LA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO





*Clímax de Ildefonso
*Programas sociales
*Coordinador sin militancia
*Alcaldesa itinerante
*Chinchorro diplomático


  
VLADIMIR ROTHSCHUH


Indudablemente que no hay asomo de odios o venganzas por parte del Presidente electo hacia gobernadores partidariamente opuestos. López Obrador volvió a encontrarse en Hidalgo con la violencia electoral, que como cuestionaba a Gerardo Sosa ahora hacía lo mismo con Omar Fayad. Llamó a la prudencia el entonces candidato presidencial a los jóvenes ante las provocaciones físicas en torno al ex rector de la Universidad de Hidalgo y, como Presidente electo, se reencuentra con quienes le exigieron destituir al Gobernador constitucional.  López Obrador habló no sólo para los provocadores tuzos, sino para todos aquellos que buscan hacer de la Cuarta Transformación un patíbulo. Atrás quedó la campaña, donde no admitía Amlo violencia y ahora en la gira de la gratitud atajó cual demócrata en el respeto a las instituciones, sus leyes y sus actores, al sentenciarle a propios y ajenos que no es un  dictador, que no destituye a nadie, que es el pueblo el que remueve a los gobernantes y que no se puede actuar de manera arbitraria: “Estamos construyendo una verdadera democracia, no una dictadura. Yo no soy cacique, que quede claro, y todavía voy a decir más: tenemos que trabajar de manera coordinada con el gobierno del estado y con los gobiernos municipales, ya pasó la campaña, nada de sectarismo, aquí lo que tiene que ponerse por delante es el interés general, el interés de todo el pueblo, la transformación de Hidalgo y la transformación de México”. Tan es así que es López Obrador es el  mandatario que reintegra a los hidalguenses la refinería en Tula y a Ciudad Sahagún su añejo esplendor ferroviario construyendo los vagones del Tren Maya. Y como compartió la sal con Fayad, en Querétaro compartió el pan con Pancho Domínguez.


En el plazo límite del TLC Estados Unidos y Canadá, Ildefonso Guajardo manifestó un pase maestro haciéndole llegar al Senado mexicano  los nuevos acuerdos de la renegociación México – Estados Unidos en que se le otorgaba a nuestro país la trascendencia cuando lo tripartida era una moneda al aire entre Trump – Trudeau. La suerte estaba echada en el tablero que precipitó Guajardo acordando con Lighthizer un comercio binacional. De ser por Trump y Trudeau las renegociaciones seguirían mesa tras mesa alargándose en diferendos ociosos. Una vez había intervenido Guajardo a favor de Trudeau en el Acuerdo del Pacífico para presionar a Trump, pero una segunda vez no aceptó Guajardo seguir en la rutina del mandatario canadiense, optando por acelerar las definiciones del juego y sacando a Canadá del TLC y quedarse el escenario entre México y Estados Unidos, pero sabiendo junto con Trump, que Trudeau estaba en un callejón sin salida. La manifestación de Ildefonso Guajardo  ante el Senado aguardaba hasta el último segundo la precisión de los tiempos fatales en los que acabó desembocando Canadá. Se coronó anoche el titular de comercio mexicano como la pieza maestra que hizo posible la pervivencia original de tres naciones. Con ese triunfo destaca Guajardo el clímax de su carrera profesional frente a su devenir personal superando lo doméstico y alcanzando dimensiones internacionales de un negociador cinco estrellas.


El respaldo social del Presidente electo a la administración de Claudia Sheinbaum apoyando a la CDMX con recursos federales con tal que la Jefa de Gobierno se aboque a lo esencial urbanístico, de seguridad pública, medioambiente y movilidad, expresa que fue un error de la izquierda morder el anzuelo salinista para desfigurar constitucionalmente al Distrito Federal como asiento de los Poderes de la Unión y apartándolo de la responsabilidad compartida entre la Regencia y la Presidencia de la República. La Jefa de Gobierno gozará desde Palacio Nacional de una oxigenación financiera en los derechos sociales de los chilangos y que de alguna forma intuyó su convocatoria pasada sobre la CDMX que encierra el cuestionamiento original y exagerado en la incontinencia reformista desde que Manuel Camacho y Carlos Salinas intentaban extender el plazo fúnebre del Partido de Estado ampliando seudo libertades políticas a la Capital del país cogobernada desde Los Pinos.  La iniciativa de López Obrador en los hechos cuestiona y devuelve a la CDMX a lo que originalmente era como Distrito Federal para facilitarle a Sheinbaum los lunes académicos y los sábados de tequio en las comunidades. Ese divorcio entre la Presidencia de la República y la Regencia provisionó la soberbia entre ambos ejes políticos.


Es senador por el PAN y carece de militancia perredista, los dos argumentos que las corrientes amarillas objetaron ante el TEPJF la coordinación de Mancera a su bancada. El ex jefe de gobierno tiene vara alta en el equipo de Otárola, a su ex vocero lo instaló en la comunicación del TEPJF imaginando futuros que al fin llegan por su aliancismo anayista y su autonomía partidaria para conservarse ciudadano en la Jefatura de Gobierno.  También conserva Mancera buenas migas entre los coordinadores del PRI, Morena, PVEM y PAN, si es que necesita blindaje extra porque perdiendo la coordinación de su bancada vendría el efecto dominó en la Belisario que usufructuó muy bien su ex amigo del alma, Miguel Barbosa.


En el contexto del TLC, el canciller Videgaray lanza el chinchorro en que notifica su retiro de la vida política intentando atrapar en esas redes el interés de Trump y López Obrador. No obstante su militancia tricolor y de formar parte del Consejo Nacional de dicho partido, Videgaray es un apartidista por construir la segunda transición mexicana a través de las facilidades para la Cuarta Transformación del país. Cercano a muchos proyectos políticos transexenales era a su vez lejano de todos ellos, su palabra es firme como lo dijo el año pasado cuando metió en su gaveta la candidatura presidencial. A partir de este anuncio luego de la aprobación tripartita del TLC y de los decires como próximo operador del presidente  López Obrador en la embajada mexicana ante Washington, le diseñarán horizontes en el sector privado en temas económicos como la escuela que sembró Pedro Aspe y no por eso ínfima en el club de hombres de negocios con sus propias empresas. Quedará de Videgaray su cuadro al óleo en el Salón de Cancilleres de Relaciones Exteriores como el de José Antonio Meade.


En su gira de la gratitud prometió Clara Brugada a los iztapalapenses un gobierno itinerante y hoy ese tiempo llega con su toma de protesta como Alcaldesa. La itinerancia formulada por Brugada  romperá el centralismo que hacía a la Jefatura Delegacional un espacio distante de las comunidades y de sus demandas sociales; pues en la recta final de la administración saliente  ésta dejó caer su incuria vengativa contra los iztapalapenses privados desde la semana pasada de los servicios básicos y elementales. La Alcaldesa Electa advirtió lo incorrecto, injustificable y absolutamente inadmisible para que la administración “suspendiera la prestación de servicios en centros deportivos, casas de cultura, centros sociales, bibliotecas y centros comunitarios, entre otros derechos de la población". Sin afán de mirar al pasado para poder construir el futuro, adecuó Brugada su próximo ejercicio democrático al modelo de la Cuarta Transformación que moverá a los estados las Secretarías  junto con el desempeño presidencial.




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