Vladimir
Rothschuh
El
rectorado de la Máxima Casa de Estudios lo marca su tiempo, no así todos los
Rectores han sido expresión de su época. Las crestas de sus más elevadas épocas
las definen sus accidentes y conflictos, evidenciando los buenos Rectores que
la UNAM no tiene problemas sino oportunidades. El inicio del rectorado del
doctor Leonardo Lomelí apunta a ser del Siglo XXI: moderno, autocrítico, audaz. En la ceremonia de apertura del ciclo escolar
2024-2025, palomeó lo que ha sido la Universidad con su autonomía, libertad del
conocimiento, finanzas, divulgación científica, presencia internacional y cupo
estudiantil. A la jornada inaugural lo acompañaron varios Rectores y entre
ellos los que no fueron expresión de su tiempo por estar adscritos a los
intereses políticos del partido gobernante y de espaldas a sus funciones de
máxima autoridad universitaria. Volverlos a ver ahí fue un soplo radiante para
el futuro del doctor Lomelí sobre la ejemplaridad que lo convoca y aquella
irrepetible del aumento a las cuotas, de la reelección legalista y opuesta al origen espiritual vasconcelista, de la
filiación a una élite universitaria dominante por décadas y del autonomismo de
colores políticos. El rector Leonardo Lomelí, joven, fresco en hojas y raíces
promete ser el majestuoso ahuehuete bien plantado a las corrientes del saber,
dando a tiempo los frutos merecidos de la nueva UNAM, cuya ética ajuste su
investidura y desde él se derrame a todos los unamitas la moderación requerida
en las circunstancias demandadas. Como Rector del Siglo XXI, el doctor Lomelí
merece la singularidad novedosa de ese Panteón insigne del Rectorado que ofrece
mucho y muy poco, como lo ilustraron Barnés y Narro. Buenos y malos tiempos
para la UNAM, difícilmente se definen aceptándolos cuando el mérito destaca su
aprendizaje innovador y del meramente administrativo. Ahí radica la grandeza de
la Máxima Casa de Estudios fincada en tolerancia y diversidad, y la del rector
Lomelí, excitando lo que cada facultad, investigador, maestro, estudiante y
trabajador dice atesorar como verdad y que a los ojos de los demás son
posverdades. “Estas acciones, insistió el rector Lomelí en su discurso del
ciclo escolar 2024 2025, no solo demuestran nuestra capacidad de adaptación y
crecimiento frente a las necesidades educativas cambiantes del país, sino que
también fortalecen nuestra gestión para ser un catalizador de progreso y
renovación social”