*Renuncia anunciada
*Industriales en la UNAM
*Socialismo sanitario nórdico
*El nuevo credo de la milicia
VLADIMIR
ROTHSCHUH
Los pasados tres Presidentes de la República
eran católicos, López Obrador es protestante pero no por ello desdeñó sus
obligaciones de estadista reuniéndose con el alto clero del catolicismo. Los miembros
de la Conferencia Episcopal tenían un índex prefigurado en su agenda que debió
esperar seis meses para tener paso en la bitácora de Palacio Nacional y los
temas sancochados en agua-bendita no pudieron formar parte del diálogo que se
volvió monólogo clerical: el presidente López Obrador no les ofreció nada y
tampoco les aceptó. Porque la CEM desarmada ante un Presidente que no necesita
de un divorcio eclesial como los pasados dos exmandatarios y menos requiere de
avemarías en la disipación de las culpas beodas, se hizo reiterativa abriéndole
las casas de los migrantes a los futuros indocumentados que no deberán aguardar
en México los vobos del Departamento de Estado. El México santuario no cabe en
la estrategia presidencial y cancilleril, la movilización de la Guardia Nacional
a la frontera sur, mete reversa a la apertura de caravanas como país de paso. Seis
meses haciendo antesala es muy poco tiempo para un poder de dos mil años y que
sin identidad protestante con el Presidente de México cree haber entrado a la
Familia López Gutiérrez por la puerta de la cocina, una vez que la No-Primera
Dama goza de la libertad de credo ante su marido como lo asentó escribiendo un
memorable texto en las páginas del Semanario Desde la Fe. Las añejas postales
del capellán en las entrañas de Palacio Nacional se trocaron en las nuevas
comuniones que los seguidores de Elena White multiplican en la milicia sobre
las virtudes a profesar como las destaca el presidente López Obrador. Con la
Cuarta Transformación el clero católico nomás pide milagros al ver a quienes
ellos llaman ‘sectas’ profetizando el advenimiento de nuevos tiempos en las
filas del Ejército Nacional y de México bajo la Cuarta Transformación. Sobre esas
redes protestantes podría el presidente López Obrador extender sus estrategias
del Plan Marshall para Mesoamérica como convendría a la credibilidad del
presidente Trump y su Gabinete conducidos religiosamente bajo los preceptos del
pastor Ralph Drollinger. La ayuda que la
Casa Blanca retiró a Mesoamérica podría volver vía México si es que el hermano
López Obrador legitima su autoridad en cuarenta y cinco días.
El ex director del IMSS regresa a su curul en
el Senado y el nuevo titular del Seguro Social apenas se calabacea en su butaca
cuando 300 unidades médicas urbanas mancillan la estrategia del presidente
López Obrador sobre el socialismo sanitario nórdico. Ni Zoé, ni Germán, dijeron
esta boca es mía, sino que fue Jorge Alcocer quien salió al paso a las
versiones que contradicen la liberación multimillonaria de Carlos Urzúa en el
sector sanitario. No le checaron las cifras al ministro de salubridad porque
Gisela Lara responsable de IMSS-Bienestar ya debía haberlo alertado, lo que
resulta fake para Alcocer que la columna de la atención primaria que
consolidará el PND de la 4T, se fracture desde abajo ocasionando el
resquebrajamiento de los niveles superiores de la atención médica. Los dos mil 464 mdp recién liberados son la
mejor vacuna a los decires sobre las unidades médicas urbanas que el Seguro
Social mantiene en operación real y efectiva hasta el momento en que Alcocer
Varela le tomaba el pulso al nuevo responsable del Instituto Genómico.
Alharaca de Concamin con la UNAM y el rector
Graue le dio cuerda a la vinculación entre la Máxima Casa de Estudios y los
industriales del país. Desde muchos años atrás la Concamin celebra convenios
con la casa del saber mexicano, pero valió exaltarlo ahora que los industriales
se dicen desoídos por Rocío Nahle, por Graciela Márquez, por Bartlett, por
Romero Oropeza, en cuestiones cruciales que en el pasado desde Los Pinos se les pedía consentimiento a
los empresarios. Bien lo acentuó Graue cuando señalaba que no hacía falta
firmar esos convenios cuando la simbiosis de la UNAM con los industriales es
orgánica en la búsqueda de respuestas a necesidades comunes ya que encabezando
en Latinoamérica la UNAM las patentes, hacia otras partes del planeta es ínfimo el trabajo.
Invertir en el conocimiento es la apelación recurrente del Rector de la UNAM,
no solamente al poder político, sino al empresarial que fundó sus propias
universidades semilleros y de conclusiones poco exitosas. Los industriales se
hicieron oír desde la UNAM, pero cuánto hayan penetrado sus demandas de
sentarse en la mesa redonda de Alfonso Romo, es cuestión respondida en las
grandes obras de infraestructura por el sureste.
Anunciada su renuncia, el Secretario de
Comunicaciones adorna su pesebre con lentejuelas de soberbia cuando se
contrapone al Presidente de México. Jiménez Espriú rompe contestariamente las
formas de la subordinación en el presidencialismo mexicano, los pasados
renunciados no se atrevieron a tutearse con el presidente López Obrador,
cuestión de edad mayoritaria, Jiménez Espriú, disiente públicamente de su Jefe
en aras que su despido huela a revancha sin ocultar de su rostro 'las cuentas
alegres de un hombre triste'. Este es el lío del Presidente de México, sus
allegados comenzaron a sentirse pares aunque nadie haya votados por ellos y
todos estén en la nave del gobierno por una sola persona. Las renuncias de
Ebrard, Romo, Sánchez Cordero, Josefa y Martínez Cázares, tienen matices, lo
inobjetable es el exceso geriátrico reclamado por adultez del ex titular se la
SCT; sí, ex titular, porque si admite el Jefe de Estado insubordinaciones
públicas e irrespetuosas a su investidura, lo subsiguiente es el amotinamiento.
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