MÉXICO EN EL NOBEL VENEZOLANO

 

Vladimir Rothschuh

 

Las buenas relaciones entre México y Venezuela son el fusible para que Trump acelere la transición democrática. Como lo ensayó una vez Obama en Cuba a través de México y El Vaticano, ahora el Departamento de Estado recurre al machote demócrata fallido aplicándolo  con rudeza en las embarcaciones caribeñas como el AIFA y diplomáticamente ayudando a salir a Corina Machado sin contratiempos de Venezuela a Oslo con discreto sello mexicano. Obama, Peña y el Papa Francisco creyeron resolver la transición en Cuba y lo lograron con Díaz Canel. Para Nicolás Maduro la resolución sigue apuntando a  Delcy Rodríguez especialmente con su colaboracionismo ayudando a Corina Machado a lucirse con el apoyo venezolano y mexicano.

II- La reincidencia del Estado en lo punitivo de la misoginia explica su fracaso reactivo de llegar siempre después de la violencia contra las mujeres, con un manojo de nuevas leyes. Ha aprobado la Cámara la uniformidad del castigo de violencia contra las mujeres en toda la federación y el Senado hará lo mismo. Mientras Citlalli y Ernestina no sumen a Mario Delgado como primer piso de la estrategia nacional, seguirá bordándose en el vacío de un fenómeno originado en casa y en las aulas. El castigo a los misóginos consolida sus odios formulados por las abuelas y las madres que desde el pecho o la mamila le enseñaron no a odiar a sus padres que los y las abandonaron, sino a las malas mujeres que lo provocaron y se lo llevaron.

III- Milagro guadalupano no es, sino prestigio internacional, el de Mónica Soto, ganando reconocimiento en Europa por su desempeño a favor de la democracia mexicana. La elección de la Magistrada en la vicepresidencia de la Subcomisión de las Instituciones de Defensoría del Pueblo (Ombudsman) en la Comisión de Venecia, valida al Supremo Electoral mexicano ante la Unión Europea y el mundo.