LUNA DE MIEL EN VALLARTA

  



*Amlo contra pronósticos
*Jefes de Estado del Pacífico
*Reingeniería en Exteriores
*Comercio para Cancillería
*Cortesías presidenciales
*Fiscal autónomo
*Progreso y migraciones
*Empleo contra muros
  


VLADIMIR ROTHSCHUH


La elección presidencial no tiene vuelta de hoja, pero con tantas que le han hecho a López Obrador que sopla la leche caliente del chocolate espeso del INE. Pero quedarse enfurruñado en sus oficinas de la Roma negándose a acompañar a Peña Nieto a la Cumbre del Pacífico porque no le han dado su constancia de Presidente, no resolverá gran cosa a su legitimidad ya conseguida el uno de julio. Al contrario, estará provocando Andrés Manuel los malos fastos por invocar causales de nulidad donde no los hay pero que teme. Dejando atrás la campaña y encabalgándose en el Estadista que promete ser como Juárez y Cárdenas, debe estar por encima de los conflictos de interés entre los miembros de su equipo que usan el Fideicomiso ‘Por los Demás’ como la primera purga interna por la disputa del poder a secas. Tiene qué, está en la mejor circunstancia extendida por Peña Nieto a López Obrador para hacer notar su autoridad de Presidente electo entre sus homólogos de Colombia,  Chile y Perú, Sebastián Piñera, Juan Manuel Santos y Martín Vizcarra, así como ante los 250 empresarios de alto nivel, el medio centenar de  ministros de los estados observadores y de candidatos a Estados Asociados de Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Singapur.  Eso de que primero quiero mi constancia como una nieve de limón, vuelve presa a López Obrador de los jaloneos entre los diferentes grupos que componen su equipo y  de lo que sería su Gabinete porque el Fideicomiso ‘Por los Demás', pone a varios morenos echando a Bátiz de la Fiscalía General de la República  y a Julio Scherer de la Consejería Jurídica presidencial. No son los fuertes los que triunfan sino los aptos y flexibles, eso lo ha ensayado bien Amlo para sucumbir ante este rejuego de su gente  y en lo que no debe seguir interviniendo, dejando a los fideicomitentes concluir a la altura legal esta fatua tormenta en un vaso de agua. El martes en pisa-y-corre el presidente López Obrador  con Beatriz Gutiérrez Müller y Jesús Ernesto en vuelo comercial, debe darse la vuelta por la Cumbre del Pacífico consolidando su triunfo a nivel internacional con sus homólogos latinoamericanos y enviando un feliz mensaje a los insulsos de adentro y de afuera que intentaron amargarle la alternancia.
 Marcelo Ebrard 
acompañado de Graciela Márquez Colín y Jesús Seade Kuri por la Cumbre de Vallarta, muestra el reclamo de largos lustros acerca de los temas comerciales internacionales que deben formar parte de la Cancillería. Ha prometido Ebrard dignificar el trabajo del cuerpo diplomático aspecto que ya está previsto en las recientes reformas legislativas, siendo la compactación de las áreas un temor que prevalece conforme la austeridad que no precariedad formulada por López Obrador en la erradicación de los excesos burocráticos. El equipo renegociador del TLC atiende aspectos de tratados internacionales que no descansan en la Cancillería. Y ello vuelve a poner a discusión si Economía y Comercio debe ser una Secretaría de Estado o dividida como subsecretarías entre Hacienda y Relaciones Exteriores enviando las Pymes a Sedesol. Quién mejor que Ildefonso Guajardo o Luis Videgaray para detallarle al futuro canciller Ebrard la imbricación de la Secretaría de Economía en la compactación y descentralización pejista. Así Jesús Seade Kuri tendría que integrarse al área de la cancillería y Graciela Márquez Colín hacer lo mismo en el sector de Carlos Urzúa. La reingeniería de Marcelo Ebrard en Relaciones Exteriores es mantenida bajo secreto de Estado que será develado, como corresponde, por el presidente López Obrador.
Las cortesías
 de los mandatarios salientes se han vuelto comunes desde la Transición del año dos mil. Ocurrió entre Zedillo – Fox, entre Fox – Calderón y entre Calderón – Peña, así que no será distinto en la alternancia Peña Nieto – López Obrador. La reciente contratación de deuda por diez mil millones de pesos del gobierno de Peña Nieto es un mal necesario que asume como suyo el Presidente saliente para que López Obrador no tenga que recurrir a ese empréstito para sanear el gobierno recibido. Si habrá a quien echarle la culpa Urzúa será a González Anaya, esto es algo semejante a los sobres rusos. Y quién mejor para cargar con ese peso quien se va y no quien llega. El hecho es que desde ya se responsabiliza al peñanietismo de esa decisión financiera y no como miel sobre las tersas hojuelas de la alternancia. Y Peña Nieto aún puede resolverle a su sucesor otros temas candentes en el periodo ordinario del nuevo Legislativo enviando iniciativas preferentes que urgen a López Obrador e inclusive algunas como el Fiscal Independiente que podría desahogarlas el actual inquilino presidencial en beneficio de quien lo sustituye. ¿Cómo se vería Peña Nieto proponiendo a Bátiz para Fiscal? No es de su gobierno, es opositor, salvo tengan otro parecer las ONG’S como sucede en la lectura amañada de los 10 mmdp.
 El progreso de Mesoamérica 
a manera de frenar las migraciones hacia Estados Unidos, fue una variable ignorada o negada en la agenda bilateral México – Estados Unidos. En la Cumbre de Toluca entre Peña, Obama y Harper se delineó ampliar el desarrollo hacia el sur para contener a los indocumentados que buscaban el sueño americano. Hoy López Obrador  y Marcelo Ebrard diseñan a Donald Trump el fin del Muro, las deportaciones, las perreras para la infancia separada, extendiendo el desarrollo económico hasta el Darién. Es más barato invertir en Guatemala, Honduras como principales expulsores de mano de obra regional, que militarizar el Río Bravo o levantar ominosos recuerdos estalinistas. Esa propuesta de López Obrador a Trump ya encontró resistencias entre los republicanos que consideran un anhelo bolivariano extender el proyecto chavista por la región y que insulsamente signó Polenvsky recientemente en Cuba quizá sin saberlo y sin consultarle al Presidente electo y menos al Canciller virtual. Todavía no amaciza el equipo presidencial y de ahí los desentonos de que unos vayan por un lado y otros sean sorprendidos con esas maniobras bisoñas. No hay dudas que el desarrollo económico de Mesoamérica atraería un equilibrio migratorio como paz al dislocarse el binomio de violencia y pobreza.