Por Vladimir Rothschuh
Luz Elena González fue
la candidata de la presidenta Sheinbaum para dirigir la Secretaría de Hacienda.
Con los tajos profundos que integra el presupuesto 2025 y cuyo descuido
mayúsculo fue la mutilación neoliberal al conocimiento universitario que
exalta, representa y promueve la Presidenta como unamita, Luz Elena era la
claridad al final de este túnel para devolverle sobriedad a las finanzas
nacionales conforme a la Economía Moral, acotando la miscelánea de excesos
tecnócratas que ha pasado a tijera un sinfín
de dependencias como dispersadoras del Humanismo Mexicano todo para salvar
Pemex. Luz Elena González otorgó a la Secretaría de Finanzas de la CDMX el
equilibrio requerido por la Jefa de Gobierno Sheinbaum, entre lo social y lo
presupuestal. La Presidenta como el
presidente López Obrador y el presidente Benito Juárez, se enfrenta a las
mismas vicisitudes en el tema hacendario y económico: el presidente López
Obrador tuvo tres titulares de finanzas y algo semejante ocurrió con el
Benemérito, quienes jamás estuvieron moralmente, ni intelectualmente debajo de
los positivistas o los neoliberales. La presidenta Sheinbaum como científica y
de izquierda tampoco está debajo cuando en un chistar de dedos revirtió la
amputación presupuestal a la UNAM y al Politécnico. Enhorabuena por todos
nosotros, tenemos una Presidenta humanista que rectifica, tenemos sabiduría y
humildad en su mandato. La acotación de la Jefa de Estado abre itinerario a los
Secretarios del Gabinete para el
cabildeo ante la Cámara de Diputados si es que consideran sanos o crueles las sajaduras
a sus futuros desempeños a favor del pueblo y del país.
II- Veinte mil jóvenes
con bebés en sus brazos, es decir cuarenta mil almas, vieron materializarse en El Zócalo una de las
gracias mexicanas de ser madre: ver a su bebé con la torta bajo el brazo. La
Jefa de Gobierno Clara Brugada sigue ampliando los derechos sociales de los
chilangos con sistemas de cuidados que cubren los extremos generacionales. En
ese sentir popular y religioso se inscribe que todo mexicano o mexicana que
llega al mundo tiene un ángel de la guarda y queda bendito cuando sus padres
obtienen nuevo empleo, se ganan la lotería, obtienen aumento salarial, cuales
hechos identitarios de nuestra alma nacional. Hoy nada es a la buena del azar, esta vez ese
ángel de la guarda se llama Santa Clarita que abriga financiera y sanitariamente
a los futuros y futuras bebés de la CDMX desde los 0 años hasta los tres con su
programa social “Desde la Cuna” que además de respaldo económico, tendrá un
seguimiento y cuidado nutricional, un tamiz genético y acceso gratuito a los
300 Centros de Atención y Desarrollo Infantil que se crearán en la ciudad.