* Esclerotización
sanitaria
*Riqueza y política
*Pedagogía cultural
*Sucesión en la UNAM
VLADIMIR ROTHSCHUH
A pesar que el presidente López Obrador ha
preferido centrar su agenda de gobierno en lo doméstico dejando en su
Cancillería la representación suya internacional, el ex rector de la UNAM y
embajador mexicano ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, pudo colgar la
reinvención juarista de la 4T en pos de un asiento del Consejo de Seguridad del
multiorganismo. En el tema migratorio con Washington, De la Fuente ha
desempeñado un rol destacado empujando a la ONU a comprometerse en Mesoamérica.
Con el visto bueno inicial de Marcelo Ebrard inició sondeos el embajador con los países latinoamericanos y
caribeños sobre el desempeño que tendría para la región, el que México ocupara
un lugar en el Consejo de Seguridad. Creen tener Juan Ramón de la Fuente y el
canciller Ebrard el voto mayoritario y se lo confirmaron al presidente López
Obrador: el juarismo es la bandera de la Cuarta Transformación labrada en
altorrelieve en la ONU. En una simbología mexicana centró el ex rector de la
UNAM la simbiosis que llevará al país a jugar un sitio destacado en el Consejo
de Seguridad a través del lema del derecho ajeno es la paz, aunado a la
fraternidad tamayista y la transformación actual de nuestro país. Asegurando
Juan Ramón de la Fuente ese asiento y con el aval animoso del presidente López
Obrador, estará incidiendo por adelantado en la reelección de la Máxima Casa de
Estudios desde que un sector del círculo moreno precipitó erradamente el
propietarismo en la UNAM exaltando la violencia desde septiembre pasado y
contraviniendo los objetivos conciliadores del Presidente de la República. La feliz
sentencia del Primer Mandatario ante el anuncio de su embajador, fue que México
comienza a recuperar su prestigio en el concierto de naciones.
La conferencia mundial sobre SIDA fue el
escenario en que Jorge Alcocer recalcó frente a 140 naciones que México tiene
el mejor esquema antirretroviral para personas con VIH gracias al diagnóstico
temprano, la vinculación oportuna del tratamiento y la supresión viral mediante
terapias efectivas que han originado la humanización de la relación médico –
paciente. El ahorro cruel de sexenios anteriores poco interesaba al sistema de
salud la detección oportuna del virus buscando falsos ahorros. Fue criminal que
el sistema sanitario alentara en hospitales y clínicas la disuasión de los
mexicanos que se creían con Sida. A esto el Secretario de Salud de la 4T, Jorge
Alcocer, lo denomina la ‘esclerotización de la burocracia sanitaria’. El ahorro resultaba falso y criminal, no se
atendían a los pacientes precozmente provocando estigmatizaciones sociales con
los procesos terminales dolorosos para enfermos y familias. Como promotor de la
universalización de la salud en la Cuarta Transformación de México, el doctor
Alcocer Varela, resumió las políticas
sanitarias mexicanas, en el combate a la criminalización y la discriminación
hacia la diversidad sexual y de género y hacia las personas que viven con inmunodeficiencia.
‘También se ha logrado en siete meses garantizar servicios de salud integrados,
incluyentes y profesionales, eliminando
las barreras normativas y jurídicas que dificultan el acceso a diagnóstico y
tratamiento a la salud digna de todos’. Olvidado en el sistema sanitario
mercantilista el valor de la clínica, se
dejó de escuchar en los pacientes los orígenes de sus afecciones, fuente casi
siempre de todas sus dolencias.
La UNAM y la Secretaría de Cultura signaron
convenios para una pedagógica transformadora desde las diversas expresiones
artísticas, la Máxima Casa de Estudios
sigue siendo en el siglo XXI un gran proyecto cultural y el principal factor de
movilidad social en México. Hace unas semanas Alejandra Frausto retomó
sentencia libertaria sobre ‘aquello que hace mejor al ser humano, aquello que
nadie podrá privarle nunca: la creatividad y la posibilidad de transformar el
mundo y de tomar en las manos una disciplina artística y cambiar la realidad,
independientemente de la situación o la condición en la que se encuentre’. Lo
dijo en el marco del festejo de Mandela por la Secretaría de Cultura, CNDH y
Centros de Reinserción Social, pero lo puso de nuevo en vigencia cuando signa
convenio con el Rector de la UNAM, Enrique Graue, sobre los alcances de la
cultura interviniendo en las conductas de las generaciones jóvenes. En las universidades,
en las calles o en las oficinas públicas, el estándar de la cultura no cambia
conforme lo retomado de Nelson Mandela por Alejandra Frausto ante los derechos culturales
de los jóvenes y los derechos también de los servidores del Estado. Es
llamativo que ante Luis Raúl González Pérez, o ante Meyer Falcón o ante Víctor
Toledo o ante Irma Sandoval, y ahora con el rector Graue, los objetivos
culturales de la 4T abarquen una diversidad que se vertebra en la
transformación cultural de aquello que da alas y aquello que enraíza a un mismo
tiempo. La creatividad reflejada en la
4T está en los espacios artísticos fomentando en cada mexicano mosaicos innovadores
que solamente hace posible la cultura. Se
adelantaron Frausto y Graue a la Ley General de Educación y la nueva
vinculación entre el aula y las artes.
Mientras Alfredo del Mazo sembraba vida en
Zacazonapan entregando apoyos forestales para la preservación de los bosques
mexiquenses, de un matorral le brincó a ‘prisa’
el gazapo de los Alcántara, Zedillo, Murat, Miranda y Polanco, como si se
tratase el Gobernador, de un advenedizo de la riqueza y de la política. Del Mazo
no ha llamado a su estrategia de sembrar 15 millones de árboles en el Estado de
México como se denomina uno de los programas estrellas del presidente López
Obrador, ‘Sembrando Vida’, pues no sólo comparte la cabellera platinada sino la
reducción del sueldo como gobernador, el salario rosa, anticorrupción y
estrategia anticrimen. Del Mazo es el único gobernador que representa la
tercera generación familiar en el poder estatal, con las riquezas de su abuelo
y su padre, jamás tuvo tentaciones en arcas ajenas para declararlo un recién
llegado a la política ambicionando estatus económico y social como sucede con
la inmensa mayoría de políticos y empresarios que encontraron en la corrupción
un estilo de vida. La incomodidad de los miembros de la Conago cuando Alfredo
del Mazo hizo suya la honrada medianía del presidente López Obrador para ganar
menos que él, se expresó en la llaneza de quienes no tenían abolengo familiar,
sino que estaban buscando a la brevedad hacerse de uno. Con mil 500 pesos de
ayuda a los campesinos que cuiden una hectárea de bosque, Del Mazo persigue
resembrar 15 mil hectáreas y que a la fecha lleva alcanzado seis millones de
árboles que convierten a la entidad mexiquense en una de las más verdes del
país no obstante las presiones demográficas del Altiplano como la tala ilegal
desde Morelos y Puebla. El modelo de reforestación del presidente López Obrador
se ha exportado a El Salvador como paradigma del Plan Marshall hacia
Mesoamérica, a nivel nacional suma 19 estados que a través de Bienestar de
Albores tendrán empleo y comida con los maderables y frutales. Alfredo del Mazo
denominó a su programa ‘Dale un respiro al Edomex’ cuando en realidad forma
parte de la estrategia de López Obrador creando sistemas productivos
agroforestales que incentivarán la autosuficiencia alimentaria, una educación ambiental,
empleos y harán crecer la masa forestal del país. Alfredo del Mazo a diferencia
de los once políticos y empresarios mexicanos inversionistas en Panama Papers y
recientes en Luxemburgo, explicó transparentemente que Andorra fue una incursión
desacertada que atajó a tiempo. Enhorabuena.
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