*Gasolinas baratas
*CDMX, servicios privatizados
*Opacidad de Fideicomisos
*Boato de la violencia
*Paz y democracia sindical
VLADIMIR ROTHSCHUH
Las 265 regiones para la paz
adelantadas por el Presidente electo, forman parte de la iniciativa de ley que
re-crea el organismo encabezado por Alfonso Durazo. La desaparición en estos
días del virtual Secretario de Seguridad Pública, atiende la suspensión de los
Foros en Veracruz, Sinaloa y Tamaulipas. Habrá que ver el perfil completo de la
nueva SSP una vez que López Obrador redujo a menos del 30% el valor de la
seguridad pública en la restitución de la paz nacional. Llama coerción el
Electo a las labores que desarrollarán milicia, policía, fiscalía y SSP,
rompiendo su promesa de erradicar el metalenguaje de la violencia. Ahí radica
la sostenibilidad de la nueva SSP diseñada por Durazo: la guerra de posiciones
alentó el crimen. Cualquier arma y cualquier violencia es estúpida habiendo de
por medio la contrainteligencia para resolver sin balas lo que el belicismo
fomenta. En seguridad pública la Cuarta Transformación tendrá que acabar con el
boato policial que reproduce la narcocultura
y cuyo presencialismo ha instrumentado la violación a los derechos
humanos. La eficacia en la construcción de la paz no se conseguirá con la
tradicional soberbia de más policías y militares. La nueva SSP tiene que
mudarla Durazo por contrainteligencia como lo opuesto de los últimos sexenios, ¿Sedepaz, entonces?
Con el regente Oscar Espinosa
inició la capital del país la privatización de sus servicios, la izquierda que
lo sucedió en el gobierno continuó con esa expresión neoliberal hasta que el
progresismo de izquierda con Claudia Sheinbaum regresó al poder prometiendo acabar
con el legado privatizador. Para no meter en el olvido esos compromisos, a la
Jefa de Gobierno electa le tocó refrescar los moches en los sistemas de
Verificentro ahora en poder de una nueva élite político empresarial. El gobierno
como bien público no debe corromper su esencia alegando insuficiencia
financiera como ha sucedido en la CDMX con los segundos pisos, fotomultas, verificentros,
parquímetros, agua, tenencia, predial, transporte, emplacados y metro. Los excesos
neoliberales están bajo promesa de Claudia Sheinbaum de ser enviados a su
función original de satisfactor social sin fines de lucro. La mordida en el
Verificentro donde envió su vehículo la Jefa de Gobierno electa, la obliga a
confirmar sus promesas de campaña en decoro de la Cuarta Transformación y su
honrada medianía juarista: la extinción de la corrupción en el gobierno de la
CDMX se conseguirá cuando la burocracia deje de competir con la putrefacción de
sus mandos superiores y los servicios públicos prestados se ciñan a sus nobles
propósitos sociales.
Las fallas en la iniciativa de
San Lázaro sobre los fideicomisos tendrán que ser enmendadas por el Senado. Hay ribetes
sueltos desde la bancada de Mario Delgado sobre los manejos discrecionales originados
por el foxismo y calderonismo en los recursos públicos, cuando han dejado sus diputados, muchas ventanas en salud, educación, seguridad pública y bienestar. En el gabinete
pejista quien trae muy adelantada la reforma del gobierno es el canciller Ebrard
sobre las discrecionalidades de Proméxico y del Consejo de Promoción Turística,
prestos a ser asimilados por Relaciones Exteriores pero ignorados por los
diputados en su iniciativa. No acaban de confrontar los legisladores morenos a Rosario
Robles y pecan en sus críticas restituyendo los fideicomisos que a nadie rinden
cuentas. Como segunda cámara correctora, el Senado y con esa vocación de
Monreal por el republicanismo, habrán de eliminarse los fideicomisos que han
dejado vigentes los diputados porque ni salubridad, ni seguridad pública o
Sedebien tendrán que operar en opacidad más de mil millones de pesos. Entre las
demandas de Jesús Seade a Monreal a favor de aprobar el nuevo tratado comercial
con USA y Canadá, por supuesto que no venía incluida la reingeniería de la
Secretaría de Economía y la extinción de Proméxico.
La paz sindical era uno de sus
logros que presumía Navarrete Prida en la STPS y antes de entregarle Bucareli a
Sánchez Cordero, lo confirma con la primera elección libre, secreta y
democrática del STPRM. La celebración de esta conquista sindical no proviene
del equipo del senador Gómez Urrutia o de la virtual secretaria del Trabajo,
Alcalde Luján, sino de Rocío Nahle y de Sánchez Cordero. Inicia la Cuarta
Transformación con el pie derecho (¿o izquierdo?) entre el poderoso sindicato
de Pemex y los objetivos energéticos del Presidente electo. Acompañar las
alternancias ha sido la garantía del liderato de Romero Deschamps sobreviviendo
al foxismo, al calderonismo, al peñanietismo y acompasándose con el
lopezobradorismo por la vía de un sindicalismo democrático. El entusiasmo de la
nueva época sindical en Pemex lo acuerpó Rocío Nahle con la eliminación de
impuestos a las gasolinas porque las que vende Pemex en Estados Unidos cuestan
once pesos debido a que no están cargadas con impuestos como en México. Antes que
se echen a andar las nuevas refinerías, Rocío Nahle le otorga a López Obrador
un avance legitimador con las gasolinas baratas eliminando el impuesto, ahora
que dejará también de existir el SAT.
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