PRIMERA
CAMADA
Vladimir
Rothschuh
Las
mujeres no alcanzaron el cien por ciento en la primera camada de secretarías
anunciadas por la presidente electa @Claudiasehin. No llegó @mroblesg
a dirigir la Semarnat siendo uno de los cuadros que consiguió que la Ciudad
de México elevara su agenda verde hasta darle prestigio a la Jefa de Gobierno.
Tampoco @LuzElena_GE
alcanzó la Secretaría de Economía, el geniecillo de las inversiones en la CDMX,
la que mantuvo el equilibrio fiscal, la que compartió la prosperidad y generó
confianza en los inversores domésticos e internacionales. Y la ex fiscal y senadora @ErnestinaGodoy_
apuntada para dirigir Protección Ciudadana, tuvo que conformarse no con una
Secretaría sino con una asesoría, habiendo reducido la criminalidad y la
violencia en la Capital del País. La mujer que merecía la @UNAM_MX en su
rectoría, @Rosaura_Ruiz_ la inventora de la matrícula abierta en la CDMX, la
destinada a ocupar el escritorio de Vasconcelos, la redirigen al Conahcyt a
reinventarlo conforme sus habilidades creativas. Las mujeres al poder quedan
como pendiente en esta primera parte del Gabinete del Segundo Piso. Porque su
composición define la temporalidad y la cortesía cedida por la presidenta
entrante al presidente saliente, ayudándolo a
completar pendientes de su sexenio hasta diciembre como antes era
costumbre y hoy se abrevia en septiembre. No hay de qué alarmarnos en el estilo
personal de la presidenta @Claudiashein, debido a que ella hizo del tiempo su
aliado: debió ser Jefa de Gobierno en el 2006 y le cerraron el paso y se
disciplinó a su mentor López Obrador. Entonces comenzó a picar piedra y edificar los peldaños de su
proyecto político ganando arrolladoramente la alcaldía de Tlalpan, ahí vivió la
amarga traición de su sucesora que le entregó al prianismo la demarcación. Y de
esa arquitectura labrada ascendió con vertiginosidad a la Jefatura de Gobierno
de la Ciudad de México mientras López Obrador conquistaba Palacio Nacional.
Madrugada a madrugada, Sheinbaum cruzaba el Zócalo para acompañar durante cinco
años las reuniones del Gabinete de Seguridad en Palacio Nacional. Pulió en esas
alboradas la confianza, la efectividad, el talento y el respeto al Primer
Mandatario, como no sucedió entre éste y su sucesor al GDF que se volvió
calderonista. Luz Elena, Ernestina, Marina, Rosaura, deben ver en Sheinbaum lo
que Adonai dijo a Abrahán sobre el cielo estrellado de su descendencia, todas
son las estrellas de la Presidenta, todas tienen un lugar ganado en su firmamento.