NUEVA DIPLOMACIA






*Poder blando cultural
*La mejor universidad en redes
*Criollismo de izquierdas
*Senado y Exteriores  
*Mandato sin triunfalismos


VLADIMIR ROTHSCHUH

En sus vacaciones por Palenque con el mandatario de la Cantabria, el entonces Presidente Electo escuchó de su par español un deslinde valioso que lo hermanaba con la izquierda europea y lo separaba del criollismo social latinoamericano vinculado al bonapartismo de los caudillos que cabeceó Bolívar y multiplicó por la región. Para Miguel Ángel Revilla era ingrato identificar la Cuarta Transformación de López Obrador con el chavismo venezolano. Y en efecto Marcelo Ebrard se ha propuesto centrifugar esos vicios de nuestra criollez apartándose del Grupo de Lima y arralando la relación diplomática a una jerarquía de tercera, enviando al encargado de asuntos económicos de la embajada mexicana en Caracas a la toma de posesión de Maduro.  Ebrard trazó los principios de la nueva diplomacia de la Cuarta Transformación  y que lo vuelven un Canciller de primer mundo al poner a la cabeza de su agenda  los derechos humanos, seguidos de democracia y  cambio climático. México tiene suficiente riquezas para moverse lejos de las naciones pobres dentro de las atarjeas del chavismo con los que éste sublima a gobernantes débiles por medio de los petrodólares a un costo monstruoso de pobreza y violencia para los venezolanos. Pudo sacar Ebrard a México de la cena de negros  del Grupo de Lima donde se departen más intereses personales e ilusionismos democratizantes con figuras y gobiernos sin calidad moral para ejemplificar el destino de Venezuela. Y como se apartó de ese grupo limeño, distanció a la Cuarta Transformación en la toma de posesión de Maduro con un funcionario de tercera, distinción que ni siquiera tuvo hacia Bolsonaro con un representante del Gabinete de México. El veredicto del Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, acerca de la izquierda europea a la que se aproxima López Obrador, lo tomó a botepronto la cancillería de Marcelo Ebrard con la Nueva Diplomacia Mexicana.


 Año nuevo y nuevas negociaciones con los paristas que tenían tomada Prepa Dos de la UNAM, se marcharon con la promesa de que la directora del plantel se marcha muy pronto. En la transición del peñanietismo a la Cuarta Transformación hubo nichos para que los añejos grupos de poder vieran en la UNAM un coto a largo plazo, se acababa el sexenio pero la Máxima Casa de Estudios sería el refugio de los estertores del viejo orden. Son signos favorables que al comienzo del mandato de López Obrador las sombras que buscaban adueñarse de la UNAM se disiparan sin violencia con la entrega del plantel de Tezontle y Churubusco. Desde que Graue y Moctezuma enmendaron los errores presupuestales se notaba la fluidez y que hoy maciza el titular de la SEP con la ANUIES y los rectores de las universidades públicas que  adquirieron recursos federales para resolver sus crisis financieras. Circunstancia en que la UNAM está a salvo con sus rendiciones de cuentas y con la nueva política salarial asumida por el Rector Graue dentro del esquema solidario hacia la austeridad republicana. Hoy la UNAM adquiere otro reconocimiento mundial como la primera universidad del orbe en las redes sociales,  con más de tres millones de seguidores  y más de 58 mil tuits publicados, en el ranking de las 200 mejores universidades del planeta.



Seis ejes culturales como los cuatro pilares de una sólida casa son los que Alejandra Frausto detalló ante el cuerpo diplomático en lo que serán las directrices de la cultura en la Cuarta Transformación: 1) reconfiguración simbólica de México en el mundo con una intensa promoción cultural; 2) acciones culturales para la política de apoyo a migrantes; 3) la cultura en la agenda de desarrollo sostenible; 4)  modelos de cooperación cultural para el desarrollo  y  su tejido social; 5) lenguas nacionales como herramientas y 6) protección internacional de los derechos autorales y comunitarios. Desde la intervención y apertura de Los Pinos viene insistiendo Frausto en el Soft Power que nos hace mundialmente una nación fuerte en sus raíces y que nos tiene compitiendo a la par de las milenarias China e India; en el sexenio del presidente López Obrador  vislumbra Frausto volver a ocupar culturalmente la geopolítica internacional para competir al lado de Francia más allá de su gastronomía o del turismo, sino en su sano nacionalismo cultural que los hace orgullosos de su herencia. La mancuerna de Frausto y Ebrard facilitará una cruzada internacional del poder blando mexicano a través de las Casas México como lo son la Alianza Francesa por todo el planeta. Para ello Frausto ha diseñado con Ebrard, el Consejo de Diplomacia Cultural compuesto de creadores, artistas, cineastas, deportistas y figuras del espectáculo, formando una red con las representaciones diplomáticas.  Llegó el momento para destacar bajo la Cuarta Transformación el Poder de la Cultura o Poder Blando.



El asiento de la Soberanía Nacional es el Senado de la República, obviarlo significó dislocar la simbiosis entre la diplomacia y legislativo para que se fijaran los tributos en las diferencias que hubo entre el responsable de la política interior y de relaciones exteriores. Marcelo Ebrard ha superado ese escollo invitando a Ricardo Monreal a exponerle al cuerpo diplomático  la ‘visión de Estado que logre enaltecer el nombre de México, no con discursos vacíos, sino con acciones concretas, consistentes y congruentes con el momento que vive el país.’ Las cojeras entre Bucareli, Cancillería y Senado han quedado atrás con ese giro que Ebrard tuvo hacia Monreal y Sánchez Cordero. Anunció el líder de la Cámara Alta que ‘la política exterior y la interior dejarán de ser discordantes para una mayor cooperación y cercanía con el cuerpo diplomático’, añadiendo la rendición de cuentas para superar los actos protocolarios meramente aprobatorios a los candidatos a un puesto en el servicio exterior. El cabecilla de la Jucopo apeló a la modestia que caracteriza el mandato de López Obrador pidiendo a embajadores y cónsules  armonizar su servicio por encima de las estridencias ideológicas  y la retórica anti inmigrante que acechan siempre la agenda exterior.  



El futuro de Rafa Rayes lo antecede su trabajo político como lo denotaron Cuauhtémoc Blanco y Yeidckol Polevnsky acompañándolo en su toma de posesión. El empeño de López Obrador por conjuntar amor y paz en Morelos conciliando los boteprontos de la política parroquial con la federal, muestran en Rafa Reyes un filón emulsionando las diferencias entre la líder nacional de Morena y el Gobernador de Morelos.  Una política de adversarios cuando ambos conjuntaron el triunfo en esa entidad, tiene que ir más allá de la estrategia conciliadora del Presidente de la República y que para los asuntos estatales y municipales se debe alzar la mirada hacia el futuro haciendo propias las sentencias del Presidente de México cuando limaba  aristas dejando de ver hacia el pasado. Por ese futuro es que Rafa Reyes no abrazó el triunfalismo en la encomienda asumida sino que la mandó tres años adelante cuando haya completado su obra transformadora del mandato delegado.


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