*Conservadores remisos
*Patria para todos
*Reingeniería de la CNDH
*Comunitarismo agropecuario
VLADIMIR ROTHSCHUH
El verdadero éxito del Acuerdo
Nacional de Inversiones en Infraestructura, lo destacaron no los 42 billones de
pesos a invertirse en el 2020 en 147 proyectos, sino la presencia en Palacio
Nacional de los convencidos de la derecha empresarial panista con las figuras de
Sergio Leal, Samuel Sarmiento y Alberto López, en representación de Gustavo de
Hoyos. La Coparmex ha comenzado a reconocer que la Cuarta Transformación no es
politiquería y que López Obrador ha logrado ascender a un real Jefe de Estado,
que como él reiteró ante ese grueso empresarial su misión ‘es buscar siempre el
bienestar de todos, buscar siempre el que todos los mexicanos se sientan bien,
nadie marginado, nadie vilipendiado, ofendido, sino que todos estén
representados en el gobierno. El gobierno es de todos los mexicanos, un gobierno
de todas las clases sociales, de todos los sectores económicos, de todas las
religiones, de creyentes y de no creyentes, representamos a todos’. Con los
embajadores de Gustavo de Hoyos no acababa la rectificación del empresariado
que se identificó en el pasado zedillista y foxista por ir contra corriente de
la izquierda progresista, tal era el caso del banquero Roberto Hernández. Hecho
que debe celebrarse porque este hombre ligado ideológicamente con los
neoliberales, aquilató el desempeño Estadista del presidente López Obrador
para dejar atrás lo que desunía a los mexicanos por lo que ahora los reúne y
los mueve en el desarrollo. Roberto Hernández fue invitado a Palacio Nacional y
fue bien recibido como lo fue además Eduardo Tricio. La nobleza que antecede al
Acuerdo Nacional de Inversiones en Infraestructura, es lo trascendental, porque
ninguno de esos hombres de capital habría hecho a un lado su ceguera ideológica
de derecha, de no haber encontrado en el presidente López Obrador la cima de su
madurez política como el gobernante abierto y generoso por el bien del país y
los mexicanos. Ese acuerdo entre empresarios y la Presidencia de México
abandona a la reacción de derecha y deja solos a los conservadores negados a
comprender al cuarto movimiento histórico mexicano deslactosado y descafeinado de
filias y fobias. La Independencia, los liberales y la Revolución fueron
cruentas, la Cuarta Transformación contiene lo que aquellas pasiones
carecieron: el onceavo mandamiento.
Cuando le propuse al ombudsman de la
CNDH que diera el primer paso en autoridad moral frente al poder presidencial
reduciéndose el sueldo primero y luego emprendiendo una reforma interna de la
CNDH, conseguí a cambio el distanciamiento del Ombudsman y de todo su equipo. Cuando
me preguntó un ministro de la SCJN acciones para su campaña a presidir la
máxima magistratura, le indiqué que antes que nada rebasara a sus demás
competidores achicándose el sueldo y lo que obtuve de inmediato fue una
respuesta agria de su derecho y legalidad a merecer esa fortuna mensual. Ahí
acabó la relación con ese Ministro que en paz descanse ahora. Los plazos
finalmente llegaron a la CNDH con Rosario Piedra y en la SCJN con el reflejo
moral del presidente López Obrador en la Ley de Salarios Máximos. La nueva
titular de los derechos humanos ha comenzado a desmontar el aparato estructural
de salarios semejantes a los de la SCJN anunciando diecinueve medidas más en la
desburocratización de una institución obesa, retardada y reactiva. Entre ellas
aún no aparece la eliminación de la reelección consecutiva del Ombudsman, que
con ocho años en el sillón finalmente se apoltrona y amodorra sus obligaciones.
Entre esa reingeniería urgente y necesaria, Rosario Piedra ha dejado incólume
el Consejo Consultivo de prohombres y promujeres identificadas sanguínea y
políticamente a los representantes de la Mafia del Poder. La horizontalización
de la CNDH pasa por su identidad hacia los grupos sociales revictimizados por
las instituciones del Estado, hay que valorar entonces el sentido de la selección
senatorial y de la terna presidencial, resuelta hacia la figura de una
luchadora social y no de una litigante de cuello rosa. Rosario Piedra con sus
primeras enmiendas a la CNDH corrobora los propósitos recuperados.
El presidente López Obrador ha
señalado que la Cuarta Transformación a diferencia de las otras tres
constituyentes se precia de emprender cambios de fondo en las leyes, pero sobre
todo en usos y costumbres deterioradas por los neoliberales. El agro mexicano
también es atravesado por las transformaciones sin llegar al boato petulante de
los tecnócratas y sus reformas antizapatistas, la soberanía alimentaria un
anhelo de la tercera transformación ahora lo conduce Víctor Villalobos en la
primer conquista de este sexenio con el superávit agropecuario y entrelazando
la educación tecnológica con el programa estrella de Sembrando Vidas. En esa
nueva vertebración Víctor Villalobos con Gabriel García mostraron las acciones
alcanzadas entre Agricultura y Bienestar en 13 mil 500 comunidades rurales de
alta y muy alta marginación en el país que a su vez cuentan con similares centros
de desarrollo cumpliendo metas en once mil a la fecha. Hay formas de acabar la pobreza alimentaria
con la sustitución de la ganadería y su sabanización que hoy es causal del calentamiento
global, sin embargo, sin organización es imposible reeducar a los legítimos
dueños del campo subeducados en las simbiosis feudales. Los 13 mil centros
integradores de desarrollo culminan las pautas iniciales del presidente López
Obrador de 'primero los pobres', pero no de forma asistencialista sino dotándolos
de formación y tecnologías en las cadenas productivas. Sader así brinda la
asesoría en esos 13 mil centros con insumos, tecnologías, precios de garantía,
comercialización, mercados, superando la autosuficiencia alimentaria y
trascender con sus excedentes, en lo que hoy se puede celebrar con el superávit
agropecuario de México.