*Ventanilla única
*Me vale, no me importa
*Deporte falocrático
*Ciberataques electorales
VLADIMIR ROTHSCHUH
Alfonso Romo adorna de capilla
la Oficina de la Presidencia para amarrar en matrimonio católico a los grandes
empresarios con el Presidente electo. A diferencia de lo que sucede en una
noche de farras en Las Vegas entre una pareja maridada por Elvis, el también
empresario y vicepresidente de facto, añadió algo más comprometedor a las bodas
de Blake: se han casado por el catolicismo. En palabras más, en palabras menos,
Alfonso Romo les manifiesta a sus compañeros de la IP, que lo que Dios une en
el cielo, aquí en la tierra no tiene divorcio. Y están encantados los hombres
del capital porque Romo les ha prometido reabrir una ventanilla única como
sacristía en Palacio Nacional que estará en su despacho y no en el de Carlos
Urzúa; con esa escotilla le evitará Romo al presidente López Obrador los
desaguisados que Videgaray le creó a lo largo del sexenio al presidente Peña
Nieto hasta de sus aliados como fue la penosa y lógica conducta de los Tricio,
los Claudios, los Martín Bringas, los Hernández Pons, los Larrea o los Ramírez.
La función del Secretario de Hacienda como confidente de los hombres del
capital, la destruyó Videgaray por su mal carácter y soberbia, extendiéndolo a los
gobernadores que al final se la cobraron al Presidente en los comicios del uno
de julio. La ventanilla única de Romo con los empresarios expresa el nivel de
confianza que no hay entre el círculo interior del Presidente electo y su
titular hacendario. Las bodas de la IP con López Obrador no tienen reversa y
eso suena alentador para la élite empresarial porque hablan el mismo idioma con
Romo y que no pudieron entablar con Videgaray. Hoy los señores de la IP se
jactan de ser totalmente Palacio… Nacional.
El personaje de Morena
que
prometió ser el contrapeso de López Obrador en el Senado, suscribe su adhesión
al salinismo mientras refritea las frases inmortales del innombrable cuando
dijo acerca de la izquierda ‘ni los veo ni los oigo’. Ricardo Monreal a
diferencia de Amlo que para todo ofrece consultar, se suma al elenco salinista cuando afirma
‘“Dicen muchos que es ilegal. Me vale, no me importa.’ Sin alcanzar la
coordinación de la bancada senatorial morena por la vía democrática que sigue
poseyendo Batres, el zacatecano muestra su palmarito antes de llegar a su curul
haciendo de la legalidad una dislexia del autoritarismo pues simplemente le
vale porque encarna la mayoría de un movimiento para aplicar la aplanadora en
una presunta austeridad que nadie le conoce a los Monreal en Zacatecas, ni en
el Infonavit, ni en la Cuauhtémoc. El senador electo con la mayoría de su bancada
en contra de que los coordine, necesitó la respiración artificial del
Presidente electo para conseguir lo que sus camaradas morenos apuntados con
Martí le negaron pero que al final de cuentas le vale porque dice tener el
respaldo de Osorio Chong, Dante y de Mancera, de lo contrario agárrense porque
entrará en rebeldía como su rabieta contra Sheinbaum.
La Cuarta Transformación
Nacional trae consigo la nueva época deportiva con el beisbol. Así como el
actual Presidente en funciones se escapaba a darle al swing del golf con sus
amigos priístas, el Presidente electo se fue a relajar macaneando el falocrático
bat en el pasto de los tranviarios para convencer, no imponerle a Ana Guevara, el beisbol como
deporte nacional. No dejó claro el Presidente electo ante la velocista si con la
asimilación del EMP al Ejército quedaba para pieza de museo La Carrera del
Molino del Rey, quizá tema que resolvió con el General Cienfuegos en la
encerrona sobre el sucesor de Sedena. Y por su afición al deporte del Imperio
Yankee, de los zapatistas se ha salvado el Presidente electo, porque el EZLN
solamente creerá en el progresismo hasta que López Obrador no mande al carajo a
Trump y eleve el lábaro contra los gringos. Y de beisbol ni hablar, está más
enterado que de los temas de la agenda presidencial porque a Rob Manfred le
extendió las gracias por elegir a México como sede de las grandes ligas el año
entrante. Moverle el bat del deporte freudiano a la futura titular de Conade,
encrespó el albur de los tranviarios sin reparar algunos que la velocista tiene
más hormonas que todos ellos. Deporte nacional, así será, consintió Ana
Guevara, con escuelas de alto rendimiento para formar y exportar beisbolistas profesionales.
Casi, casi, Lorenzo Córdova
sube al podio a Carlos Slim por su
maravilloso escudo cibernético que blindó las elecciones del pasado julio. El
Consejero Presidente del INE asiente que hubo 500 mil ataques cibernéticos el
día de la jornada electoral y que gracias a los sistemas de protección del
ingeniero Slim, el país tiene para celebrar la Cuarta Transformación. A Lorenzo
Córdova todavía no se le hace su encuentro con el Presidente electo, hay mucho
qué celebrar en los proyectos comunes que unieron ambas familias. Para bien
suyo puede ir metiendo Lorenzo en el triturador de papeles los dichos del
candidato moreno sobre su persona, la amnistía del Presidente electo también
incluye a los Consejeros del INE como ha hecho con toda la Mafia del Poder. El
mejor botón fue el encuentro pacifista de López Obrador con Slim en el desayuno
con los ingenieros civiles, lejano no está el ágape con los Consejeros del INE
en franca tolerancia democrática.