*Cartilla Moral
*Electricidad barata
*Ingenio empresarial
*La Salud pública
*Tejido social reconstruido
VLADIMIR ROTHSCHUH
El Presidente de la República comenzó
a promover la lectura y la paz entre los adultos mayores reviviendo entre esas
generaciones los preceptos de civismo que distinguieron al México de entonces. Ningún
Presidente de la República había estimulado la lectura como lo hace López
Obrador fomentando a uno de nuestros pilares culturales como Alfonso Reyes. La Cartilla
Moral la regaló el primer mandatario entre los beneficiarios de los programas
de bienestar social antecediendo lo que será la Constitución Moral que deberá
estar lista a mediados de este año. Leer hace diferente a los hombres y
mujeres, México no es Japón o Finlandia con sus lectores quizá porque desde la
cumbre del poder político nadie ejemplificó sobre aquello que transforma consciencias
y mueve inteligencias; desde que los tecnócratas asumieron el poder presidencial
la promoción del conocimiento fue movida a un lado para fomentar las ambiciones
materiales como si lo uno o lo otro estuvieran divorciados y cuya conclusión
árida fue todo hacia unos y nada a la mayoría. Algo más que asistencia
a los más necesitados está brindando López Obrador acompañando esas
acciones de bienestar con el cultivo del conocimiento y las buenas costumbres
urgentes en un México fustigado por las falsías del neoliberalismo. Alfonso
Reyes representa lo que México puede volver a ser como semillero de
intelectuales y artistas.
La Cultura por la Paz es un programa transversal del presidente López Obrador, siendo el eje la Secretaría de Cultura atraviesa además otras dependencias
del Gabinete. Alejandra Frausto está moviendo hacia las ocho mil bibliotecas
públicas de todo el país su proyecto Cultura por la Paz y que obviamente
atiende al magisterio, las escuelas, familias y educandos, sobre una
experiencia cultural muy exitosa en otros lugares del mundo cuando las aulas,
las bibliotecas y las artes populares se desdoblaron hacia las calles como
sociedad civil restándole espacios a la criminalidad, en nuestro caso las
comunidades con más índice de violencia y que suman unos setecientos
municipios. Las ocho mil bibliotecas del
país por sí mismas han demostrado que presencialmente no bastan, hacia dentro
han dado ciertas respuestas sociales y de ahí que Frausto invierta la relación
de la cultura con el tejido social, no es cuestión de élites la música, el
teatro, la poesía, la lectura, disfrute que debe mudarse a esencia colectiva en
semilleros donde la cultura la representen y la actúen las comunidades.
Curiosamente el narcotráfico ha desnaturalizado las culturas populares ha impuesto sus falsos valores en las juventudes demostrando cómo la subcultura
del crimen ha desplazado lo que históricamente detentó el poder clerical y que luego el videopoder con el consumismo
acabó de sepultar las sanas tradiciones mexicanas. Hay muchos ejemplos reiteró
Alejandra Frausto sobre el poder de la cultura transformando sociedades, en
nuestra inmediatez la subcultura criminal es el botón de muestra que permite a
la Cultura por la Paz desempolvar la riqueza de nuestro enorme poder blando que
nos ha permitido asentarnos milenariamente con la tercera cultura mundial al lado
de India y China como sobrevivir a la vecindad anglosajona. La violencia en
México es de unas décadas atrás cuando la derecha eliminó la estética, la
ética, el civismo, la lógica de la educación básica y menospreció la lectura,
en cuya brevedad de ese tiempo perdido, Alejandra Frausto tiene a su favor
nuestra riqueza milenaria para devolver a México a su creativa paz siendo el primer éxito de la Cuarta Transformación, el Complejo Cultural Los Pinos que ha acogido
a cientos de miles de mexicanos brindándoles otra perspectiva de su futuro.
La larga experiencia administrativa y
política de Manuel Bartlett le ha evitado al país, a los mexicanos y al
presidente López Obrador, una segunda crisis energética en el sector eléctrico. La reinvención de la CFE la hará
paulatinamente y con el mismo personal que conoce muy bien las entrañas de la
empresa, advirtió Bartlett que no llegaría con la espada desenvainada a crear
conflictos y a generarle problemas al Presidente de México cuando lo inmediato
era afianzar la Cuarta Transformación con los mejores cuadros de la CFE,
desbrozando con el tiempo lo ineficaz laboralmente hablando. Un gobierno
socialmente identificado con las causas del pueblo mexicano, no puede
comportarse como los tecnócratas humillando a la clase trabajadora con despidos
masivos para satisfacer los apetitos crueles del FMI. Hoy por hoy, el cuadro
con más experiencia transformadora en el equipo de López Obrador es Bartlett,
fue el primer político a nivel nacional que emprendió la reinvención
gubernamental en la administración pública atrayendo los preceptos innovadores
de Ted A. Gaebler y que lo empujaron a distanciarse del neoliberalismo de
entonces por haber perdido el gobierno piso y las raíces nacionalistas. De mano
ha saludado Bartlett a casi todo el personal de la CFE visitando de norte a sur
las subsidiarias y fincando en cada trabajador la promesa transformadora de
López Obrador en eficiencia, calidad y electricidad barata. Recorrió Bartlett Jalisco, Nuevo León, Sonora y Veracruz,
volcando la confianza del Presidente de México en cada uno de los trabajadores
y directivos que hacen posible la operatividad.
Arturo Elías fue de los cradores de la
frase ‘Por un México chingón’ que
destacó en la campaña presidencial al lado de un nutrido grupo de empresarios
que apostaban por el futuro del país y de sus negocios, pero antes de finalizar el
año este joven tiburón de las finanzas
se quitó el traje de la circunstancia comicial y se puso al lado de la Cuarta
Transformación. El yerno del ingeniero Slim destacó las habilidades
aprehendidas al lado de su mentor para amarrar con la recién llegada Claudia
Sheinbaum al gobierno de la CDMX, un convenio
millonario en entre Telmex y el gobierno de la transformación. La diversificación
empresarial le facilitaba a la familia Slim atender en varios frentes las
oportunidades de sus negocios, la cancelación del aeropuerto en Texcoco quizá truncaba los
planes del otro yerno de Slim pero no del hombre más rico de México. Así
como el Ingeniero competía en la acera de enfrente de Donald Trump en la
campaña por la Casa Blanca, al final acabaron ambos billonarios refrescados al término
de la contienda, igual ocurrió con Arturo Elías que en el ascenso de la Cuarta
Transformación al poder destacó sus talentos entre Telmex y el Gobierno de la
Ciudad de México. La civilidad política ha sido una pista de doble vía en la
Cuarta Transformación cuando el Presidente de México ha optado por mirar al
futuro al que se ha sumado el Ingeniero Slim en el proyecto de recuperar la
memoria cultural al lado de Gutiérrez Müller como Arturo Elías con Claudia Sheinbaum para la actualización
digital de la CDMX.
Bastante similar el diagnóstico
sanitario del ISSSTE que el de la SSPC: el fin no es tener más hospitales
llenos, sino más gente saludable en las calles. Esa apreciación de Luis Antonio
Ramírez es la que ha puesto en marcha Alfonso Durazo en la pacificación
nacional con menos cárceles y más tolerancia con libertades sociales. La eficacia
del bienestar no se mide por más gente enferma llenando nosocomios y devorando
el presupuesto como más gente en reclusorios parasitando de los contribuyentes.
En las giras de Ramírez Pineda por Oaxaca, Chiapas y Tabasco su declaratoria al
sindicato y trabajadores fue transformar la percepción del servicio para que
haya más prevención que atenciones terminales sobre aquellos males que aquejan
a los mexicanos por una mala alimentación y falta de ejercicio. Apuró Luis
Antonio Ramírez al personal del ISSSTE a abocarse hacia las áreas de urgencias
que es donde el presidente López Obrador ha fijado su estrategia para atender a
todos los mexicanos gratuitamente. En las giras se acompaña el titular del
ISSSTE del líder sindical Victoria
Ranfla como muestra del respeto a la base laboral mermada por una excesiva
sobrerrepresentación de funcionarios de confianza que desde hace cuatro décadas
iniciaron la precarización del servicio y agudizándolo en los pasados dieciocho
años. Los objetivos presidenciales de López Obrador por un país sano con más
gente activa que postrada en clínicas y hospitales, llevó a Luis Antonio
Ramírez Pineda a modificar su visión primera de utilizar los ahorros del ISSSTE
para ampliar su infraestructura cuando los males de los trabajadores del Estado
son los de cualquier burocracia: sedentarismo, comida chatarra y vicios.
https://twitter.com/VladRothschuh