*Industria mentirosa
*Diplomacia sin ideologías
*Las giras del adiós y la
gratitud
*Propaganda o comunicación
presidencial
VLADIMIR ROTHSCHUH
Los ministros de la Segunda Sala
de la SCJN ni discutieron o sustentaron sus votos a favor de la industria alimenticia
favorecida por Cofepris. Queda margen para que Víctor Villalobos, María Luisa Albores, Martínez Cázares, Luis Antonio Ramírez y Jorge Alcocer empoderen a los mexicanos en su derecho a saber lo que
comen y compran. Los etiquetados de la industria alimentaria además de
tramposos son criminales, ningún mexicano sabe lo que ingiere siendo en su
mayoría químicos lesivos a su salud. La simpatía del Presidente electo por Rius
debe ir más lejos de sus cartones, sustentando la lucha que entabló el
caricaturista sobre el derecho al consumidor a saber lo que compra porque la
inmensa mayoría de los industriales utilizan químicos prohibidos en otras
naciones y que en México fomentan enfermedades. El fallo de la SCJN no fue a
favor de la industria de los alimentos procesados, simplemente cuatro ministros
se lavaron las manos en sus miopías aceptando que lo aprobado por Cofepris está
bien, dejando a la Cuarta Transformación superar esos engaños colectivos que
redundarán en la soberanía alimentaria, en la sanidad pública y en la ingesta
sana que correrá a cargo de Albores, Alcocer y Villalobos.
A los gobiernos genocidas
de
Nicaragua y Venezuela los mandó a tercera fila Marcelo Ebrard en el encuentro
de los embajadores latinoamericanos y caribeños con el Presidente electo. Por afinidad
gala, el Canciller virtual puso a Joseph Guy a hablar a nombre de los
diplomáticos sobre lo benéfico de la cercanía de México hacia las naciones
hermanas, aunque Haití hable francés o los cariocas portugués. No es cuestión
de idiomas lo que identifica la agenda de Latinoamérica, tampoco un afán
ideológico superado en el siglo XXI por los Millennials y Centennials que están
transformando el mundo a partir de sus vidas cotidianas a favor de la no
violencia, el minimalismo, la diversidad sexual, el trabajo-oficina digital, cero desechos, comercio justo, buen trato animal, hechos que
desplazan a los viejos paradigmas de la autodeterminación de los pueblos y que
ha dado pie a las peores monstruosidades toleradas por las burocracias de la
OEA y de la ONU. Las hermandades
entendidas por las dictaduras que sobreviven en Latinoamérica se condenan a sí
mismas como cofrades del crimen y del horror. El acercamiento que organizó
Ebrard entre López Obrador y los
miembros del cuerpo diplomático acreditado en México apuntó a trascender los
dos vicios de nuestras relaciones exteriores regidas en menos de una década por
falsos liberalismos.
del
Presidente saliente y las giras del agradecimiento del Presidente electo, se
consecuentan en el respeto mutuo. Peña Nieto hace pasarelas y spots en vísperas
de su último informe de gobierno, alebrestando con justificaciones lo que no
amerita explicar nada de sus seis años de gobierno cuando ha conseguido
insertar a México de lleno en la normalidad democrática. Por su parte López
Obrador recorrerá los estados inyectándoles confianza ante la adversidad
manifestada por la FSTSE que dirige Joel Ayala y los sindicatos de cada
dependencia federal que respaldan en su
negativa a abandonar patrimonios y vida de primera que tienen en la CDMX. La gira del adiós y la gira
de la gratitud, casi son lo mismo: la institución presidencial desempeña sus
roles sin contrastar en sus seguidores y adversarios que el afluente es común y
que los denuestos a Peña Nieto como a López Obrador no son diferentes cuando se
asume la jefatura del Estado nacional. El adiós de Peña Nieto y el Gracias de
López Obrador deberían formular la unidad nacional requerida hoy y siempre en
la construcción de un México mejor, pero que difícilmente será comprendido en
la lucha de contrarios.
Se la pone fácil Epigmenio
Ibarra al responsable de la comunicación presidencial de la Cuarta
Transformación. El cineasta le ha propuesto a Jesús Ramírez Cuevas una nueva
película sobre López Obrador que ya comenzó a rodar desde el uno de julio y
espera concluir cuando acabe el sexenio. Constará de siete capítulos
encabalgados en los años de gobierno de Amlo, uno por año y un proemio sintetizando
las campañas fallidas. Lo expresado por Ramírez Cuevas sobre la austeridad
republicana en la comunicación social recibió un tiro en la nuca por parte de
Epigmenio al exaltar Ibarra la figura del Presidente de la República en los paradigmas
de la propaganda que hace de la figura institucional un caudillo. La campaña
pejista por el gobierno federal concluyó en julio y cede paso a la información
institucional del gobierno como el bien público, de lo contrario se
reproduciría lo cuestionado por Ramírez Cuevas en la ineficacia de las últimas comunicaciones
sociales de Los Pinos incapaces de conectar a la administración pública con los
mexicanos. La oferta que puede hacerle Ramírez Cuevas a Epigmenio Ibarra es
convertirlo en responsable de Cepropie para que desde ahí construya el acervo
visual del Presidente de México.