*Constructor de Paz
*Saber transformador
*Desafíos de Brugada
Vladimir Rothschuh
La primera mañanera del
dos de octubre, la primera gira estatal en Guerrero, la Salutación a la
Comandanta Suprema y la primera obra insignia del sexenio, las ciñó la presidenta
Sheinbaum en torno al humanismo del Ejército Mexicano. La disculpa pública del
Estado Nacional a las víctimas del 68 sirvió para apartar al Pueblo Armado
condenando al responsable de la decisión criminal en la figura del jefe militar
de entonces, Díaz Ordaz. En Acapulco la presidenta Sheinbaum trazó la
estrategia de rescate por las inundaciones al equipo del Almirante Morales, en
Campo de Marte exaltó su humanismo que la aleja de decisiones represivas y en
Tizayuca signó con el General Trevilla el arranque de los trabajos del nuevo
Tren AIFA-Pachuca. Aquí la Primera Mandataria definió la acción de la milicia
nacional como “constructora de paz” debido a que las grandes obras de
infraestructura del país las han edificado ingenieros y arquitectos militares
alcanzando premios internacionales como el que acaba de obtener el AIFA de
Versalles 2024 a manera de dignificar el oficio del arquitecto Louis Le Vau. El
Prix Versailles califica las obras futuras de los ingenieros militares
mexicanos en este tren a Pachuca como los de Laredo y Querétaro.
II- Todo economista
mexicano vivió prendado de la inteligencia de Ifigenia Martínez: los
neoliberales thatcherianos se rendían ante ella, los marxistas guadalupanos la
adoraban, los nacionalistas progresistas la exaltaban. Derechas e izquierdas no
podían hacer a un lado su esfuerzo educativo, su lucha social, su empeño de
género que cualificaron las expresiones de Torres Bodet y Ortiz Mena. La
presidenta Claudia Sheinbaum siempre la admiró y su coronación como Jefa de Estado es la síntesis
de la perseverancia de Ifigenia Martínez por las mujeres transformándose desde
el saber, la acción colectiva y la participación política. Esa cúspide fue
presidir la toma de protesta y colocarle la Banda Presidencial a Claudia
Sheinbaum como la primera mexicana en asumir la Máxima Magistratura del país.
Vivió Ifigenia “El Milagro Mexicano” y culminó dicha obra en “La Cuarta
Transformación”.
III- El Distrito Federal
relegaba a regencia la administración del espacio de los Tres Poderes de la
Unión. Después de la Presidencia de la República en jerarquía federalista, el
gobernador del Estado de México le seguía al inquilino de Los Pinos. El modelo
es anécdota con el DF separado del viejo orden administrativo, con su Congreso,
como Ciudad y su Jefa de Gobierno. De ahí emana la presidenta Sheinbaum, fue
vice presidenta de la República mientras gobernó la capital del país,
desplazando el remanente que aún pervivió con los mexiquenses que habían tomado
el poder presidencial en el 2012. El presidente López Obrador acabó con la
herencia del Atlacomulco y no hay visos de que ahí pueda resurgir algo cuando
las actuales inundaciones de Chalco revelan las derrotas morales, quedando
claro que no basta el cargo por ser mujer. En su toma de posesión Clara Brugada
ya lejos de Teotongo, dedicó la mayor parte de su discurso a reconocer el
ejercicio público de la presidenta Sheinbaum a favor de la CDMX y de los
chilangos. Ella recibe una obra gigante que deberá nutrir y expandir para que
la figura vice presidencial adquiera luces de acompañamiento a la Jefa del
Estado Nacional como supo aquilatar la Jefa Sheinbaum al lado del presidente
López Obrador. La alcaldesa, la Jefa de Gobierno, la gobernadora, entretejen
luces y sombras en torno al mandato de Clara Brugada correspondiéndose con
figuras semejantes de alcaldesas y gobernadoras, no así su arquitectura
política en el establishment mexicano. Más que nunca, como mujer que asume el
espacio dejado por otra mujer que simboliza la epifanía nacional femenina, por la jerarquía geopolítica de la CDMX y por
el mismo origen partidario, la obra legada por Claudia Sheinbaum a Clara
Brugada en la CDMX representa desafío mayúsculo para sutiles avances.