*Carta de poeta
*Derecho alimentario
*El Truman mexica
*Industria sin chimeneas
VLADIMIR ROTHSCHUH
Contra el mal de Lord Acton el Presidente electo señaló al movimiento moreno, el abecedario político por venir en la formación de cuadros que impidan reproducir los males de otras agrupaciones políticas como el PC cubano, el Frente Sandinista nicaragüense, el Movimiento al Socialismo boliviano o el Partido Socialista Unido de Venezuela, que acabaron traicionando sus principios o sus ideales. Porque en la reciente misiva que el poeta nuevamente perseguido, Ernesto Cardenal, le hizo llegar al Presidente electo, corre la tinta roja contra la traición sandinista del presidente Ortega con los 500 asesinados por paramilitares cubanos en la Rebelión de Abril pasado, los dos mil presos políticos y los centenares de desaparecidos. Ernesto Cardenal aún no huye de Nicaragua como lo acaba de hacer Mejía Godoy por exigirle la renuncia al ‘Presidente’. Porque reelecto el presidente Ortega varias veces en el poder como Somoza, como Maduro, como Noriega, como Evo, como Videla, como los Castro, como Pinochet, absolutamente las palabras de Ernesto Cardenal no pudieron llegar en mejor momento al Presidente electo López Obrador, en vísperas del Congreso de Morena para ratificar que no habrá traiciones a los ideales. Lo más simpático es que ni Lord Acton, ni el Poeta Cardenal contienen para México la traición de los principios sino Jorge Ferretis en su obra ‘Cuando Engorda el Quijote’, es decir, cuando los molinos de viento son canjeados por los negocios de los Obregón, los Calles, los Portes Gil, los Ortiz Rubio o los Abelardo Rodríguez. En la nueva escuela de cuadros de Morena tendrá que crearse la ‘Biblioteca Presidencial’ que nunca debió faltar en Los Pinos con las obras de: El Señor Presidente de Asturias; Yo, el Supremo de Roa Bastos; Facundo de Sarmiento; Tirano Banderas de Valle Inclán; Stalin de Trotsky; El Otoño del Patriarca de García Márquez; 1984 y Rebelión en la Granja de Orwell; La Fiesta del Chivo de Vargas Llosa; El recurso del Método de Carpentier; Archipiélago Gulag de Solzhenitsyn; El Dictador y Yo de Samayoa; La Saga de los Somoza de Camilo Torres; y lo más reciente de Timur Vermes, ‘Ha Vuelto’, para que ante todo, las nuevas generaciones sean críticas de sí mismas y fieles a sus ideales de transformación y no de corrupción.
Ignacio Ovalle es el personaje
del Presidente electo para darle estocada triple a la tecnocracia neoliberal
tricolor y blanquiazul que acabó con los subsidios a la canasta básica popular
de los sectores pobres de México: 1) fusiona y desaparece Diconsa/Liconsa; 2)
designa a un viejo conocedor de las entrañas de Conasupo; 3) suprime el
clientelismo sedesolero enviándola a la jurisdicción de Víctor Villalobos. El programa de Segalmex parece no tener
ninguna innovación en cuanto a sus 32 productos básicos en sus 27 mil tiendas
por todo el país, el giro sin embargo es abatir precios del intermediarismo a
través de Sagarpa para sacar los comestibles procesados de la industria
alimentaria que se habían adueñado de Diconsa gracias al intercambio de favores
y comisiones que deberá erradicar Nacho Ovalle. Varios boquetes dejó abiertos
el Presidente electo a la industria láctea y cárnica de Lala y Sukarne para
seguir operando siempre y cuando muevan sus negocios del norte del país al sur-sureste.
Ovalle Fernández se encontrará con un
modelo alimentario distinto al que le tocó operar en Conasupo cuando la apuesta
actual de bioética y medioambiental va contra las proteínas animales, origen de
todos los males que postran al sistema sanitario de México y del mundo. Muchos confían
que el vegetalista Villalobos pueda erradicar en México la absurda y mentirosa
pirámide alimentaria de la FAO y causal de la pobreza alimentaria. Para conseguirlo
deberá Víctor Villalobos incidir en los usos y costumbres del Presidente
electo, simplemente haciéndole hincapié en que cambiando su alimentación de
proteínas animales hacia una vegetal podrá erradicar sus terribles dolores de
espalda, sencillamente porque no tiene las enzimas, el páncreas, el hígado, los
riñones o los incisivos de un carnívoro. Y en ese mismo tenor estará Nacho
Ovalle, la gran mentira de los años sesenta con la planta hidratadora de leche
en polvo es que multiplicó generaciones descalcificadas, propensas al cáncer de
colon, úlceras estomacales y halitosis, entre otras. Más mexicanos tendrían qué
comer y serían más sanos con la Cuarta Transformación si la industria láctea y
cárnica se transformara veganamente.
La recomendación del ‘Truman
Capote mexicano’ al Presidente electo no es con los temas culturales de
Alejandra Frausto sino con la SSP que Alfonso Durazo dirigirá a partir de
diciembre. Jorge Volpi está más preocupado por el Estado de Derecho fallido que
con la intervención de Frausto a la Residencia Oficial de Los Pinos o del
devenir testamentario de Mari Jo Paz y la obra del Nobel que ya resolvió María Cristina García Cepeda;
lo que ocupa al cronista del Caso Cassez es la ciudadanía de segunda de nuestro
sistema judicial. Ni Alfonso Durazo es García Luna, ni López Obrador es Felipe
Calderón sucumbiendo al melodrama del Videopoder causante del Caso Cassez como
el de Frida Sofía en los escombros del Rébsamen. Eso es un avance pues de alguna
forma ya ha tomado interés el Presidente electo sobre los daños colaterales del
fallo del ministro Zaldívar al grupo de la legión francesa en el reciente
desayuno con el Pleno de la SCJN.
Con el boom turístico
del Tren
Maya, Datatur arroja sus indicadores del primer semestre de este año para bien
del saliente Enrique de la Madrid y del entrante Miguel Torruco: arribaron al
país 20.6 millones de turistas internacionales con una derrama de 11 mil 582
millones de dólares con un máximo histórico de empleos en el sector de 4
millones de 130 mil mexicanos. Desde el 2003 Datatur es una herramienta que ha
permitido a empresarios y autoridades tomar decisiones sobre las estadísticas
de Banxico e Inegi, a las cuales parece no atenerse Pablo Azcárraga al ceñir
sus juicios sobre el Tren Maya sobre el destino del cobro de Derecho de no
Residente que el Consejo Empresarial Turístico considera suyo, tal como lo
consideraban suyo Javier Duarte y Beto Borge.