SOBERANÍA ALIMENTARIA

  



*Texcoco y Santa Fe
*Bandera calderonista
*Plan B de F1
*Cosmogonía rarámuri



VLADIMIR ROTHSCHUH



La reingeniería del agro mexicano la esbozó Víctor Villalobos entre senadores y diputados atentos al devenir de la autosuficiencia alimentaria y de la prosperidad engendrada por el campo. Más que inversionistas, contratistas como en el NAIM de Texcoco, la agricultura nacional derivó en intereses empresariales sexenales que veían hacia sus bonanzas a la sombra del subsidio gubernamental y de un mercado ajeno a las necesidades de los mexicanos. Reunido con legisladores, dio visos Villalobos que la Cuarta Transformación se proyecte a partir de la de la Ley para el Desarrollo Agrario presentada por el senador Ricardo Monreal,  hacia los orígenes del 27 constitucional y sus fuentes humanistas que devolverá  la dignidad a los ejidos y comunidades; como experto en genética vegetal detalló el virtual titular de Sagarpa las posibilidades de conseguir la soberanía alimentaria a través de los granos y una simplificación comercial que habrían resuelto no sólo el hambre en México sino en el planeta. La responsabilidad de un sector rural verticalizado compete a la agroindustria que es la parte terminal y fatídica de la cadena productiva que nos coloca como el primer país importador de maíz. La reingeniería agrícola de la Cuarta Transformación según Villalobos, promete regionalizar, tecnificar, incentivar, mejorar, fertilizar y comercializar, no el agro a secas sino sus consecuencias sociales, palpables en miseria y subdesarrollo. En otras palabras, la solicitud del Presidente electo a su titular de agricultura no sólo es la horizontalidad las relaciones productivas justas sino también las comunitarias afectadas por los factismos organizacionales que son la peor plaga.


En buen momento Mario Delgado descubre la farsa de la banda presidencial calderonista en la que pecó el Presidente Peña Nieto pero no pecará López Obrador. Porque en las denuncias del Presidente Electo contra el NAIM en Texcoco emergió el grupo camachista que hizo de las suyas en Santa Fe. Pretende regresar Mario Delgado la Banda Presidencial al orden de los colores de la bandera nacional de 1821 y no meramente a los de Plutarco Elías Calles, como mal se repite. El verde, blanco y rojo ha permanecido intacto desde la Independencia hasta la fecha, salvo el escudo modificado por las facciones, partidos, imperio, dictadura,  revolución, Partido de Estado, transición y alternancia. Por algún sentido Mario Delgado buscó exaltar la figura de Plutarco Elías Calles sin irse más atrás a los orígenes de mil ochocientos. Luego que se dijeran robados por el calderonismo era llamativo que pasaran por alto los morenos la sobrevivencia del fraude electoral del 2006, ignorándolo en el chascarrillo de un López Obrador ataviado el uno de diciembre en la cromática de la ilegitimidad. Ese gesto de Mario Delgado lo pone a la otra orilla de las críticas del Presidente electo contra el grupo de Manuel Camacho que se apañó los terrenos de Santa Fe, como ahora convergen iguales propósitos denunciados por AMLO con 600 hectáreas de lo que sería el NAIM en Texcoco.


Marcelo Ebrard es el Plan B de Alejandro Soberón para amarrar Fórmula Uno el sexenio presidencial que viene. Entre las dudas de Miguel Torruco, la oposición de Ana Guevara y el silencio de Sheinbaum, F1 acaba de recibir el tiro de gracia con los elogios de Felipe Calderón ostentándose agente de poder y no destructivo como lo que realmente representa ante a los amlistas. El deporte nacional hasta el 2024 será el beisbol y si pudo quebrar el Presidente electo a la Mafia del Poder en Texcoco,  para el Gran Premio bastaría con una simple consulta a los vecinos de Mixhuca consiguiendo la respuesta inmediata contra el Autódromo de los Hermano Rodríguez. Este es el Plan B de Soberón Kuri, convencer a su ex aliado Jefe de Gobierno y ahora Canciller, de las ventajas de imagen internacional y no deportivas o turísticas de Fórmula Uno en la CDMX. Será más simple entenderse el dueño de Corporación Interamericana de Entretenimiento con quien ya conoce y ha trabajado en el sexenio pasado, que con el nuevo titular de Sectur o Conade, especialmente cuando Simón Levy  critica a los empresarios contratistas del gobierno por no arriesgar sus capitales y jugar a la segura con dinero público.

 Se fue de espaldas Josefa González Blanco con las amenazas que lanzó Javier Corral a las comunidades pobres e indígenas Bahuinocachi. Conforme a su estilo represor el Gober chihuahuense que ha matado de hambre y frío a las etnias de la sierra, no se anduvo por las ramas  frente a la titular del medio ambiente de López Obrador, ofreciendo castigo a quien tale los bosques. Quizá Josefa deba crear sinergias  con María Luisa Albores y su programa Sembrando Vida para cultivar maderables y frutales pagándoles cinco mil pesos mensuales a quienes se involucren. Son 19 estados los que envuelve Sembrando Vida y no se ciñe únicamente al sureste, porque su transversalidad involucra a Sagarpa, Semarnat y Sedebien. La gira por la Tarahumara permitió observar a González Blanco el modelo caciquil ejercido por Corral Jurado y la muestra directa de ello, fue que la gira que debió ser de acompañamiento a la Secretaria del medioambiente federal, se supeditó a las ocurrencias ecológicas del gobernador chihuahuense. Por ello prometió Josefa a los rarámuris respetar su cosmovisión y regresar sola a verlos después de diciembre.



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