EL JUDAÍSMO DE SHEINBAUM Y TRUMP

  




*UNAM DISTINGUE A IFIGENIA

*PROYECCIONES CULTURALES DE ORIGINAL

 

Vladimir Rothschuh                                                                                                     

El judaísmo regirá los próximos cuatro años las relaciones México - Estados Unidos. La primera presidenta mujer mexicana, Claudia Sheinbaum, es de ascendencia judaica y los recursos de los multimillonarios judíos son los garantes del triunfo de Trump. Inmediato a la victoria del candidato republicano, la presidenta Sheinbaum fue abrigada por el magnate de origen judío ruso, Larry Fink, cabeza de la empresa de gestión más grande del mundo, Blackrock. La confianza externada por la presidenta Sheinbaum  ahuyentando cualquier preocupación o duda sobre la buena relación que se desarrollará con Trump, supera la incredulidad pues tajante dejó caer más de un verso de los Salmos de David sobre la confianza en su Altísimo para sellarlo en labios proféticos de persuasión: “No hay ningún motivo de preocupación  va a haber buena relación con los Estados Unidos. Estoy convencida”.  La presidenta Sheinbaum se abstuvo de apoyar a Kamala Harris quien auguraba el nuevo Estado Palestino y también se guardó para Donald Trump irrigado por los  cientos de millones de dólares judíos usados fuera del sistema electoral. De Claudia Sheinbaum a Miriam Adelson, de mujer a mujer,  es exacto que la persona más poderosa de México es de origen judío y que la mujer más influyente en la Casa Blanca los próximos años es judía. Ni México, ni Estados Unidos, ni la América toda, están exentos del ascendente judío con Luis de Santángel y Andrés Cabrera  o Moshe Lumbroso y Asher Levy. Las migraciones definen a México y Estados Unidos, nietos de migrantes, la presidenta Sheinbaum y el futuro presidente Trump, representan una agenda  que supera el regionalismo cuando el simbolismo judaico embarnece los memorándums globales: Israel no es la exclusiva tierra prometida sino un emblema  ante el judaísmo que fluye en la ciencia, comercio, capitales, política   de las otras tierras prometidas del Viejo y Nuevo Mundo. La plática telefónica de Trump con Sheinbaum coloca a nuestra mandataria entre las figuras primeras a las que está obligado a atender en cláusulas judaicas el futuro inquilino de la Casa Blanca. No es un diálogo de dos, sino de Uno, de ÉL.  Coincidió el rector Leonardo Lomelí con la presidenta Sheinbaum en que Ifigenia Martínez fue una mujer singular que luchó por hacer de México un país mejor: en la vía política, profesional y social. La máxima autoridad de la UNAM celebró en la Facultad de Economía el legado de una mujer que abrió camino para que las mexicanas se transformaran. Hoy lo presenciamos con una mujer Presidenta de México, seguidora y admiradora de Ifigenia y ésta a su vez la celebró como homenaje último imponiéndole la banda presidencial. El rector Lomelí enumeró los aportes de Ifigenia Martínez en la UNAM como titular de la Facultad de Economía modernizándola en currícula y postgrados. La imagina solidaria con los estudiantes del 68 a quienes acuerpó. Como economista corrigió las desviaciones del “Milagro Mexicano” en la concentración de la riqueza. El anuncio de que la UNAM reeditará sus obras, es el sobresaliente cumplido del rector Lomelí a su inteligencia. El rector Lomelí destacó las luchas de Ifigenia por la democracia y extinción del Partido de Estado.  El tributo a las manos de las mujeres artesanas lo encarna la presidenta Sheinbaum usando sus textiles. Así Claudia Curiel fortaleció esos lazos con el colectivo de mujeres indígenas que componen Original México y con quienes trazó los itinerarios de sus creaciones conforme a la agenda  de la presidenta Sheinbaum. La Secretaria de Cultura  continuará trazando, en plural, esta ruta que “reconoce y exalta el patrimonio que hemos heredado de nuestros ancestros.” En esta urdimbre resaltó Claudia Curiel el hilo mentor que entrelaza nuestro pasado con el devenir del segundo piso de la transformación con las comunidades originarias y sus creaciones.