GANAR – GANAR: TRUMP - SHEINBAUM

 



  

Vladimir Rothschuh

  

La practicidad es otra característica de la presidenta Sheinbaum. La mandataria busca que su administración funcione y eso la aleja de radicalismos, falsos dogmas políticos, creencias religiosas, doctrinas diplomáticas, confrontaciones nacionalistas, fraternidad socialista y un sinfín de  denominaciones que enriquecen o devalúan el tradicional ejercicio del poder presidencial mexicano. Esta semana van a Washington, Harfuch, Trevilla y Ebrard con una sola encomienda de cooperación conjunta  que permita en ambos lados de las fronteras una prosperidad compartida. El lema de Sheinbaum durante su campaña presidencial enarbola hoy como Jefa de Estado, uno de sus valores vecinales cuya perspectiva inicial fue inimaginada cuando  la candidata  ofrecía crecer vertical y horizontalmente en beneficio de todos los mexicanos. Ahora se trata de una prosperidad entre naciones atendiendo los flagelos del fentanilo, migraciones y armamentismo, dirimidos en el pasado entre culpas mutuas que  llevaron  a repelernos. La presidenta Sheinbaum le ha acentuado a Trump que no es acusando a su socio y vecino como hará grande a América, ella misma haría lo semejante incriminando a los gringos de maldad innata como ocurre con las diatribas de la izquierda criolla que vomita pestes contra el imperialismo y cuya oralidad estalinista contrasta con sus vidas burguesas. La demanda de Marco Rubio al canciller De la Fuente sobre los médicos cubanos desplazados en todo el país, no es ´punto de  confrontación, una vez vencido los contratos con los galenos cubanos retornarán a la isla. Marco Rubio por razones familiares  es un fuerte adversario de todo lo que sea “castrismo” y una vez que Trump metió nuevamente a Cuba en el listado de países terroristas, la circunstancia de los médicos cubanos cambió radicalmente en México. Los diez mil militares cubriendo la frontera norte, solamente a los chauvinistas de izquierda y marxistas guadalupanos  les parece anti natural, no así sus posturas ególatras que afectarían a 120 millones de mexicanos y que poco les importe en aras de sus dogmas. La presidenta Sheinbaum ha sorprendido a empresarios, políticos y gabinete cuando les ha  ampliado la coyuntura de México con Trump: no se trata de una disputa de Soberanía Nacional, es un tema meramente comercial y en esos márgenes se debe contener este tránsito inicial ya alcanzado. Como funcionarios altamente efectivos van a Washington los secretarios Harfuch, Trevilla y Ebrard.