinazos y KW caros identificaron dicha
proxenitud. La gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle formada en energías
fósiles, le pudo demostrar a Luz Elena González los desafíos alcanzados en Sener
y esenciales para la inevitable transición de la agenda verde mexicana que no
está a la vuelta de la esquina el gas oxhídrico, ni la reducción del efecto
invernadero, ni ciudades sin gases atmosféricos, cuando los países ricos
imponen reglas a terceros incumpliéndolas ellos. Mientras la cuenta regresiva ocurre, el presidente
López Obrador aseguró la soberanía energética nacional a la que tanto están
ligadas la presidenta Sheinbaum como la secretaria González Escobar y deberán sacar
como pendiente una vez obstruida dicha reforma por el neoliberalismo en la
SCJN.