*Los Chinos contra el Tren Maya
*Una SEP a la poblana
*Senado por la reforma de la
SCJN
*Electricidad eficiente y barata
VLADIMIR ROTHSCHUH
Las tres promesas del Presidente
a los usuarios de la CFE ponen a prueba el talento de Manuel Bartlett como el ‘Musk
mexicano’ que hará posible el sueño de Tesla con electricidad barata para todos. López Obrador prometió el borrón y cuenta nueva, bajar los precios de
la electricidad como hacerla nacionalista y competitiva, volcándola en una
industria a favor del desarrollo de todos los mexicanos pues si hay algo que
puede transformar a México y hacer posible el sueño remoto del comunitarismo,
es la electricidad. La tarea de Bartlett será cumplirle a los mexicanos aquello
que el Candidato formuló y que como Presidente debe consumar sobre un entramado
administrativo que impide a tabla rasa usurpar funciones de la Comisión
Reguladora de Energía quien fija los precios; ello sin obviar a las malas
administraciones domésticas de los hogares incidiendo no sólo en las cuestiones
eléctricas como en la canasta básica y que obliga a la articulación de las
distintas dependencias federales para la reeducación financiera de las clases
sociales. No obstante, si el Presidente ha podido amnistiar al pasado, ninguna
objeción tendrá Bartlett para medir con esa misma vara a los miles de deudores
para arrancar el borrón y una cuenta nueva cuidando con esmero y
responsabilidad el devenir próspero en cada familia mexicana. En temas
energéticos el chovinismo y el neoliberalismo fueron ingratos con los mexicanos
dejando de cobrarles a los políticos sus deudas de la CFE y LFC, y después, siendo candil
de su casa y farol de cubanos, guatemaltecos y ticos, a quienes el Estado les
hizo borrón y cuenta nueva de millonarias deudas petroleras. Si el
neoliberalismo pudo, Bartlett como Tesla podrá darle un rostro social a la
CFE logrando desde la Cuarta
Transformación el sueño de Nikolas, frustrado por el fraude de un paisano
nacido en Zacatecas, astuto con el sueño americano privatizando la electricidad
y conocido mundialmente como Thomas Edison. Tiene Manuel Bartlett en sus manos, no las riendas sino los cables de la CFE para hacer justicia energética a los mexicanos bajo la Cuarta
Transformación.
El nuevo colonialismo chino pone en riesgo el
Tren Maya, distintos inversionistas asiáticos de maletín están comprando tierras en
Yucatán y contraviniendo los usos y costumbres de las etnias mayas. Las denuncias
de 33 líderes y similares colectivos mayas apuntan a que los chinos se le
adelantaron y mal a Jiménez Espriú y Miguel Torruco contaminando la ruta del
Tren Maya como hicieron contra las tribus misquitas de la Costa Atlántica de Nicaragua
consiguiendo un levantamiento social contra el Canal del Lago. La rebelión maya
y el separatismo yucateco marcan un triste momento histórico revivido ahora con despojos territoriales
chinos afectando la agenda política a
cuidar por Sánchez Cordero evitando aquí el cover de la Revolución de Abril que
ensangrentó a los nicaragüenses y a su vez financiada por los empresarios
chinos dolidos por la negativa de Ortega a meter reversa a la destrucción del
único lago de agua dulce con tiburones y equilibrio de la biodiversidad de
Mesoamérica. México era el primer productor mundial de miel de abejas gracias a Yucatán, ahora
tiene el compromiso Víctor Villalobos junto con María Luisa Albores y Josefa
González de recuperar la biodiversidad y enseguida volver a ocupar primer sitio internacional
apiario. Sin embargo el injerencismo colonialista chino tumba los programas
medioambientales, turísticos y productivos de la Cuarta Transformación por las
malas formas en que se apropia de las tierras de las etnias mayas y, que exige al
Presidente López Obrador y a Alfonso Durazo, voltear a mirar la crisis del
ámbar en manos de la mafia china en Chiapas como alguna vez lo estuvo el hierro
en Michoacán bajo su control con los cárteles estatales.
El heredero del imperio del
Altiplano de México declara a Puebla una ciudad más bella que la capital del
país donde los Moctezuma fincaron otra de las maravillas del mundo a los ojos
de Von Humboldt. Se está ganando el titular de la SEP el corazón de los
poblanos que como puerto de entrada del
sur y sureste ha cobijado a una inmensa mayoría de chiapanecos, oaxaqueños,
tabasqueños, que han hecho su historia como el titular de la CFE, Manuel
Bartlett, cuya madre tuvo que darlo a luz en Puebla en su tránsito a
Villahermosa. Los calificativos de Esteban Moctezuma son el nylon que pica la
frustración de la burocracia chilanga pero que es la esencia de la capital del
país y que la hace a nivel mundial imán para atraer millones de turistas por su
elevada oferta recreativa, cultural, educativa. Y con esas tentaciones
paradisíacas poblanas el titular de la SEP fija un embarazo natural que en agosto tenga
completamente mudadas sus oficinas desde
la periferia al centro, con perspectiva de las necesidades poblanas y no desde
la CDMX hacia la periferia. Tiene además
otras prioridades Moctezuma como es la nueva legislación educativa cuyos foros
de consulta permiten no sólo destruir sino aquilatar las décadas de experiencia
desde antes que él tuviera a cargo la modernización al lado de Zedillo en las
calles de Argentina.
Estando de por medio la reforma
de la Suprema Corte por parte del líder del Senado Ricardo
Monreal y aunado al amparo de tres mil funcionarios
del Poder Judicial, vale la pena trillar lo dicho aquí semanas atrás acerca del
“diagnóstico de Iván Illich sobre el Sistema Judicial expresado magníficamente
con la protesta de nuestros jueces, magistrados y ministros contrarios a vivir
en la honrada medianía. Desde la sátira de Quevedo y Villegas sobre ‘poderoso
caballero es don dinero’ y los millones de dólares en sobornos desfilando en el
juicio al barón de Navolato, el neoliberalismo ha sabido confirmar al dinero
como medida de todas las cosas y no a las virtudes humanas. El amparo modelo y
colectivo de los impartidores de justicia es hilarante: ganar lo mismo que el
Jefe del Estado mexicano atenta contra la autonomía judicial. No se trata de
impartir positivamente justicia, sino de los emolumentos para ser equitativos o
no en el ejercicio salomónico mal aspectado ahora entre quienes hacen de su
oficio una fuente de lucro y no de servicio. Desafortunadamente para esos
impartidores de justicia no hay futuro como litigantes privados porque una vez
roto el eslabón del dinero difícilmente se puede ejercer la abogacía en un
orden ceñido por la honestidad. Los jueces, magistrados y ministros visibilizan
el apotegma de Iván Illich sobre el fracaso de los Sistemas en los Estados y
que suman a la educación y a la salud, dos ámbitos en los que México está
reprobado junto con el judicial. Más dinero a los servidores públicos no
demostró en décadas elevar la honorabilidad de sus miembros, tampoco acabó con
la corrupción. Los tecnócratas hicieron creer que el dinero hacía mejor a los
mexicanos, fallaron y entre sus consecuencias los impartidores de justicia se
alborotan “reclamando sus derechos”. A finales de siglo pasado la SCJN
emprendió una reforma que se quedó a medio camino porque la Judicatura no
alcanzó su autonomía plena y ahora el proyecto lo rescata Ricardo Monreal con
su iniciativa de octubre pasado para devolverle dinamismo y honestidad a ese
Sistema al que Iván Illich no le ve salvación alguna.
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