*Diplomacia cultural 2021
*Assange, gambito
*La reacción ayer y hoy
VLADIMIR ROTHSCHUH
La diplomacia cultural mexicana es
una realidad tangible, esbozada por Beatriz Gutiérrez Müller, Alejandra Frausto
y Enrique Márquez desde inicios de la Cuarta Transformación, en sus dos
primeros años adquirió identidad, geografía, acciones y legislación. En la segunda reunión anual de embajadores y cónsules
2021 organizada por el canciller Ebrard, la titular de Cultura analizó el nuevo orden
global postpandémico y que envuelve a las culturas del orbe donde México supo
transitar conforme su agenda el año pasado delineada ante ese mismo cuerpo diplomático en
enero del 2020. A partir de esas experiencias donde el gobierno del presidente
López Obrador se lució internacionalmente con programas reconocidos por la
UNESCO como ‘Contigo en la Distancia’ el devenir de la agenda cultural mexicana
para este 2021 se ancla en esa praxis debido a que no hay un cierre sobre la
pandemia en los meses venideros. Como resultado del primer encuentro entre
Frausto, embajadores y cónsules el año pasado sobre el Sistema Integral de
Derechos Colectivos, se obtuvieron dos grandes logros con Isabel Marant y Juan
Ramón de la Fuente: se alcanzó una retroalimentación con las marcas de
diseñadoras y se inició para este 2021 la redacción de una legislación sobre la
propiedad intelectual internacional respaldada por la ONU – UNESCO. La diplomacia
cultural es un hecho se compone de 28 regiones en cinco continentes como lo
señaló Enrique Márquez, más dos conclusiones inmediatas: la Red Iberoamericana
de Diplomacia Cultural, que preside México en alianza con Perú y la Conferencia Mundial sobre Políticas
Culturales de la UNESCO que logró atraer nuevamente Frausto a México. La gira
de la doctora Gutiérrez Müller por Europa el año pasado, marcó un hito no sólo en
toda la historia doméstica de las consortes presidenciales, sino de la
diplomacia cultural reclamando los derechos que como nación cultural tenemos y
merecemos, habiendo de desembocar en los doce eventos como los doce trabajos de
Heracles con los que la Cuarta Transformación conmemorará "la Independencia
y grandeza de México" este 2021, siendo el primero este 14 de febrero como algo
más que el feriado católico a San Valentín para homenajear a Vicente Guerrero, en Cuilápam
de Guerrero, Oaxaca. El poder blando de la cultura ha vuelto a ser usado por el
equipo del presidente López Obrador con resultados magníficos de hermandad y
solidaridad entre naciones.
También el presidente Lázaro Cárdenas
fue cuestionado por la reacción mexicana por darle asilo a Trotsky y los
refugiados españoles, como sucede con el presidente López Obrador y su asilo a
Evo Morales y el ofrecido a Julián Assange. La nueva tarea encomendada por el
Presidente a su canciller Ebrard discurre en los meandros del ascenso de Biden
a la Casa Blanca. Con una mejor relación política de Marcelo Ebrard con el
grupo demócrata que el imaginado con Trump, el avance sobre el asilo a Assange
no apunta enturbiar la vecindad diplomática sino a revalorar las habilidades
del canciller Ebrard cuando supo desactivar el injerencismo de Trump en nuestro
país con su declaratoria de terroristas a los narcos. A nivel internacional se
aplaudió la negociación del canciller Ebrard sobre la salida de Evo a Cuba –
Argentina y el punto final al intervencionismo que facultaba a Trump a usar
tropas especiales para capturar en territorio mexicano a los capos bajo
denominación de terroristas. A la distancia no se ve de gran tamaño el desafío
resuelto por el canciller Ebrard, pese a la devolución de Cienfuegos y el revés
de la DEA armada en México, quizá debido a la derrota de Trump, pero ahora adquiere
nuevo lustre cuando el presidente López Obrador mueve a Assange en el tablero
de la diplomacia mundial como un virtual gambito a Biden. Por un lado se tenía que comenzar y el
presidente López Obrador por segunda ocasión opta por el centro de las blancas,
la primera maniobra fue aguardar al Colegio Electoral.
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