*Machismo, feminismo y diversidad
*Conservadurismo y progresismo:
Falocracia
*Programas sociales, derechos
sociales
VLADIMIR ROTHSCHUH
El presidente López Obrador tendió la línea histórica de la
lucha de las mujeres mexicanas que es la lucha del progresismo y de la
izquierda; han luchado las mujeres contra el conservadurismo y su religión que
estigmatizó a las mexicanas con el pecado edénico, no obstante de la última
gran alianza de Cristo borrando ese pecado original con su sacrificio. La historia
de la mujer mexicana la desarrolló el presidente López Obrador a través de
varios apuntes donde se notó la mano de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller,
hasta llegar a la conclusión dialéctica de que la Cuarta Transformación es heredera
de esa lucha de género. Las cifras de los programas sociales y culturales de la
4T muestran una balanza inclinada a favor de las mujeres, son las favorecidas
de los recursos en el desarrollo del país, pero junto a ese desarrollo debe
estar su transformación humanista minada por el conservadurismo en la cosificación
medieval de la familia.
Los grupos de derecha no quieren transformaciones, se
opusieron al derecho a decidir de las mujeres sobre su maternidad, esos conservadores
se opusieron a sus preferencias sexuales; cuando gobernaron y en diez años
destruyeron el país, impidieron a las mujeres violadas abortar, acusaron a las
mujeres de usar falda corta y de provocar a los hombres, a las trabajadoras
embarazadas las echaban de sus fuentes de empleo, el acoso sexual en las
oficinas se solapaba y no se sancionó mientras estuvieron en Los Pinos o
gobernaba estados y municipios. El Caso de Margarita Gralia es el ejemplo de
esa mojigatería del conservadurismo. El ocho y nueve de marzo deben ser
históricos para México en la afasia de su mismidad: llamar al presidente López
Obrador 'feminicida' solamente se compara con el dislate de llamar al
expresidente Felipe Calderón prócer de la paz, tanto así como decirle un modelo
abstemio. En Zacatecas volvió el presidente López Obrador a apelar a la
cordura, el asunto no es separar mujeres de hombres sino hacerlos convivir en
su condición humanista alejados de la violencia. Porque el 28 de junio se
acerca otra fecha memorable de la lucha de los homosexuales que suma hombres y
mujeres en su larga faena por ser respetadas sus preferencias sexuales. Al
exaltar el presidente López Obrador los principios morales contra los
feminicidios, estaba hablando contra toda forma de violencia entre semejantes y
que habría de incluir la nueva lucha contra el especismo que reclama los
derechos a los animales a una vida libre de violencia, como lo externó
recientemente el Primer Mandatario contra las granjas de cocodrilos igual lo
señalara en los años setenta. Hoy son los derechos de las mujeres, pero son los
derechos de la infancia y de los ancianos que por primera vez en México tuvieron un
defensor de los abuelos y abuelas, cuando siendo Jefe de Gobierno, López Obrador, les
otorgó una vejez diga a través de una pensión. Y ni qué decir de los derechos
de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Al pedir en Zacatecas al Primer
Mandatario no dividir a los hombres y a las mujeres como hizo el
conservadurismo en la educación para potenciar a los hombres y segregar a las
mujeres, tal ocurre con el dilema de las diaconisas o de cualquier mujer a ser
sacerdote o intermediaria de Dios en la Tierra, señalaba alejarnos de todo tipo de odio que destruye y
separa a los mexicanos.
Este 28 de junio que se conmemoran los disturbios de
Stonewal en NY contra los homosexuales con el Día del Orgullo LGBT, la
sentencia del Presidente de México para el 8 de marzo, recobra fuerza, porque
el odio no tiene género al ser las mujeres las que criminalizan las
preferencias o diversidafes sexuales, miles de mexicanos y mexicanas que no han salido del
clóset, se abstienen por no ofender a sus progenitoras, la misoginia que se
cuestiona este ocho y nueve de marzo nace de los hogares y de las escuelas y de
la religión. La demanda al presidente López Obrador para regresar su Gabinete a
la paridad de ocho mujeres y ocho hombres como arrancó en diciembre del 2018,
omite la diversidad sexual que compone hoy las Secretarías, donde hay
homosexuales mujeres y hombres representando esa pluralidad que integra la
existencia humana solamente alcanzable por la tolerancia.