*Acuerdos zapatistas
*Consejería jurídica y urbanismo
*Mineras a cielo abierto
VLADIMIR ROTHSCHUH
Abrazos, no balazos, es una consigna
del presidente López Obrador que vuelve a conseguir eficacia notoria desde que
pidió a las partes a resolver el desaguisado de presuntos zapatistas contra la
exposición pictórica de Bellas Artes. La solicitud del presidente López Obrador
a Alejandra Frausto para conciliar con la familia del General Zapata, se acató
en lo inmediato y fue atendida también por la descendencia del Caudillo con
resultados admirables: la pintura en cuestión se queda con una adenda de los
Zapata, descalificando ésta a la violencia cometida en su nombre por terceros
interesados en notoriedad como lo demostró esa agrupación rural en sus protestas contra el
presupuesto agrario de días atrás en San Lázaro. Ese acuerdo solicitado por el
presidente López Obrador, promovió un gesto moral del Primer Mandatario para el
mes entrante moviendo los festejos usurpadores de la Ley Agraria carrancista a
los terruños morelenses de los Zapata. El Presidente de México adelantó para
mal de Cuitláhuac García, que en la Cuarta Transformación los mal llamados
festejos agraristas en Veracruz se corren a Morelos para rememorar al luchador
por el derecho social de la tierra. Así como el presidente López Obrador llamó
a la tolerancia artística sobre uno de los cuadros de la exposición sobre Zapata
en Bellas Artes desde la fecundidad de su estrategia cultural en los Semilleros
de Cultura Comunitaria, de igual forma devolvió al General Zapata su identidad
cuando desnudó la usurpación de la Ley Agraria. La eficacia presidencial contra
todo tipo de violencia y supremacismo volvió a rendir buenos frutos en el
diálogo de Alejandra Frausto, Natalia Toledo, Lucina Jiménez, Miguel Fernández, Felipe Ávila y Antonio Martínez, con los Zapata: Isaías, Julieta, Lina,
Ulises, Luis, Hilarión, Alicia, Daniel, Hilario, Sen y Edgar.
De la mano del rescate y preservación
de los Centros Históricos de la CDMX que Claudia Sheinbaum obtuvo este año,
finalmente el desorden urbanístico de la Ciudad de México llega a su fin cuando
la Jefa de Gobierno consigue que en los
primeros días del 2020 arranque el Instituto de Planeación que se dilató en su
aprobación debido a que en el Congreso capitalino prevalecían los intereses
inmobiliarios perredistas y panistas que caracterizaron la administración
pasada y actuales alcaldías. El Cartel
Inmobiliario de la CDMX es otro de los monstruos que heredó Sheinbaum como la
violencia del crimen organizado en 35 mil narcotienditas y sus respectivas
plazas cedidas por los partidos políticos gobernantes, factores de la violencia
reclamada por perredistas y panistas en su guerra sublimada contra la Cuarta Transformación.
Igual a ese fenómeno criminal, la denominada Mafia Inmobiliaria fue de la mano con
las pasadas autoridades capitalinas, como del notariado y sistema bancario organizando
una red compleja para poder hacer cambios de usos de suelo y vender una misma
vivienda o departamento a tres o cuatro dueños distintos, sin ninguna
consecuencia judicial. El caso de un juez en Jalisco que defraudó con notarios,
autoridades políticas y bancos a 51 mil familias a quienes despojó de sus
bienes, quizá se quede ínfimo frente a la urdimbre del Cártel Inmobiliario de
la CDMX. La certeza del nuevo Instituto
de Planeación de la CDMX está contenida en los cambios que Sheinbaum celebra en
su área de Consejería Jurídica con Néstor Vargas Solano para acabar con el
mancerismo y sus acciones terribles como se califica el entramado inmobiliario
capitalino y eventos como los que el Registro Público de la Propiedad sostiene
desde el 2013 desapareciendo actas que dan origen a diversas irregularidades. El
RPP que resolvía en unas semanas trámites comunes, hoy los extiende a meses en
detrimento de las políticas de Sheinbaum contra la corrupción y de ahí la
innovación de Néstor Vargas para finiquitar esos excesos. El nuevo Instituto de
Planeación necesitaba también identidad con la Consejería Jurídica ahora bajo
proceso de transparencia y de reingeniería.
Hacen mancuerna Jorge Alcocer y Víctor
Toledo con el desastre ambiental y sanitario de 2014 de la minera Buenavista
del Cobre en Río Sonora, irán juntos por instrucción del presidente López
Obrador a atender cada uno las áreas de Semarnat y Salud. Esa desgracia sigue
siendo río revuelto y adelantó el Primer Mandatario que resolverá la SCJN,
porque habiendo dos mil mdp para mitigaciones se desconoce su paradero. Sobre la
minería a cielo abierto existe el antecedente del presidente López Obrador en
Los Cardones cuando por consulta popular se decidió cancelar los permisos. Para
no seguir consultando al pueblo sobre la minería habría que tomar de ejemplo
la reciente legislación salvadoreña y única del mundo que prohíbe la extracción
de minerales de su subsuelo. El hospital de Grupo México para los afectados de
la zona de Río Sonora, regresó por sugerencia de Jorge Alcocer a sus objetivos
iniciales de ayuda sanitaria, confirmando el presidente López Obrador que no
será ocupado por la Guardia Nacional.