Vladimir
Rothschuh
La presidenta Sheinbaum figuraba a Mario Delgado despachando en Bucareli debido a que con su talento y eficacia construyó el actual mapa nacional entre gobernadores, alcaldes, diputados y senadores, otorgándole 36 millones de votos a la primera mujer en acceder a la Presidencia de la República. Indiscutiblemente, es el líder partidista entre izquierdas y derechas, de mayor estatura política en la historia moderna de México y esa dimensión la decantó la presidenta Sheinbaum a su principal desafío nacional, deberá Mario Delgado transformar el tercer sistema atrofiado del Estado Mexicano, de los cuales dos de ellos el presidente López Obrador tiene en proceso como son el sistema judicial y el sistema sanitario. Se hará cargo de los legados de Justo Sierra, José Vasconcelos, Narciso Bassols y Torres Bodet, no es solamente el escritorio del Ulises Criollo el que lo aguarda, sino además una oblicuidad con el entonces secretario de educación de Portes Gil en 1929 que como líder partidario creó las instituciones del México posrevolucionario. Habrá de resolver Mario Delgado un sinfín de menesteres anodinos que aún siguen lesionando la instrucción pública cuya vena recorre desde los jesuitas del virreinato, hasta el anti juarismo salinista que reinstauró la educación como negocio. Esa primera responsabilidad prevista por la presidente Sheinbaum en Bucareli para el líder nacional de Morena, la aquilató en un semejante desempeño de oficio político entre los gobernadores y presuntos garantes estatales de la transformación educativa, no como caciques presupuestales y laborales. Al presidente López Obrador le tocó lidiar con esas pillerías de las nóminas de las SEP estatales y a la fecha sigue atendiendo dichas rémoras con el huachicol sindicalista. Política y economía, dos brazos con los que actúa bien Mario Delgado para despejar los surcos que habrá de cultivar Rosaura Ruiz en franca simbiosis entre la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación y la SEP; ninguna institución puede avanzar a futuro sin la otra y la autoridad política de Mario Delgado será vital para que la presidenta Sheinbaum como Rosaura Ruiz alcancen sus predominios entre la clase gobernante estatal. Circunstancia palpable en IMSS Bienestar enfrentando a las mafias de bata y cuello blancos aferrados a la corrupción de seguro popular cuya metástasis es Latinus y la infinidad de “organismos no gubernamentales” que parasitaban en fideicomisos públicos. La contra reforma educativa devolvió serenidad en el ámbito magisterial estos años como statu quo, cuya proyección es insostenible e intolerable ante las reformas sistémicas del judicial y sanitario que arrastran a la educación nacional. Señala la educación de Mario Delgado el único ascenso que pueden tener los mexicanos a través del estudio, esfuerzo y aptitud para escalar como lo simboliza nuestra Presidenta que se auto identifica como mujer y científica: fueron los valores sociales quienes guiaron sus proyectos de vida.