*Inclusión de Ramírez de la O
*CELAC: abrazos, no balazos
*Reingeniería y austeridad del
Gabinete
VLADIMIR ROTHSCHUH
La calidad moral del presidente de
México abrigó a la CELAC y dio mesura al bloque de mandatarios que se
unían sobre las diferencias y no sobre
aquello que podía fortalecerlos como pueblos. Solamente la talla ética del
presidente López Obrador podía serenar a los gobernantes latinoamericanos en
una sed de revancha contra Estados Unidos, contra la OEA, contra CEPAL, contra la ONU y entre Naciones
latinoamericanas, donde casi todo apuntaba a la destrucción y no a la creación
de consensos en beneficio de sus gobernados. Los temas candentes que querían
que el presidente López Obrador los asumiera y encarnara una guerra de todos
contra todos, ya no figuran en la agenda de la CELAC. Este temple se llama
mayoría de edad democrática y política y que reasume México con el juarismo
presidencial de López Obrador delimitando el respeto y la paz entre todos. Las dos
variables candentes, Venezuela y Cuba están en procesos creativos cuando los
venezolanos dialogan en la CDMX y el otro va por su segunda enmienda con la
apelación del presidente López Obrador a Biden acerca de la emergencia humanitaria
en Cuba. La fraternidad y la solidaridad son principios del Gobierno de México,
el respeto a las soberanías populares es tradición diplomática, por desgracia ninguno
de esos valores prevaleció durante el neoliberalismo mexicano dedicado a
exaltar las diferencias entre naciones y no la hermandad merecida. Abrazos, no
balazos es un lema constante en el abecedario político del presidente de
México, la CELAC hoy puede alcanzar una época dorada para los pueblos de
Latinoamérica y del Caribe a partir de esta cumbre mexicana.
Internacionalmente, el gobierno del
presidente López Obrador o más bien el Estado Nacional Mexicano tiene dos cabezas,
una la tradicional que es la Cancillería y la otra es la Secretaría de
Hacienda. El presidente López Obrador cuenta con dos cancilleres, uno para el
ámbito político y otro para el ámbito financiero que ahora bien representa
Rogerio Ramírez de la O. El responsable
de todo lo que tenga que ver con la economía en el Gabinete, merece tener
prestigio y libertad en la toma de decisiones que solamente se consigue cuando
el presidente López Obrador se sujeta al talento de su titular hacendario, cosa
que nunca ocurrió con Urzúa y Herrera. Así que hasta mitad de este sexenio
comenzará a tener su propia narrativa el sector financiero y económico
asentándolo Ramírez de la O con los cambios en su equipo para desechar lo que
no funcionó ya en la herencia de Urzúa o en las cuotas a grupos sin conocimiento
de lo que hacían. Cambiar la narrativa es una frase recurrente de Ramírez de la
O debido a que la Vocería incumplió su papel para flotar en manos extrañas e
inexpertas un proyecto de país que el presidente López Obrador ha ceñido dentro
de la economía moral y de la felicidad. Cambiar la narrativa es la misión de Wilhelm
Hagelsieb quien plausiblemente es bien recibido por la prensa especializada que
fue inadvertida no por perversidad de sus voceros sino por ignorancia en el
ejercicio de la comunicación. El ejercicio comunicativo de Jesús Ramírez Cuevas
debe ser paradigma en todas las dependencias con los diálogos circulares del
presidente López Obrador, cuyo reflejo lo llevó a cabo Ramírez de la O
entregando el Paquete Presupuestal, en la Glosa del Informe y que Hagelsieb va
a recobrar en la nueva narrativa hacendaria de la banca de desarrollo, sector
energético, microeconomía, diálogo empresarial, cero endeudamiento, regiones
olvidadas, balance fiscal, en suma, en una racionalización que decante como lo
señala el Paquete Económico 2022 inclusivo en pos de un nuevo Milagro Mexicano
que tanto atrae al presidente López Obrador. Como cartera internacional de lo
económico resta aguardar que Ramírez de la O atraiga los temas comerciales
dispersos en el Gabinete que ameritan urgentemente formar parte del organigrama
de Hacienda como subsecretaría de comercio, tal sucedió con la SPP. Al
innovador proyecto del presidente López Obrador que ha puesto fin a los excesos
de la tecnocracia neoliberal, bien le vendría una reingeniería en el Gabinete
con doble austeridad en lo financiero y burocrático, atrayendo Ramírez de la O a la Secretaría de Economía a
una de sus áreas.