*Migraciones versus desarrollo regional
*Tren Maya, Dos Bocas, Transístmico
*Progreso contra migraciones
VLADIMIR ROTHSCHUH
El presidente López Obrador y el
presidente Biden arrancaron la agenda bilateral con un acierto común que data
de cuando el vicepresidente de Estados Unidos creyó que la resolución a los
problemas migratorios en la frontera sur se resolverían con un desarrollo
regional que involucrase a Mesoamérica. Esa bandera la mantuvo el presidente
López Obrador frente a Trump cuando lanzó el canciller Ebrard el Plan Marshall
hasta Honduras y donde México invirtió sin el apoyo de Washington varios miles
de millones con tal de llevar progreso a los países expulsores de migrantes. El
proyecto del presidente López Obrador se inscribía en el Acuerdo de Toluca
incumplido en el sexenio pasado pues no se invirtió en el sureste mexicano como
se hace hoy con el Corredor Transístmico, el Tren Maya y la Refinaría Dos
Bocas, así como la renovación de las zonas francas para el libre comercio
aduanal en la región. Con muros, con deportaciones masivas, con militarización
de la frontera, Washington exacerbó el fenómeno de las migraciones y sus
distintos ilícitos que le acompañan, darle revés a esa pésima estrategia de
Trump es el acierto que el presidente López Obrador reconoció en el presidente
Biden, para partir sobre el trecho andado por el canciller Ebrard con el Plan
Marshall mexicano para Mesoamérica, sumándole la proyección de la Cuarta
Transformación con la renovación del programa bracero que humanice y regularice
el trasiego de mano de obra mexicana en Estados Unidos. La designación misma
del presidente Biden de Roberta Jacobson como Zarina de la Frontera sur,
facilitará el diálogo común por su larga experiencia en México y residencia que
construyó aquí. Ojala el presidente
Biden sepa apreciar la astucia del presidente López Obrador para darle vida
ante Trump al Acuerdo de Toluca con una integración del desarrollo regional
hasta el Darién sin que el republicano chistara por una estrategia de Obama
para contener el flujo de las migraciones desde Centroamérica y México. El trato
de iguales anunciado por el presidente Biden contiene algo más que el tema de
soberanías sino el de programas comunes como el desarrollo regional del sureste
mexicano y toda Mesoamérica , cortinas naturales al flujo migrante que en estos
dos años la Cuarta Transformación ha emprendido exitosamente.
Restituyó el presidente López Obrador
la tradición de Torres Bodet en Instrucción Pública designando una titular
emanada de las filas magisteriales. Arribó la maestra Delfina Gómez a la SEP en
un momento crucial para la educación de México y del mundo a partir de la nueva
normalidad engendrada por la pandemia. El parteaguas lo encarna la era digital
obligada en todo el planeta para dejar atrás a la obcecada post
industrialización y sus rutinas burocráticas presenciales. Las escuelas que reprodujeron
el aula-fábrica mantienen hasta la fecha actual una resistencia conservadora
negándose a adaptarse a la transformación con escuelas y universidades tal su
amago para este mes de marzo con el regreso físico presencialista. Los paradigmas heredados por los pasados
sexenios y por la incipiente Nueva Escuela Mexicana, se muestran vetustos al
programa de Delfina Gómez, porque no se trata de la cromática del semáforo de
la pandemia sino del salto digital educativo que México deberá emprender. Y a
diferencia de las presiones de lustros pasados con los Millennials y la
revolución cuatro cero, la educación en México y en el mundo no tiene elección
más que la nueva normalidad puesto que en el 2021 no acabará la pandemia sino
en el devenir de una década.
https://twitter.com/VladRothschuh