MILAGRO EN LA PANDEMIA



*Superávit agroexportador 2020
*La Unam expande sus recursos
*Digitalización de la cultura


VLADIMIR ROTHSCHUH


El milagro del campo mexicano demuestra que bajo la Cuarta Transformación, el país emprende otra época prodigiosa como la tuvo en las épocas doradas de Ortiz Mena: por segunda ocasión el agro consigue un superávit exportador, sobresaliendo enero de este año al del 2019, como éste rebasó las cifras del 2018. Mérito indiscutible tiene el fitogenetista Víctor Villalobos porque sin torcerle el cuello a la gallina cacareadora, silente ha logrado en poco tiempo revertir las estadísticas neoliberales; cuando el presidente López Obrador alivia el hambre que amenaza la pandemia viral diciendo que Segalmex tiene los graneros llenos para los próximos tres meses, lo hizo desde ese superávit que su dependencia agraria, Sader, ha conquistado en catorce meses. Mientras el pueblo tenga qué comer, lo tienen claro el presidente López Obrador y el secretario Villalobos Arámbula, será difícil minar la animosidad de los mexicanos ante esta crisis más que nada financiera del neoliberalismo que le pega a las economías del mundo llamando por la puerta de atrás con el terror bacteriológico. Y México no solamente tiene fortaleza en su soberanía alimentaria sino además sanitaria, ha sido posible alcanzar esa sobreproducción rural gracias al cuidado de plagas y enfermedades que aquejaban los cultivos, el origen animal del Covid19 en un mercado de carnes chino, contrasta con la ocupación cotidiana del Senasica vigilando nuestros puertos, comercio y fronteras. Allá en Asia los agroproductos mexicanos simbolizan confianza y calidad, cosa que no se puede decir lo mismo de nuestros socios comerciales con ese mercado cárnico en Wuhan. Graneros llenos, sembradíos cultivados, exportaciones rebosantes, certeza sanitaria, hacen de México un nicho emergente para el despegue económico contra la recesión inminente.


El rector de la UNAM convocó a los universitarios en cuarentena a utilizar las nuevas tecnologías con que cuenta la Máxima Casa de Estudios y que la hacen vanguardia desde varios lustros en el país siendo poseedora del cerebro cibernético más sofisticado de México. Y aquí brota otro de los beneficios que el coronavirus atraerá a la educación superior y en especial al rectorado de Enrique Graue con los brazos abiertos de la UNAM para acabar con los rechazados. No es creando más espacios físicos ni asistencialistas como se solventará el fenómeno de los ninis, sino a través de las nuevas tecnologías que paradojalmente sorprenden al rector Graue porque hoy no existe un unamita desconectado de la web y sin embargo optan por la educación presencial. Esto es, Enrique Graue forma parte de las generaciones migrantes en internet, pero los jóvenes universitarios son nativos de la posrevolución cibernética a la cual no se integran plenamente sacándole el mayor provecho a las plataformas que cuenta la UNAM para transformarlos. Sin las obligaciones globales impuestas por el Covid19, la UNAM no podría dar el paso final para la incorporación total de la juventud mexicana a la educación superior, en la revelación maravillosa de las TIC’s por encima del presencialismo obsoleto y demodé. Obligados los jóvenes a otra forma de aislamiento por la pandemia, muy diferente al confesionalismo eremita en la nueva iglesia pública de Facebook (Byung Chul Han), se abre la oportunidad a la Máxima Casa de Estudios para resolver el embudo de sus matrículas. Ningún joven mexicano se quedará fuera de la educación superior ahora que el Covid19 les demostró que es posible la educación digital a distancia con una UNAM pletórica de oportunidades para el siglo XXI. El mensaje del rector Graue alentando a la comunidad unamita al uso sabio de las nuevas tecnologías, es el portal del futuro para la UNAM.


La apelación del presidente López Obrador a su Gabinete en Palacio Nacional, la tomó de pe a pa Alejandra Frausto instalando su bunker cultural en Arenal operando con la digitalización la red nacional del poder blando. Las obstrucciones físicas que ha causado la pandemia aunada a la Susana Distancia, no bloquearon la creatividad de Frausto para establecer un tejido con las treintavas partes estatales con tal de abrir de otra forma los museos, bibliotecas, salas, cines y semilleros a favor de los millones de mexicanos recluidos en casa. La oferta cultural de la Cuarta Transformación con el coronavirus no cerró sus puertas y no se mudó ocho semanas al oscurantismo, siendo que la nueva viralización inminente radica en que Frausto haya construido la luz al final de este túnel con un nuevo piso amplio de la cultura digital, aunado a la reeducación de las sociedades porque ya no hay fronteras para que desde el extranjero no se pueda admirar nuestra cultura y tradiciones desde la virtualidad, según ocurre. Las exigencias del presidente López Obrador a su Gabinete innovando en la emergencia, son superadas con creces por Alejandra Frausto.