*Consolidaciones farmacéuticas
*Sucesión en la UNAM
*Libre comercio
*Plebiscito
VLADIMIR ROTHSCHUH
Donald Trump no es un hombre de acuerdos y
menos que los respete, el T-MEC transita en la dinámica empresarial del
presidente gringo y se perfila en la dirección del Plan Marshall Mesoamericano
que México ha dignificado y la Casa Blanca incumplido para salir Trump con una
vía personal distinta porque lo redituable a su reelección es mantener vivo el
conflicto de los migrantes mas nunca resolverlo. Las tres visiones de la
inminente aprobación legislativa gringa del TMEC, una pertenece a Ebrard que de
buenas a primeras lo da por un hecho y calzó en la agenda del presidente López
Obrador un encuentro fugaz con legisladores
opuestos a Trump; la otra visión es del responsable negociador en la
Cancillería, Jesús Seade quien asegura que como Trump está acorralado con el
juicio político, la tabla de salvación de aferrarse al TMEC, lo que equivale a
darle el tiro de gracia a quien jamás se ha dado por muerto desde el conflicto
ruso y menos ahora con el ucraniano; la tercera visión es de Graciela Márquez,
asegurando riesgos mínimos porque no hay Plan B y tanto Trump como los
legisladores tienen sólo una sopa a escoger, el TMEC. El referente del acuerdo
comercial México, USA y Canadá está en los comicios mexicanos del 2018, Trump y
los legisladores aguardaron los resultados, hoy los resultados de las
elecciones presidenciales gringas, ciñen el devenir del TMEC en los estilos
empresariales de Trump que están por encima de la lógica política. La visión
unidireccional del futuro económico mexicano enganchado al comercio vecinal con
Canadá y USA forma parte del discurso de Relaciones Exteriores, no así del
resto de la Cuarta Transformación que sigue haciendo comercio con Estados
Unidos y ampliando sus exportaciones en la Cuenca del Pacífico y abriendo
nuevos mercados en Medio Oriente para asombro de ellos mismos al usar el
corporativismo empresarial los valores decadentes de la autarquía incitando
oposición a la entrada comercial de los Emiratos. Las experiencias del BRIC
siguen vigentes para Graciela Márquez, mientras México no creció en el pasado
por atarse al TLC y fue arrastrado por sus crisis, las economías de Brasil,
India, Turquía, Rusia y China emergieron hasta volverse las dos últimas
referentes obligados en la nueva multipolaridad. Como sentenció Márquez Colín no hay Plan B y
en lo que el cabildeo de Ebrard prospera, el comercio mexicano se expande por
otras partes del planeta con resultados superavitarios para la agroindustria.
Solamente cuatro aspirantes a rectoría UNAM se
registraron, Enrique Graue, Angélica
Cuéllar, Daniel Velázquez y Pedro Salazar. Y los demás, es la sonora duda que
aclimata las ambiciones desmedidas que desde septiembre pasado tensaron a
través de la violencia y en el marco del 68 y el gobierno nacional de
izquierda, la sucesión en la Máxima Casa de Estudios. Demasiados intereses
externos de partidos, pandillas y camarillas apostaban fuerte a hacer de la
UNAM un nicho de conflictos los próximos cuatro años. Y el proceso ahora se
torna sinuoso y de terciopelo, Graue se reelegirá conforme las reglas
sucesorias ante tres adversarios dignos que lo acompañarán en la dinámica de
fortalecer con sus propuestas la visión de la UNAM los próximos años, donde
Jurídicas como Ciencias Políticas tienen muchísimo qué aportar. Ahora resta
cuidar el proceso porque las infamias sobran y la mezquindad se asoma en la
tersura, no obstante que todo lo dicho se aniquila a sí mismo cuando supo Graue
resolver el tránsito amarrando de uno y otro lado los hilos sueltos y negros
que ahora lo declaran un experto en las filigranas políticas. Volteando a ver
lo que hizo Graue en estos cuatro años, promete doblarlo en los que vienen, se
trata en cierta medida su reelección de un refrendo plebiscitario en el que
muchos convergen sobre su buen desempeño pasado que catapulta a la UNAM a un
buen futuro.
Los industriales farmacéuticos no han dado su
brazo a torcer luego de sus presiones ejercidas con el Metotrexato que acabó comprándose
directamente en laboratorios franceses. El abuso con el anticancerígeno
permitió a la 4T desazolvar ese sector mafioso de las batas blancas y a partir
de ese éxito, la transformación en el sector sanitario apunta más alto. Y no es
que Jorge Alcocer haya ido especialmente a revisarle la garganta al presidente
López Obrador luego de los cuatro días de gira y los cambios de clima que
resintieron al vocero presidencial en su mañanera del lunes, porque el Secretario
de Salud puso a discusión nuevamente el tema del huachicol farmacéutico pues no
bastó con los consolidados IMSS, Ssalud, Issste, Issfam, para ahorrar recursos
millonarios porque el envés de esas compras masivas es lo subsiguiente, hacerlo
llegar a todos los rincones del país y fue la caja de Pandora que abrió el
doctor Alcocer con la creación de un organismo responsable de centralizar y
distribuir las medicinas del sector salud federal. La venta de garaje
neoliberal no supo que le quedaba un laboratorio farmacéutico que a la fecha
sobrevive con participación estatal mayoritaria y sobre el cual ha posado su
mirada el titular de Salubridad para incluirlo en el instituto que distribuirá
los medicamentos. El gobierno adquirirá por su cuenta y directamente en los
laboratorios internacionales de calidad y a mejor precio, como el Metotrexato,
y a su vez deberá encargarse de moverlo mucho mejor que esas aguas negras
gasificadas a las que continuamente se refiere el presidente López Obrador como
el colmo del consumismo y el déficit gubernamental en el abasto en hospitales y
clínicas del sector público.