HARFUCH VERSUS NARCOPERIODISMO

 



Por Vladimir Rothschuh

 

La apología de la violencia es la droga más adictiva contra la que deberá establecer nuevos mecanismos de persuasión Harfuch. Los medios de comunicación exaltan el crimen en pantallas, bocinas e impresos, como la manera más vil de comercializar con la desdicha. La presidenta Sheinbaum dio a conocer los operativos que su equipo de seguridad estableció en 24 estados del país este fin de semana y que disgustaron más a los editores informativos que a los otros actores del crimen organizado. Exigirle al gobierno federal hasta la estridencia poner fin a la criminalidad fue redituable en pasados años, no obstante que el narcoperiodismo fuese desnudado en operaciones comunes, alegando las más de las veces editores, comentaristas y dueños de medios, amenazas a su ejercicio de la libertad de expresión. Más muertes cosechó el periodismo en la pandemia que los carteles.  El caudal elevado de violencia y el saldo colectivo de asesinatos, coincide con el placer mediático que se contrastó este fin de semana en el destaque mínimo a la incautación de armas, drogas, madera, piratería, sembradíos, dólares y cabecillas,  achicados en la apología mediática y conservadora de la violencia. Lo más decepcionante ocurre entre la prensa progresista que vende idolatrías sectarias de la guerra, el terrorismo y las secuelas de la pandemia, menospreciando el trabajo del equipo de seguridad de la presidenta Sheinbaum, Harfuch, Trevilla, Morales y Cortés. La postal es visible entre el crimen blando de los medios y del duro de los carteles que lo nutren.  Este círculo vicioso lo detectó Jesús Ramírez Cuevas en la rutina del viejo orden mediático que salpicaba de sangre sus titulares y celebraba las campañas del gobierno federal contra las adicciones y a las que hoy Paulina Silva habrá de otorgar un nuevo tratamiento dentro de la estrategia de la presidenta Sheinbaum y su operador máximo Harfuch. La insatisfacción que genera el combate al crimen a la infodemia es parte de la cultura de la negación: las buenas noticias son malas noticias para quienes trafican dolor y muerte. Los alemanes tienen una palabra concepto para estos hechos “Schadenfreude”... La educación es un privilegio en el conservadurismo y forma parte del legado virreinal cuya educación se fincaba en latín y el único libro se leía en ese idioma. Estandarizar la educación a todos los mexicanos fue tarea de los liberales y hoy la presidenta Sheinbaum retoma ese legado humanista elevando a  Universidad Nacional la Rosario Castellanos, para romper las distorsiones neoliberales del salinato y sus contrarreformas al juarismo  que reabrieron la educación como mercancía. De esa distorsión tecnócrata nace el quebranto humanista a la currícula de la SEP, extinguiendo de las escuelas la ética, la estética y el civismo. Otra parte de la criminalidad y violencia que vive México se origina en la mala educación implantada por los neoliberales en los años ochenta del siglo pasado.  330 mil nuevos lugares serán creados con la nueva Universidad Nacional Rosario Castellanos para recuperar y preservar esa dote del humanismo mexicano...  Alejandra Frausto es la  funcionaria del gobierno capitalino que jala al equipo de Clara Brugada reconociendo y promoviendo a CORENADR como sucesión ambientalista de la presidenta Sheinbaum y de sus colaboradoras Marina Robles y Columba López en la CDMX. Las Nochebuenas vuelven a tomar su lugar en las avenidas de la Capital de la Transformación como lo fueron los Cempasúchil el mes pasado, una millonaria producción de plantas obtenidas del suelo de conservación de la CDMX y que la secretaria Frausto se encarga de divulgar como sello de la capital del país que dirige Brugada y un logro indiscutible de la Presidenta de México como Jefa de Gobierno.  Las imágenes de las Nochebuenas  en sus redes sociales son signo personal de su alegría compartida.