EL HARAKIRI DE 2027



Vladimir Rothschuh

 

La inmoralidad es la madre de la política, pero no de la justicia: Gilberto Bátiz apela a no repetir el batidillo político de la elección judicial en la mega elección del 2027. El Magistrado Presidente del Supremo Electoral ganó su voto a pulso en el sureste, su prestigio estatal y regional estuvo por delante siempre y para lo único que sirvieron las injerencias políticas fue para entreverar un trascendental y noble proceso. Hoy tiene vigor la sentencia de Hugo Aguilar cuando afirma que no es pelele de nadie en el Máximo Tribunal por haber sido el primero en impugnar en Oaxaca, la grosería política de manosear la transformación del país con tácticas innecesarias de mapachismo y sus nefastos acordeones. La estatura ética hoy la proyecta igualmente Gilberto Bátiz advirtiendo de la multiplicación de equívocos que originarán las elecciones de congresos, gubernaturas, alcaldías, jueces, magistrados y revocación de mandato. Muchos eventos que anuncian la falta de aprendizaje de la pasada elección judicial, realmente ínfima ante lo que se aproxima con cuantiosas boletas, varios lugares de votación simultáneos, heterogéneas campañas de ensordecedoras consecuencias pretendidas. La propuesta lógica del Magistrado Presidente del TEPJF es separar los distintos procesos comiciales, habido que la democracia debe procrear certeza, legitimidad y autoridad en las figuras electas para los tres poderes del Estado. Si la reforma presidencial persigue su harakiri, indudablemente afila sus propias armas.  

II- Mes tras mes, solamente dos secretarios son las estrellas del gabinete presidencial de proyecciones futuristas: Marcelo Ebrard y Omar García Harfuch. Dos personajes con dos agendas vinculadas a la bitácora regional que impone Trump: Comercio y Seguridad Pública. La relación de Ebrard con el actual inquilino de la Casa Blanca tiene amplios asideros desde más allá de su paso por la Cancillería, debido a que heredó las relaciones actuales que sostiene Jared Kushner con el Águila Azteca. La discreción de Ebrard poniendo siempre por delante a Sheinbaum como la artífice de las negociaciones con Trump, hablan bien del comportamiento subordinado titular de Economía y que tienen las ex corcholatas de Ricardo Monreal y Adán Augusto López en caída libre. En el equipo de Economía fueron bálsamo las líneas que redactó en su libro la Presidenta cuando aclaró que Harfuch nunca fue su candidato a sucederla en la CDMX, no obstante que hoy se perfila para la Presidencia de la República e igual que para la Jefatura de Gobierno. Las encuestas mensuales sobre los mejores funcionarios que acompañas a Sheinbaum, se mantienen desde hace un año con escasas variaciones, Marcelo Ebrard y Harfuch siguen testeándolas. Un riesgo patente de estar siempre arriba frente a la disputa de los que ambicionan el 2030.