*Renovación de las Mañaneras
*Gobernadores delictivos
*Derechos conculcados
VLADIMIR ROTHSCHUH
El derecho a la salud está contenido
en la Constitución y su gratuidad se sustenta en los impuestos que recibe el
Estado para su redistribución social; eso implica un Pacto que teje el Federalismo
y que ahora es cuestionado por nueve gobernadores de oposición, bisoños al paracer, de sus
obligaciones legales. En el pulso de la
salud, López Gatell no abundó en las implicaciones constitucionales de esos
nueve gobernadores que aparentemente intentan romper el orden federalista como
en los viejos tiempos de incipiencia legal que debieron sortear los liberales. Quizá
entonces la respuesta debería provenir de Julio Scherer sobre esa ‘ruptura’ del
Federalismo y no del equipo de Jorge Alcocer que ya sumó a la gratuidad de la
salud a 23 gobernadores, teniendo que contemplar el Jurídico presidencial que
el presidente López Obrador no es un Estadista de conflicto y confrontación, no
obstante que esta vez va de por medio uno de los sagrados derechos humanos de
los mexicanos en el acceso a una vida saludable. No es tan simple como sacar de
la lista del Insabi a esos estados pues se estaría dañando a millones de ciudadanos
que se moverían a estados circunvecinos a obtener lo que les niegan sus
gobiernos, aunado que entre esas nueve entidades están proyectadas la
construcción de 70 nuevos hospitales, la reconstrucción de 80 de Coplamar, edificación de 120 centros de salud y la
basificación de 90 mil trabajadores. Los nueve mandatarios que han decidido usar
la enfermedad de sus gobernados como ariete de pleitos políticos, refrendan la
derrota moral del conservadurismo y replican la figura del secuestro infantil
como mulas del crimen organizado. La ética jamás ha sido un valor en los estatutos
neoliberales cuya defensa en mantener la corrupción del Seguro Popular es
explícita entre esos nueve gobernadores dispuestos a sacrificar a sus
gobernados, apuntando entonces al Máximo Tribunal y su fallo acerca de la validez
criminal en la ruptura federalista como en el derecho constitucional a la
salud.
La crisis del huachicol llegó a su
término hace muchísimo tiempo y la presunta nueva emergencia en el horizonte
2020 de la Cuarta Transformación era el Insabi. Tanto por corrupción en Pemex
como por el finiquito a la corrupción en el sector salud, media un año en
circunstancia idénticas: la negación del viejo orden a perder sus negocios ilícitos.
El huachicol no tiene más razón de seguir apareciendo como crisis todos los
lunes en las mañaneras presidenciales habiéndose controlado en breve tiempo las
presiones del conservadurismo. El quién es quién en los precios de las
gasolinas, demostró haber llegado a su término cuando Ricardo Sheffield
evidencia que Profeco ha perdido sentido al quejarse todos los lunes de los
abusos en las gasolineras, obviamente la queja es una omisión administrativa
más que una resolución, puesto que por usos y costumbres neoliberales manosear
los litros de combustible es semejante a manosear los precios o gramos de menos
en las balanzas y cuyo trance real es el
sobreprecio actual en las tortillas que rebasa los veinte pesos. ¿Por qué mantener el fierro del huachicol en
la lumbre de las mañaneras de todos los lunes cuando fue resuelto en los
primeros meses del año pasado?
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