*Final de impunidad
*Gira de gratitud
*Reconciliación morena
*Actor de la política
*Nervios del Gobierno
VLADIMIR ROTHSCHUH
Si alguien sabe lo que es un
grupo de golpeadores pagados y enviados en autobuses a reventar un evento con
heridos, golpeados y hospitalizados, esa es Claudia Sheinbaum. La Jefa de
Gobierno se adosó al respaldo del Presidente electo respecto al CCH, UNAM y
Graue, porque en Coyoacán se prefiguró durante la violenta campaña de odios lo
que meses más tarde ocurriría en la UNAM con el mismo perfil y la misma
protección político-judicial a los porros. La electa Jefa de Gobierno
pasó por alto su propia experiencia en el llamado a las autoridades locales a colaborar con la UNAM en la resolución de este exceso, pero detalló el boceto del terror de los golpeadores a sueldo, transportados en camiones contratados y con un final de impunidad pero no tan atroz con la judicial capitalina liberando a los porros entregados por la PGR y denunciados por la UNAM. Lo más triste pero obligado sería que en su administración se descorran los velos de las distintas mafias que se señorearon en la CDMX durante el sexenio pasado, como narcomenudistas, togados, batas blancas e inmobiliarios, ruleteros. El acuerpamiento de López Obrador a Graue ojalá restaure la normalidad en la Máxima Casa de Estudios, sabiéndose que la provocación tiene otros orígenes políticos como los que vivió Sheinbaum en Coyoacán.
pasó por alto su propia experiencia en el llamado a las autoridades locales a colaborar con la UNAM en la resolución de este exceso, pero detalló el boceto del terror de los golpeadores a sueldo, transportados en camiones contratados y con un final de impunidad pero no tan atroz con la judicial capitalina liberando a los porros entregados por la PGR y denunciados por la UNAM. Lo más triste pero obligado sería que en su administración se descorran los velos de las distintas mafias que se señorearon en la CDMX durante el sexenio pasado, como narcomenudistas, togados, batas blancas e inmobiliarios, ruleteros. El acuerpamiento de López Obrador a Graue ojalá restaure la normalidad en la Máxima Casa de Estudios, sabiéndose que la provocación tiene otros orígenes políticos como los que vivió Sheinbaum en Coyoacán.
Todas las semanas
el Presidente
electo viaja al sureste, esta vez abonó a la Cuarta Transformación petrolera y
rielera, acuerdos con los empresarios mexicanos marginados por la reforma
energética y de la ruta del Tren Maya con
los gobernadores. Hacia el norte no apunta el proyecto de la Cuarta Transformación
toda vez que la última transformación vino del norte hace un siglo quedándose
sin justicia y con pobreza el sur del país. A los anonadados norteños que
quisieran su ruta maya o sus refinerías, el Presidente electo les reconfortará
con giras de la gratitud y seguramente les dirá algo más que gracias por su
voto o la descentralización gubernativa cuando esperan algo más como un
tabasqueño, campechano o chiapaneco.
Los conflictos de familia
se
resuelven en casa, pero han trascendido los diferendos entre Muñoz Ledo y
Fernández Noroña como los de Clouthier y Bartlett, siendo el más reciente el de
Polevnsky y Blanco. Los diputados morenos que se dijeron de todo ahora fuman o
beben en cubas de la paz el amorío que René Bejarano exigió al Gobernador
electo de Morelos y la lideresa nacional de Morena. El profesor Bejarano
promueve su movimiento por la esperanza en Jiutepec también la paz demostrada
por carecer de resentimiento alguno pese a haber sido echado del proyecto del
Bienestar. Blanco y Polevnsky no necesitan intermediarios que lleven y traigan posverdades
cuando hay intereses para quedarse con el mandado. Porque así como Mario
Delgado ‘acompletó’ su bancada con verdes, igual merecía Cuauhtémoc robustecer
su bancada en el Congreso morelense. Acabaron reconciliados y mejor que antes
Porfirio y Noroña, la amnistía merecida también está a la vuelta de la pera
entre Yeidckol y Cuauhtemiña.
La postulación
del senador
Lozano como Secretario de Cultura a nadie le enchinó la piel, pero la Comisión
de Cultura y Cinematografía del Congreso en manos de Sergio Mayer enloquece a
sus seguidores y detractores. Suriano por adopción, dicha coincidencia lo
aproxima a Alejandra Frausto que dirigió muy bien las artes surianas y ahora
convergerá con el esposo de Issabela Camil en la Cuarta Transformación Cultural
bajo iguales siglas partidarias. El diputado Taboada no era una lumbrera en cuestiones culturales
pero eso no impidió a Rafael Tovar y de Teresa arropar al joven legislador en
el tránsito de Conaculta a la Secretaría de Cultura. Trae currículo Mayer
Bretón en la más sacra de las artes como el entretenimiento que gozó el ágora,
más tarde el tablado que distinguió el Siglo de Oro, así que pudiendo memorizar
Sergio Mayer sus obras, nada difícil le será tomar a pie juntillas lo que
repetía Reagan en la Casa Blanca: soy un actor, estoy desempeñando el papel de
Presidente por eso lo hago muy bien. La política es un arte escénico.
Al vocero presidencial
de López
Obrador lo están acosando los vetustos representantes del Cuarto Poder como si fuesen primos de la Cuarta Transformación; impresos y electrónicos exigen cifras de
cómo será el gasto presupuestal. Con un monstruo agonizante se ha entrevistado
o más bien éste ha entrevistado al vocero de la Cuarta Transformación, porque lo
único que ha escuchado Jesús Ramírez Cuevas es el estertor de un Cuarto Poder
cómplice de la violencia y la degradación social que intentará moralizar el
Presidente electo a través de una Constitución de las Buenas Costumbres. El
Gobierno que alguna vez fue para Hobbes el gran pedagogo del pueblo, mudó sus
obligaciones hacia una prensa apologista del esparcimiento o degradación social,
fueran ricos o pobres. El tema de la
austeridad es lo que conmueve los cimientos de la aristocracia editora y no las
formas de comunicación con que Ramírez Cuevas conectará al nuevo gobierno
presidencial con la sociedad. El dinero se instaló desde la tecnocracia del
siglo pasado como el valor supremo de la información pública y de la democracia,
aumentaron las partidas comunicacionales y se fueron tetanizando los nervios
gubernamentales. Este sexenio que acaba tuvo la más elevada cifra en gasto
comunicacional como la tuvo el calderonismo, el foxismo, el zedillismo y el
salinismo a la par de las más bajas aprobaciones gubernativas, gratitud con la
que debe estar de acuerdo Ramírez Cuevas porque si el gobierno y los medios
hubiesen hecho cada uno su chamba otro sería el destino de la Cuarta
Transformación Nacional. En ese espejo debe asomarse el vocero designado por el
Presidente electo para no sucumbir como Narciso o ser enloquecido por los horrendos
cantos de sirena.