*Cancilleres de alternancia
*Burocracias en armas
*El Ingeniero y el Presidente
*Cortesías verdes transicionales
*Civilidad del contrario
VLADIMIR ROTHSCHUH
Vanessa Rubio narra la tarde
noche del uno de julio al lado de José Antonio Meade cuando tomó la decisión de
levantarle el brazo a López Obrador por su arrollador e inobjetable triunfo. La
senadora electa otorga el crédito absoluto y unipersonal a Meade por encima de
Los Pinos y del PRI. A diferencia del año 2000 cuando Labastida se negaba a
reconocer la victoria de Fox y Zedillo tuvo que salir a hacer ese papel negado
por el sinaloense, esta vez correspondió a Meade trazarle a Peña Nieto y a los
priístas el sentido democrático de la decisión. Por no ser militante priísta,
por haber sido toda su vida un técnico experto en finanzas públicas, es que
Vanessa Rubio vio a Meade leer fríamente los números a favor de Amlo y dar un
paso adelante como ciudadano que como priísta no tuvo Labastida entonces.
Ciertamente que su civilidad no era terminal sino que correspondía a su
comportamiento de campaña hacia ‘Andrés Manuel’ y que la noche del tercer
debate ratificó yendo a estrecharle la mano antes de marcharse del foro
tijuanense. Sobre esas variables el Presidente Electo lo llevó a desayunar muy
temprano a su casa, situación que incomodó a los halcones pejistas que al día
de hoy siguen ensuciando la agenda pública con sus fobias y que solamente
atraen más de lo mismo en perjuicio de quienes han hecho posible esta
transición de terciopelo como es Beatriz Gutiérrez Müller afectada en Twitter
por las uvas de la ira. A Meade después de ese desayuno con López Obrador lo
ven despachando en Banxico, dirigiendo su propia consultora, encabezando como
Gurría un organismo internacional o de plano creando un gobierno a la sombra.
Gracias a su apartidismo su civilidad hizo posible la dialéctica de los
contrarios.
Por prelación en los Gabinetes
de
Peña Nieto y López Obrador, son los titulares de Relaciones Exteriores los
primeros en acordar la transición administrativa luego de que el viernes el
mandatario saliente y el electo programaron para la semana próxima la reunión
de sus equipos. Luis Videgaray y Marcelo Ebrard arrancaron antes la tersa
alternancia en la Cumbre de Pacífico decantada hasta el encuentro del
Presidente Electo con el cuerpo diplomático del Caribe, Mesoamérica y
Sudamérica, haciendo hincapié Ebrard en el Mercosur y la Alianza del Pacífico,
por ningún motivo y para certeza de las naciones democráticas no mencionó el
canciller Ebrard al Grupo Alba. En los gabinetes de López Obrador la decanatura
política y administrativa descansa en el responsable de la diplomacia, en el
gabinete peñanietista era José Antonio Meade reemplazándolo Coldwell, sin
embargo Videgaray es el operador de confianza del primer mandatario. Al
Canciller saliente como al Canciller entrante la tersura es de angora a
diferencia de la transición entre Navarrete Prida y Olga Sánchez Cordero
erizados con las altanerías y desaguisados de la presunta subsecretaria Clouthier.
Nadie del equipo de Ebrard transgrede la jerarquía para saltárselo y que se
escuchen abyecciones contra Videgaray o
contra el presidente Peña Nieto. Es realmente penoso el comportamiento del
no-equipo de Sánchez Cordero y la manera en que la ex ministra no pone un hasta
aquí a sus subordinados. El canciller Ebrard plantea acercar formalmente a los
equipos en dos semanas y será hasta entonces que se conozca a sus acompañantes
en Relaciones Exteriores, generando confianza entre los diplomáticos de carrera
sobre el robustecimiento de embajadas, consulados y en especial de los salarios
que se han convertido en habladurías del precarismo.
Como panista recibe
el sindicato
del Seguro Social a su virtual director, Germán Martínez Cázares, ampliando el
conflicto de Javier Corral a la sucesión de Vallejo Barragán. Forrado de
amparos el ex líder priísta cercano a la Coneja Gutiérrez lo ven ágil
moviéndose por los controles laborales en el IMSS antes que Martínez Cázares se
mude con el sillón de Lieja y Reforma al terruño de los
Calderón Hinojosa en Michoacán, especialmente Ahora que a la ex familia presidencial López
Obrador los deje sin gastos médicos mayores, el ex colaborador de la SFP
y líder del CEN albiazul dará trato preferencial a Margarita, Lipe, Cocoa y
demás estirpe. Beltrones se dice desconocedor de esa pieza dedicada por la
disidencia sindical del IMSS, quizá lo están confundiendo con su otro paisano y
que con todo derecho lidera las burocracias al servicio del Estado a través de
la FSTSE pero que nada tiene que ver con el IMSS, no obstante que tratándose de
derechos de los trabajadores Joel Ayala atiende todas las voces de su sector
indispuesto a moverse de la CDMX.
Pueden dejar ir los empresarios
la joya de la corona de este sexenio en los pantanos de Texcoco por una oferta
mayor como es el Tren Maya. En el desayuno de los ingenieros civiles con el
Presidente Electo, López Obrador les dijo que se venía la mayor inversión en
infraestructura nacional donde tendrán mucho qué hacer Slim, ICA, Gerard, Rioboó
o Hinojosa. Y a unos días confirmó a los
empresarios ingenieros que no serán 800 km sino mil 500 los que integrarán la
ruta turística del sureste donde el gobierno federal no podrá por sí solo con
esa inversión sino que necesitará capital privado. Acompañado de Miguel Torruco
el Presidente electo dio esa buena nueva al equipo del ingeniero Slim que sabrá
expandir su capital en inversiones mixtas en el sexenio lopezobradorista. Pinta
bien para el hombre más rico de México los escenarios dibujados por el
Presidente electo a manera de recuperar su lugar en el top de Forbes que el
peñanietismo castigó por haberle prendido sirios Slim al proyecto del Peje en
el 2012.
a la
tersa transición de López Obrador y Peña Nieto para que Rafael Pacchiano
entregue la administración del Parque Bicentenario al gobierno de la CDMX y no
se adelante feamente a los buenos tiempos de alternancia poniendo en terceras
manos el segundo pulmón de la capital de país. Y como en el Caso de Tajamar
donde ni Sectur ni Semarnat supieron quién autorizó la depredación del manglar
para fines hoteleros, la historia del Bicentenario es su cover donde los
calderonistas y los peñanietistas tampoco saben. Ha sido con el partido de
Rafael Pacchiano con quien inició cortesías transicionales Sheinbaum así que
debería ser temple de Verde que Mariana Boy se una al coro de la Jefa de
Gobierno electa, pidiendo al titular de Semarnat que el Bicentenario no acabe privatizado
como la reingeniería inmobiliaria mancerista en Chapultepec que nadie chistó.