*Certidumbre hacendaria
*Cualidad de vida
*Placebos neoliberales
*Distopías criollas
*Derecho a la alimentación
VLADIMIR ROTHSCHUH
Una vez que Carlos Urzúa apeló a la mesura
sobre las Calificadoras denominando exageradas las reacciones, ello dio lugar a
que manifestara el presidente López Obrador su enésima expresión de tolerancia a
los extremismos chauvinistas que merodean dañinamente a la Cuarta
Transformación: "Estamos abiertos al escrutinio internacional en lo
político y lo económico. México es un país libre y no tenemos nada que
esconder, estamos a favor de la transparencia. Esto de las calificadoras es su
trabajo, lo respetamos, no vamos nosotros a limitar su función". Carlos Urzúa había comenzado a fundamentar la
calma cuando dijo que “esto de las agencias, hay que tomarlo como un granito
de sal. No bajaron las calificaciones, bajaron las perspectivas, no hay que
hacer una tormenta en un vaso de agua”. La certeza de Urzúa llegó hasta oídos
del presidente López Obrador para embarnecerlo como figura democrática del
siglo XXI. Porque el Poder de Poderes que jerarquizaba el Ejecutivo Federal antaño,
enmendó ahora la plana a la sentencia que abundó en torno de los equilibrios
donde la Cámara Alta sería el primer contrapeso. Después del
presidente López Obrador, el líder de la Jucopo, Monreal, vetaba la iniciativa anti
salomónica de Jara pues resultaba que la
paradoja radicaba en que el Senado apuntó vía Jara al pecho de la Cuarta Transformación
invocando estalinismos rancios que han construidos distopías en Latinoamérica
negando la crítica, la pluralidad y extendiendo el disenso sobre un marco
férreo de autarquías. La certificación de Carlos Urzúa al buen desempeño
económico derivó a favor del poder cuestionado acerca del ejercicio
presidencial en manos de un solo hombre, pues pudo López Obrador mudar la
máxima enmienda democrática encarnada en el ex presidencialismo para corregir al
Legislativo en sus tentaciones autoritarias. Porque no es cuestión de un solo hombre
el absolutismo más si ocurre en las construcciones colectivas como se asumió
el veto a las calificadoras internacionales desde el Senado. La máxima de que
el poder absoluto corrompe absolutamente tiene su paralelo en que la humildad
republicana de la 4T también surte los mismos efectos, acciones y
decires en los que viene reiterando sin imposturas el presidente López Obrador
al rechazar los excesos morenos en el Senado que aislarían a México metiéndolo
en el tobogán de las dictaduras de izquierda negadas a la transparencia. Sobre el
mensaje de las descalificaciones de las Calificadoras internacionales, el
presidente López Obrador consiguió desde la certidumbre de su titular
hacendario y la validación del líder senatorial, la más alta tasa mundial de
Estadista Demócrata.
El presidente López Obrador señaló por omisión
a los exfuncionarios del peñanietismo involucrados en el huachicol sanitario,
respondieron al modelo neoliberal o liberal que cuestionaba Ivan Illich cuando
mostraba las úlceras del Estado en cuestiones médicas. Y frente a esa herencia
neoliberal hace hincapié Luis Antonio
Ramírez en lo trascendente del anarquismo con aquello de que las medicinas son
placebos de un sistema económico destinado al lucro. La Cuarta Transformación ha comenzado a desandar
esos caminos fallidos desde el proyecto de país del presidente López Obrador
como de las nuevas estrategias de Ramírez Pineda en el ISSSTE. No hay
enfermedades, hay enfermos; nadie es curado desde fuera, sino desde dentro y
por uno mismo, máximas de siglos que la industria farmacéutica sepultó en aras
del lucro sobre los malestares de las personas. Las ‘enfermedades’ que drenan
las arcas del ISSSTE no son enfermedades pues el cáncer, diabetes, infartos,
obesidad, son el resultado de la confabulación de las industrias alimenticias y
farmacéuticas. La apelación de Luis Antonio Ramírez Pineda a los
derechohabientes del ISSSTE como al personal médico es apostar por la
prevención con tal que el ISSSTE deje de seguir siendo un espacio para
enfermos, abriendo prospectivas hacia una elevada calidad de vida social y
familiar. Entre más enfermos hubiera en los sexenios neoliberales, más huachicol
farmacéutico saqueaba el erario público. No se trata de mirar al pasado como lo
expresó el presidente López Obrador, sino de cualificar el futuro con una mejor
calidad de vida como lo sentencia Ramírez Pineda.
La oferta de Víctor Villalobos para
reconvertir el excedente de más de un millón y medio de toneladas de azúcar en
bioetanol es una salida afortunada a implementar en todo el sector agrícola.
México por el sector rural aumenta la pobreza alimentaria y los objetivos del
presidente López Obrador son apremiantes en el combate a la pobreza de los
mexicanos. La sabanización de los bosques para producir kilos de carne ha dañado el medioambiente, extremado las clases sociales, drenado el sistema
sanitario con males alimentarios, secularizado la miseria urbana y rural, como
acelerado el cambio climático. Y es oportuno señalarlo cuando Víctor Villalobos
se ve acosado por las agrupaciones
ganaderas que viven por los siglos de los siglos en la eternidad feudal
continuando con una mal llamada industria
permeada por el narcotráfico, tráfico ilegal de humanos y sin excluir el
esclavismo y el crimen animal. La ganadería es el peor de los males del agro
mexicano, por algo Víctor Villalobos es vegetalista y no zootecnista, el futuro
de la humanidad está en lo que Dios dio de comer en el paraíso a los primeros
humanos y plasmado ahora en la Constitución Moral. La Cuarta Transformación no es
utópica, darle de comer a todos los mexicanos es un derecho y el hombre que
puede conseguirlo es Víctor Villalobos contra viento y marea de las mafias
verdes que sexenio tras sexenio asaltaban Sagarpa y ojalá no vuelven a hacerlo
con Sader. Reconvertir el campo mexicano
es la palabra transformadora en la agenda fincada en lo único que puede lograr
la soberanía alimentaria: granos, frutas, semillas y vegetales.
Las promesas de Cuauhtémoc Blanco de mejorar
en calidad y calidez de los servicios sanitarios de Morelos se los tomó al pie de
la letra Rafa Reyes al Gobernador: Jiutepec correrá los servicios médicos de
sus centros de salud hasta la noche. Y de nada serviría esa atención médica si
lo esencial se pierde de vista como son los servicios de agua y alcantarillado
al cien, porque esta es otra enmienda que entre Rafa Reyes y Cuauhtémoc Blanco
ha conseguido Jiutepec, elevar a nivel de compromisos mutuos. En la mejora de los centros
hospitalarios médicos y enfermeras serán cubiertos por la administración de
Reyes, mientras que por el lado estatal correrá el gasto en medicinas.
Prácticamente arrancando el estiaje en esa zona, los convenios para surtir de
agua potable a todas las colonias comprenden nuevos pozos, rehabilitación de
tanques. Jiutepec es el primer municipio morelense en suscribir estos acuerdos en materia sanitaria y de aguas con la administración de Cuauhtémoc Blanco,
abundando en la proximidad de objetivos sociales entre ambas administraciones.
https://twitter.com/VladRothschuh